miércoles, 13 de enero de 2010

SAN SILVESTRE VICALVAREÑA 2009


Un año mas, y ya van unos cuantos, he despedido el año corriendo, y así espero que suceda durante muchos años mas. Lo cierto es que cada vez tengo mas dudas de que esto pueda ser así, incluso no tenía pensado participar en esta edición, pero al final llevado mas que nada por la inercia de muchos años compitiendo le dije a uno de mis cuñados, que vive precisamente en Vicálvaro, que me hiciese la inscripción.

Así el día 31 de diciembre de 2009 a eso de las nueve y media de la mañana junto con mi cuñado Alejandro y un compañero del trabajo de éste, nos dirigimos hacia esta localidad madrileña donde ya nos estaba esperando mi otro cuñado Pablo. Ha debido estar toda la noche lloviendo según nos muestran los innumerables charcos que salpican la calzada, por lo que me recuerda, y mucho, a la edición del pasado año 2008 donde las condiciones climatológicas eran prácticamente idénticas. Por fortuna en este momento no llueve y así esperamos todos que continúe la mañana.

Una vez recogidos los dorsales, que son de éstos tipos que llevan el chip incorporado y se colocan encima del pecho, muy molestos para mi gusto, nos dirigimos a la casa de una familiar nuestra que dista apenas unos cientos de metros de la salida de la prueba. Allí abandonamos nuestros chandals y prendas de abrigo para dirigirnos nuevamente hacia el Polideportivo a la espera de que llegue la hora de la competición. Se trata de un recorrido de unos ocho mil cuatrocientos metros, el cual consta de dos vueltas a un mismo circuito y con la única dificultad de una cuesta de unas pocas decenas de metros por la que como es evidente tendremos que subir dos veces.

Mientras esperamos al abrigo del Polideportivo, saludamos a algunos conocidos a los que personalmente llevo bastante tiempo sin ver, no obstante ya no frecuento con tanta asiduidad estas competiciones. Unos minutos antes de comenzar la prueba, calentamos un poco las articulaciones trotando suavemente y sin mas tomamos posiciones. Bajo el arco de la salida puedo reconocer a algunos corredores de prestigio como Vicente Capitán, Aurora Pérez, etc... y otros que sin tanto renombre también forman parte de este mundillo y son asiduos de muchas competiciones. Así recibo el saludo de un amigo del corredor del Henares conocido en los ambientes foreros como “Landes”, veo de lejos a “Dragón”, a quien me hubiese gustado saludar personalmente pero no quedaba tiempo ya que en ese mismo momento se dió comienzo a la carrera.

El comienzo de la prueba lo hago muy, muy tranquilo, vengo simplemente a rodar y a seguir intentando volver a tener sensaciones de “corredor” ya que hasta la fecha brillan por su ausencia. La verdad es que no puedo decir los tiempos de paso por kilómetro porque no miro el crono, pero cubro el primero con la sensación que voy muy despacio. Llevo muchísima gente delante y me recreo observando a la multitud de corredores, así animo a Elsa, una gran corredora veterana del Club Edwards, me río un rato con el disfraz de esqueleto que porta “Duquito” y cruzo algunas palabras de ánimo con “Landes”.

Al no ir forzado estoy disfrutando de la carrera, tengo mucho tiempo para anticiparme a los innumerables charcos, y mis piernas sorprendentemente me piden mas ritmo. Soy muy consciente de donde están mis limitaciones así que progresivamente voy avanzando entre los corredores con mucha cautela, sin forzar, y esperando bajar el ritmo a la mas mínima señal de dolor, como así será en cuanto comienza el primer paso por la única cuesta del circuito. En ella se hace necesario incrementar un poco el esfuerzo de los músculos de las piernas y es ahí donde mi cuerpo no está para bromas, por ello bajo el ritmo y dejo de progresar para mantenerme mas bien trotón.

Así completamos el giro de la primera vuelta y comenzamos a atacar el paso por la segunda, donde remiten en parte las molestias de la pierna y empiezo a tirar de un pequeño grupo de unos cinco o seis corredores. Poquito a poquito incremento una vez mas el ritmo y durante ésta segunda vuelta no dejo la cabeza del grupo en ningún momento, sino muy al contrario, de vez en cuando voy dando caza a algunos corredores que nos preceden y quienes se integran al grupo pasando éste a ser cada vez mas numeroso.

En la bajada previa al comienzo del paso por segunda vez de la cuesta, vuelven de nuevo las molestias, pero mi orgullo y mi tozudez no permiten que, a estas alturas de estar prácticamente terminando la prueba, afloje el ritmo. Me mantengo en la cabeza del grupo, incluso consigo descolgar a varios de los corredores al término de la subida de la cuesta. Ahora solo queda una gran recta y llegar al Polideportivo.

Durante la larga recta, me quedo únicamente acompañado por otro corredor que procura no descolgarse, y juntos damos alcance a otros dos mas a los que llevamos viendo bastante rato y a los que poco a poco nos hemos ido acercando. Antes de entrar en las pistas de atletismo del Polideportivo, un corredor del “Ñ-Ultrafondo” al que acabábamos de alcanzar cambia el ritmo e intento seguirle, únicamente lo consigo durante pocos metros y luego me deja clavado. Aun así, los que vienen detrás no conseguirán ya alcanzarme, por lo que entro sólo en meta sin necesidad de tener que esprintar, menos mal.

Como me temía, de nada vale convencerme de que puedo ir a las carreras únicamente con el ánimo de participar y tomarlas como entrenamientos, porque al final siempre me pasa igual, que los primeros kilómetros lo cumplo, pero luego siempre tropiezo en la misma piedra y me vuelve el gen competitivo y me esfuerzo mas de lo que debiera agravando así mis lesiones. Creo que es preferible evitar en la medida de lo posible las competiciones, aunque es tan dificil......

Sea como fuere al final conseguí terminar bastante entero, así que la carrera me dejó buen sabor de boca. Sin apretar conseguí quedar entre los veinte primeros y el sexto de mi categoría lo que me anima a seguir entrenando, aunque sea muy suavecito como últimamente lo estoy haciendo.

Una vez todos juntos nos fuimos nuevamente a la casa de nuestra familiar donde nos vestimos de “personas” y donde pudimos degustar unas cuantas cervezas, vinos y turrones.

La organización, para mí, estuvo bastante correcta, con inscripción de cinco euros y camiseta técnica, mochila y un sorteo, al que no me quedé, de un montón de productos de chorizos, salchichones, etc...

Salud para todos/as.