lunes, 7 de abril de 2014

XXXVI MEDIA MARATON COSLADA 2014




El pasado 30 de marzo se celebrada en la localidad madrileña de Coslada la 36 edición de su Media Maratón, este año además Campeonato de Madrid de Media Maratón Absoluto de Clubes y Campeonato de Madrid de Media Maratón de Veteranos

Se trata de una competición en la que he participado en numerosas ocasiones, pero siempre sobre un trazado distinto al que me enfrentaba en esta ocasión. Ya en su pasada edición del año 2013 se estrenaba el nuevo itinerario homologado por la Federación Española de Atletismo, pero no tuve ocasión de probarlo al no haber asistido ese año a esta cita.

         Sobre el papel, y aunque no dejan de ser veintiún kilómetros y pico por las calles de Coslada, lo cierto es que parece algo mas asequible que el perfil anterior, y comentándolo con algunos compañeros de mi club (http://clubatletismovelilla.blogspot.com.es/) que si compitieron en el nuevo circuito, parece que ellos también así lo creen.

Me levanto con la sensación de no haber dormido, no obstante mi hijo lleva unos días enfermo y hubo que llevarle en la noche de ayer a Urgencias ya que no le bajaba la fiebre. Parece que ser que la produce una "otitis serosa" que se le ha juntado con la gripe que viene arrastrando desde hace unos días. Creo que me ha debido contagiar algo ya que me levanto bastante destemplado, sin fuerzas y con algunos escalofríos, sin ninguna gana de correr. Apenas desayuno, ya que no me entra nada, y me marcho a recoger a mi cuñado Alejandro a la puerta de su casa. Siendo sincero, pensaba que hoy no me acompañaría ya que en el día de ayer compitió, nada mas y nada menos, que en un Trail de 50 kilómetros que partiendo desde el pueblo de El Berrueco, en la Comunidad de Madrid, daba la vuelta completa al embalse de El Atazar, recorriendo sendas, pistas forestales y caminos que unen en un circuito circular los pueblos del citado El Berrueco, pasando por Patones de Arriba, El Atazar, Robledillo de la Jara, para volver nuevamente al punto de salida. Una carrera, de nombre Trail del Genaro,  muy exigente que le llevó mas de cinco horas completar. Pero mi cuñado es un corredor aguerrido y chapado a la antigua, de esos que no se amilanan ante nada y con la capacidad de terminar una gesta como la mencionada y levantarse al día siguiente con el propósito de, al menos, colocarse en la salida de una media maratón. Me comenta que tiene la idea de salir a trotar un par de kilómetros y a partir de ahí, según como se encuentre seguirá o se retirará. Conociéndole como le conozco, estoy convencido que una vez que empiece a correr no parará hasta completar la Media Maratón entera.

Sea como fuere nos dirigimos a Coslada, aparcando el coche rápidamente en las proximidades del polideportivo Valleaguado, lugar donde está situada la meta, y del que separan apenas unos cientos de metros el arco de la salida de este nuevo circuito. Esperamos menos de diez minutos para poder recoger los dorsales, ya que llegamos justo cuando la organización está empezando a coordinar su entrega y aprovechamos que hay una cafetería justo en frente para tomarnos, tranquila y relajadamente, unos cafés calentitos. Tras los cafés ya podemos saludar a compañeros y compañeras del club que con un goteo continuo van llegando al polideportivo. Cambiamos impresiones con ellos, y hablamos sobre todo del esfuerzo que realizó ayer mi cuñado Alejandro en esos 50 Km. de media-montaña, en los que por cierto le estuvo acompañando la lluvia, y todos coincidimos en que cualquiera de nosotros no seríamos capaces hoy, no ya de colocarnos nuevamente un dorsal y tomar la salida de una Media Maratón, sino simplemente de pensar en esa posibilidad. Poco a poco nos juntamos un nutrido grupo de corredores del club y vamos dando un color naranja a esta bonita mañana deportiva. El día hoy ha amanecido sin rastro de lluvia o viento, no hace ni frío ni calor, y por tanto el clima es perfecto para competir.

La intención del club ha sido juntarnos en esta carrera en Coslada cuantos mas corredores mejor, y el motivo es porque Coslada precisamente es la sede de nuestro patrocinador www.roisolma.es a cuyo frente se encuentra el entrañable Juan Ruiz y con quien tenemos ocasión de hacernos alguna fotografía antes del inicio de la carrera.
Parte del Club Atletismo Velilla de San Antonio.
Ya en los primeros instantes del calentamiento noto claramente que no está mi cuerpo para correr, siento escalofríos intermitentes y tengo la sensación de estar como “flotando” con la cabeza embotada y la respiración muy alterada, está muy claro que hoy no va a ser mi mejor día para correr. Con esta premisa decido al menos salir e intentar completar la primera de las dos vueltas con las que cuenta el circuito, y a partir de ahí decidiré si continúo o me retiro directamente al coche que está a apenas dos minutos del polideportivo.

Sin mas, nos colocamos poco a poco entremezclados con los muchos corredores que paulatinamente van ocupando los escasos huecos que van quedando tras el arco de salida. Me doy cuenta  que entre el mal cuerpo y el embotamiento de cabeza, me he olvidado de ponerme el chip, y lo dejé en el coche, es la primera vez en mi vida que me ocurre ésto, lamentablemente ya no tiene remedio ya que en apenas un minuto y a las diez en punto de la mañana da comienzo la carrera.

Instantes antes de la salida, los naranjitos a la izquierda de la foto.
No me hacen falta ni tan siquiera diez metros para apartarme al lado derecho de la calzada y dejar paso a los corredores que salen por detrás de mi, las sensaciones son malísimas. Por delante se van Pedro y Carlos y no hago ni intención de ir con ellos. Choco las manos con los peques que junto a Juan nos animan desde la acera derecha y me pasa por la mente la idea de pararme, pero no sé si por vergüenza o por cabezonería no lo hago y sigo trotando hacia delante. Pasamos la primera rotonda por la avenida de José Gárate y veo como me adelanta Antonio Rus, un gran corredor en continua progresión y compañero también del club. Giramos a la derecha para iniciar la calle Venezuela y enseguida un nuevo giro a la derecha para pasar por la puerta del polideportivo en continuo ascenso por la calle Perú. Pasamos el primer kilómetro y me están entrando náuseas, esto no va nada bien.

Voy penando por el lado derecho de la calzada intentando no estorbar demasiado a la riada de atletas que me van superando constantemente, en algún punto entre la calle Argentina y la calle México me alcanza también, Juan Antonio,  el presidente del club. Hablo con él durante algunos cientos de metros y le animo que siga hacia delante, ya que yo cada vez voy peor y con el único objetivo de intentar completar los primeros diez kilómetros de ésta vuelta inicial y retirarme en cuanto llegue nuevamente al polideportivo. Si no lo he hecho ya, ha sido simplemente por cuestión de orgullo deportivo.

El perfil es en continua subida, lo que tampoco me ayuda mucho, sigo trotando durante cientos de metros y rebaso el cartel que marca el segundo kilómetro, que está situado en mitad de la cuesta del Centro Comercial Uruguay. Seguimos subiendo, esta vez por la calle Jorge Guillén, y atravesando toda la zona de chaléts conocida como “Las Conejeras”. Mas zona de subida, salpicada con alguna bajadita, y nos ponemos a los pies del tercer kilómetro, donde tras rebasarlo llegamos hasta el “Zocoslada” que nos sitúa en la amplia Avenida de España y con ella una corta pero durilla cuesta sobre las vías del tren.

Después de estos tres mil primeros metros parece que voy respirando con menos dificultad, nada para tirar cohetes, pero al menos las náuseas han desaparecido y puedo correr con algo mas de soltura. Esto me permite ir remontando algunas posiciones, adelanto a bastante corredores, entre ellos a mi amigo Luis Canfrac, (a la postre ganador en su categoría). Poco a poco me voy encontrando ligeramente mejor, lo que se traduce en un ritmo mas vivo que conlleva seguir adelantando posiciones. Por primera vez, empiezo a pensar en no retirarme si continúo con la mejoría, y con estos pensamientos voy cuando rebaso el cuarto kilómetro antes de iniciar una nueva cuesta con dirección a los dominios del Estadio del Olivo.

En este último kilómetro me he acercado bastante hasta Antonio y Juan que van corriendo juntos, y a los que llevo viendo delante desde hace rato, pienso que si llego hasta ellos podría aprovechar su compañía para hacer mas llevadera la carrera. En vista que el peor rato ha pasado incremento un poco el ritmo y en unos minutos, cuando vamos pateando la calle Océano Pacífico,  me sitúo ya a su estela. Enseguida Juan se interesa por mí y me pregunta que tal voy, a lo que respondo que algo mejor que en la salida, y Antonio se sorprende bastante al verme ya que él pensaba que iría a por delante. Corro junto a ellos unos cientos de metros y en lugar de lo que tenía en principio previsto de mantenerme a su lado, y en vista de la pequeña mejoría que experimento, decido no bajar mi ritmo y seguir hasta donde este me lleve. Por tanto Antonio y Juan se quedan por detrás y continúo adelantando posiciones corriendo por las calles Puerto de Barcelona, donde bebo un par de sorbos de agua en el avituallamiento del quinto kilómetro, así como la Avenida de la Constitución. En las largas rectas de ésta última puedo ver a lo lejos dos puntos naranjas que bien pudieran ser mis compis Pedro y Carlos, pero están lejísimos y estos dos, son corredores de mucho nivel que a buen seguro llevan un ritmo endiablado, por lo que enseguida abandono la idea de intentar ir a su encuentro. 

Ahora ya, y con la idea del abandono descartada, me limito a correr por sensaciones, sin ninguna otra pretensión y con el único objetivo de terminar una Media Maratón mas que engorde la larga lista de las ya conquistadas. Con estos pensamientos rebaso el sexto kilómetro justo sobre las instalaciones de la Policía Local de Coslada y sigo avanzando y adelantando a mas atletas. Callejeamos negociando unos cuantos giros a izquierda y derecha para después del kilómetro siete desembocar en la calle Virgen de la Cabeza. Ahora el perfil es favorable y, el que pueda, puede correr rápido, por mi parte veo cada vez mas cerca de Pedro y Carlos y ahora no me parece tan descabellado el poder llegar hasta ellos. Poco a poco me voy encontrando mas cómodo, y en vista del tramo favorable que estamos atravesando, incremento un pelín en ritmo con la esperanza de recortar metros con mis compañeros. Después de girar en una gran rotonda a la derecha comienza una corta pero dura cuesta que salva las vías del tren y donde aprovecho para subirla a buen ritmo y recortar muchos metros. De hecho, pasado el octavo kilómetro, y ya  en mitad de la Avenida de Fuentemar, consigo enlazar con Carlos y Pedro. Ellos van muy bien de ritmo y se les ve muy enteros, les digo que he pasado un auténtico calvario durante el inicio de la carrera y que a punto estuve de pararme, ellos me dicen que al no verme pensaron que me había parado en el coche a recoger el chip.

Ahora sí, la idea ya es continuar con ellos hasta el final de la carrera, y aunque por sensaciones creo que podría seguir progresando hacia delante, ya que es verdad que me encuentro mucho mejor, prefiero ser prudente y asegurarme el llegar a meta, de todas formas al haberme olvidado el chip no apareceré en la clasificación, por lo que no tiene mucho sentido el pegarme un calentón para nada.

Decido ayudar a mis compañeros en su carrera y hacerles de liebre lo que queda de prueba, por ello me pongo en cabeza a marcarles un ritmo constante y sostenido que estoy seguro pueden aguantar ambos. Pasamos el kilómetro nueve y encaramos la larga Avenida de la Industria por un feo polígono industrial. El perfil es llano y se puede correr si mayores complicaciones, por lo que vamos los tres devorando metros con un buen ritmo de competición. He de decir que Pedro y Carlos son cuñados y excelentes corredores, si bien Carlos compite carreras a ritmos que muchos ni sueñan, lo cierto es que siento una admiración especial por Pedro, quien a sus cincuenta y pico años, es capaz de seguir manteniéndose en las posiciones delanteras en aquellas pruebas en las que participa, siendo mejor no solamente que aquellos corredores de su categoría, sino también, y lo que es mas sorprendente, que muchos atletas bastante mas jóvenes que él. Sin duda estamos ante un excelente corredor que únicamente es superado por su calidad humana.

Pasamos el décimo kilómetro donde recojo avituallamiento para los tres, e incluso para algún atleta mas al que hemos dado caza y que ahora corre junto a nosotros. Estamos a punto de completar la primera vuelta al circuito y el panorama ha cambiado radicalmente de cómo lo veía al principio cuando solo tenía pensamientos negativos en mi cabeza. Ahora con la idea de ayudar a mis compañeros parece que me han vuelto las fuerzas y ya tengo un objetivo claro por el que luchar.

Pasamos por delante del Polideportivo, que por cierto es el único lugar donde hay algo de animación de público, e iniciamos el ascenso por todo el tramo durante los kilómetros once, doce y trece. Sigo marcando el ritmo disminuyéndolo en las ocasiones que de reojo veo a mis compis que les cuesta seguirlo y acrecentándolo cuando les noto ya recuperados. Ambos están corriendo con gran soltura y saben sufrir cuando toca y apretar los dientes llegado el momento.

Cerca del kilómetro catorce superamos una nueva cuesta donde aminoro un poco la zancada para no sacarles de punto y una vez arriba, tras una decena de metros donde les dejo tomar un poco de aire, empiezo a incrementar paulatinamente un ritmo al que consiguen ir adaptándose ambos. Sorprendentemente llegamos hasta Jose Félix (El Somalí) uno de los mejores corredores populares de toda la Comunidad de Madrid y ganador de infinidad de pruebas del calendario, nos comenta que va “pinchado” ya que tiene muchas molestias en las zonas de bajadas, se une a nosotros y yo sigo tirando de ellos. Llegamos al avituallamiento del kiómetro quince donde recojo agua para todos y algunos trozos de naranja, que nadie prueba salvo yo.

Nuevo paso por toda la Avenida de la Constitución y sigo muy pendiente de no sacar de punto a mis compañeros, ahora ya les noto un poco mas fatigados, pero creo que con fuerzas suficientes para seguir corriendo defendiendo un buen crono hasta la meta. El “Somalí” se queda descolgado mientras nosotros progresamos buscando la parte final de la carrera. Giros a derecha y a izquierdas callejeando por las entrañas de esta localidad madrileña y volvemos a plantarnos en el tramo favorable de la calle Virgen de la Cabeza. Les indico que es un buen tramo para intentar ganar segundos al crono e intensifico el ritmo de zancada, al que ambos responden inmediatamente, estos dos son unos fantásticos corredores, con ellos da gusto compartir kilómetros.

En la última subida el puente aminoro la marcha intentando dejarles relajarse un poco, y,que se den un pequeño descanso, porque quedan apenas cuatro kilómetros para la meta y en cuanto bajemos el puente voy a incrementar el ritmo y ya no voy a pararlo, exigiéndoles un esfuerzo extra.

Terminado el paso por el puente y justo al paso de la pancarta que marca el kilómetro décimo octavo, voy casi imperceptiblemente aumentando el ritmo, muy pendiente de la reacción de ambos, y en vista que, salvo momentos puntuales, los dos lo defienden bastante bien, voy tensando y tensando hasta ver donde está el límite. Inmersos ya en la fea Avenida de la Industria, les voy animando constantemente indicándoles que quedan apenas dos kilómetros, desde encima del puente vemos el paso de Juan que nos dedica un saludo que devolvemos inmediatamente. Ahora ya, noto que a Pedro le va costando el mantener el ritmo y parece empezar a descolgarse, así que en algunos momentos aflojo para no perder contacto y así pasamos los kilómetros diecinueve y apenas cuatro minutos después también el veinte. Ya no queda nada para llegar, se puede oler la meta, les pido un último esfuerzo y enseguida nos plantamos en la entrada al polideportivo, al que todavía hemos de dar una vuelta por la pista de atletismo. A Carlos todavía le noto con fuerzas y de reojo veo que Pedro se empieza a quedar un par de metros, en vista que estamos ya a escasos metros de la meta, sigo para adelante con Carlos, con quien llego codo a codo a la línea de meta y apenas cinco segundos después lo hace Pedro en un fantástico tiempo de una hora y veintiún minutos, que de haber estado federado le hubiese supuesto ser el Primer Clasificado de la Comunidad de Madrid en su categoría, para nosotros que sepas que lo eres.

Llegada a meta de Carlos y Alex, Pedro al fondo.


Pedro en Meta.

Saludamos a nuestros familiares y amigos que están en la grada, recogemos algo de bebida, y un vaso de cerveza fresquita (Detallazo de la organización) y esperamos la llegada del resto de compañeros del club, que lo irán haciendo escalonadamente.. 

Tras cruzar la meta
Mientras esperábamos la llegada de los compañeros, la organización fue colgando la clasificación de la prueba, y cual no fue mi sorpresa al verme en ella, incluso habiendo corrido sin el chip, (lo cierto es que hubo jueces en bastantes puntos del recorrido) y mas sorpresa todavía fue comprobar que hice el 4º puesto en mi categoría a escasos segundos del 3º, de haberlo sabido hubiese luchado sin duda por él, en fin, cosas que pasan...

Pensé que no aparecería, de haberlo sabido hubiese ido a por el 3º.

Mención especial para Olga que pisó pódium siendo segunda de su categoría, y también para Marga que completó la que ha sido su segunda Media Maratón.

Olga en el pódium.... CAMPEONAAA!!!
Tras las obligadas conversaciones post-carrera, y con la sensación de haber salvado un día complicado, me marcho para casa con la compañía de mi cuñado, quien al final, y como pensaba, se ha metido entre pecho y espalda la Media Maratón completa, me quito el sombrero.

Como conclusión decir que este circuito me parece bastante mas rápido y que estando en buena forma se puede hacer una buena marca, y sobre la organización, salvo pequeñas excepciones, comentar que ha estado a un gran nivel, con una gran coordinación y atención al corredor.

Bolsa del Corredor


Salud para tod@s