Comienza un nuevo día y este domingo del mes de noviembre nos recibe con un amanecer ventoso y fresco en cuanto a temperatura se refiere. Hoy va a ser la segunda prueba combinada que vamos a disputar en Torrejón de Ardoz en este año 2008, ya que allá por el lejano mes de Febrero tuvimos la oportunidad de participar en la última edición que se disputó en esta localidad madrileña, en otra mañana incluso mas fría que la que nos ofrece el día de hoy.
A eso de las nueve de la mañana pasa a recogerme mi cuñado Alejandro y una vez acoplada la bici en su coche, dirigimos rumbo hacia Torrejón donde arribamos en apenas diez minutitos. Debemos ser de los primeros en aparecer por la plaza de toros, epicentro de la Combinada y zona de relevos y transiciones de la misma, ya que hay poca gente todavía pululando por sus inmediaciones. Así recogemos nuestros dorsales, como también los de alguna de las parejas de amigos que nos van a acompañar en la prueba, y tras charlar unos minutos con Paco Rico, uno de los organizadores de estas pruebas combinadas, poco a poco y en escasos minutos comienzan a llegar el resto de nuestros amigos.
Deben ser cerca de las nueve y media y tras algunas coñas y chascarrillos entre colegas, nos vamos todos a por las bicis para pasar los controles oportunos a los que obliga la organización.
En esta ocasión, tanto mi cuñado como yo hemos decidido “uniformarnos” con la equipación naranja publicitaria de la empresa de camiones que regenta Alejandro, es seguro que no va a haber ninguna otra pareja que coincida con nuestro atuendo, como también es seguro que nos vamos a pasmar de frío al ser de tirantes la citada vestimenta.
Pasamos sin problemas el control de bici y casco y buscamos la ubicación del número setenta que es el que corresponde a nuestros dorsales. Nuestro sitio coincide con el tendido siete, así como también coincide con la zona de sombra del coso taurino, por lo que dejamos colocada la “burra” en el sitio correspondiente y nos situamos justo al otro extremo del albero, en una zona mas soleada desde donde aproximadamente sobre las diez de la mañana podemos escuchar la ya típica charla técnica que precede al inicio de la competición. Es allí donde se acerca para saludarme un amiguete habitual del foro de http://www.elatleta.com/ y que responde al nick de “Landes”, una gran persona y otro “loco” enganchado a este bello deporte, aprovecho para presentarle a mi cuñado y mas tarde él nos presentaría también a otros amigos habituales igualmente del foro y que escriben bajo los nicks names de “Duquito” y “Culebra”, buena gente, si señor...
Una vez ya en las afueras de la plaza de toros e instantes antes de la salida, dedicamos unos breves minutos a calentar los músculos con pequeños trotes. Las sensaciones son de estar bastante “rígidos”, supongo que debido al viento reinante y a la frescura de la mañana. Sin mas dilación, a las diez y media en punto, nos situamos bajo el arco hinchable de “Powerade” que delimita la zona de salida y tras el bocinazo que emerge de entre las manos de Paco Rico da comienzo la competición.
La primera vuelta la hemos de hacer “a pie” los dos integrantes del equipo, por lo que el ritmo que ha de llevarse en ella debe acoplarse al que marque el mas pausado de los dos participantes. Así, comenzamos a ritmos tranquilos y situados hacia la parte media-trasera del gran pelotón que formamos las ciento cincuenta parejas que en el día de hoy tomamos parte en la prueba. Desde esta posición podemos observar los movimientos de los corredores que nos preceden, por lo que vemos como poco a poco hay una pareja de amiguetes, la que forman Pedro y Carlos, que se nos van alejando y toman una posición de privilegio en las primeras unidades de cabeza. En los primeros metros mi compañero a punto está de tropezar con un bolardo que se encuentra literalmente en medio del camino de arena, teniendo la suerte de poder esquivarlo en el último instante. La primera vuelta discurre tranquila, y durante ella podemos observar como hay partes del circuito donde el aire sopla a favor y otras en las que entra de cara y con bastante virulencia, lo que nos demuestra que no va a ser una prueba sencilla.
Concluimos la primera de las cinco vueltas y hemos decidido que Alejandro continúe también corriendo durante la segunda por lo que me pongo el casco y me encaramo a la bici para acompañarle durante los próximos cinco mil trescientos metros. Ahora mi “compi” ya sabe lo que le espera por delante, así que ajusta su ritmo de crucero y con sus piernas y mis ánimos intentamos ir manteniendo la posición que ocupamos, que según mis cálculos debe rondar sobre el puesto treinta o cuarenta mas o menos. Durante esta vuelta voy “achuchando” a mi compañero en las zonas donde el viento sopla a favor y donde entiendo que no le va a costar tanto sufrimiento el mantener el ritmo, así tras atravesar pie a tierra el único túnel de recorrido sigo intentando inyectarle ánimos para que mantenga el ritmo. Mi cuñado no me habla, y esto viniendo de él significa que lo va dando todo. Entramos en la zona donde el aire vuelve a entrar de cara y ahora opto por animar en vez de “achuchar”, así que intento situarme con la bici en las zonas donde creo que protejo mas del viento a mi compañero y poco a poco vamos completando esta segunda vuelta. Tras el paso por la única zona algo mas técnica de la prueba donde está situado un pequeño mirador, damos alcance a “Duquito” y “Culebra” quienes nos precedían desde el inicio, y tras unas breves palabras de ánimo nos dirigimos a la plaza de toros donde podemos comprobar que ya han llegado nuestras familias y desde las gradas nos hacen llegar sus palmas y gritos de apoyo, tanto nuestras mujeres como nuestros hijos y sobrinos.
Comienza la tercera vuelta y ahora es a mí al que le toca correr, así que después de unos primeros metros buscando sensaciones, empiezo a correr de verdad a partir del primer kilómetro. Mi cuñado no para de darme ánimos, ahora no calla el jodío, y poco a poco vamos dando alcance a bastantes parejas de corredores. Continuamente corremos en progresión, y así adelantamos tras un par de kilómetros a Pedro y a Carlos que desde la salida nos aventajaban en unos cuantos cientos de metros. En la zona donde el aire deja correr a gusto hemos adelantado a mucha gente, así como a alguna pareja mas en la zona mas complicada, por lo que al llegar de nuevo al coso taurino yo creo que ya debemos estar dentro del grupo de los diez primeros.
Un nuevo cambio dentro del albero que supone para Alejandro el inicio de su última vuelta corriendo, por lo que desde el principio le voy fustigando con la intención de que no pierda mucho contacto con los corredores que nos preceden, así como también para mantener a raya a los que llevamos detrás. Yo sé que va a tope dentro de sus posibilidades, por lo que procuro no pasarme mucho arreándole pero tampoco le permito relajarse, ya tendrá tiempo de descansar en la última vuelta. Alejandro está hecho un toro y ha conseguido que al final de la vuelta solo nos hayan vuelto a pasar unas cuatro parejas. Constantemente saludamos a los amigos con los que nos vamos cruzando, Javi y David, Enrique y Eugenio, Alfonso y Eduardo, etc.... así como también nos llegan ánimos por parte de Landes, al que pude ver en mas de una ocasión.
Cuando llegamos nuevamente a la plaza de toros, Alejandro ya lo ha dado todo y está literalmente agotado, cambiamos nuevamente los papeles y vuelve a ser mi turno para correr. Me he quedado frío encima de la bici por lo que los primeros metros vuelven a ser de transición hasta que consigo entrar en calor. Vuelvo a aprovechar la zona de viento favorable para acelerar el ritmo y consigo rebasar a varias parejas en ella, así como también a alguna mas en el resto del circuito, por lo que al final llegamos a meta y nuestras familias desde las gradas nos cantan un quinto puesto en la clasificación general, que a la postre resultaría también primer puesto en categoría de veteranos.
Me abrazo con mi cuñado y damos por finalizada la prueba, subimos a las gradas y esperamos la llegada del resto de amigos, tras lo cual recogemos nuestros trofeos que nos acreditan como vencedores en la categoría de veteranos, en un podium al que Alejandro y yo subimos escoltados con, nada mas y nada menos, que seis de los ocho niños que nos acompañan en el día de hoy.
Una buena mañana para correr, disfrutar de los amigos y saludar a gente conocida, tras la cual nos marchamos todos juntos a comer .
A eso de las nueve de la mañana pasa a recogerme mi cuñado Alejandro y una vez acoplada la bici en su coche, dirigimos rumbo hacia Torrejón donde arribamos en apenas diez minutitos. Debemos ser de los primeros en aparecer por la plaza de toros, epicentro de la Combinada y zona de relevos y transiciones de la misma, ya que hay poca gente todavía pululando por sus inmediaciones. Así recogemos nuestros dorsales, como también los de alguna de las parejas de amigos que nos van a acompañar en la prueba, y tras charlar unos minutos con Paco Rico, uno de los organizadores de estas pruebas combinadas, poco a poco y en escasos minutos comienzan a llegar el resto de nuestros amigos.
Deben ser cerca de las nueve y media y tras algunas coñas y chascarrillos entre colegas, nos vamos todos a por las bicis para pasar los controles oportunos a los que obliga la organización.
En esta ocasión, tanto mi cuñado como yo hemos decidido “uniformarnos” con la equipación naranja publicitaria de la empresa de camiones que regenta Alejandro, es seguro que no va a haber ninguna otra pareja que coincida con nuestro atuendo, como también es seguro que nos vamos a pasmar de frío al ser de tirantes la citada vestimenta.
Pasamos sin problemas el control de bici y casco y buscamos la ubicación del número setenta que es el que corresponde a nuestros dorsales. Nuestro sitio coincide con el tendido siete, así como también coincide con la zona de sombra del coso taurino, por lo que dejamos colocada la “burra” en el sitio correspondiente y nos situamos justo al otro extremo del albero, en una zona mas soleada desde donde aproximadamente sobre las diez de la mañana podemos escuchar la ya típica charla técnica que precede al inicio de la competición. Es allí donde se acerca para saludarme un amiguete habitual del foro de http://www.elatleta.com/ y que responde al nick de “Landes”, una gran persona y otro “loco” enganchado a este bello deporte, aprovecho para presentarle a mi cuñado y mas tarde él nos presentaría también a otros amigos habituales igualmente del foro y que escriben bajo los nicks names de “Duquito” y “Culebra”, buena gente, si señor...
Una vez ya en las afueras de la plaza de toros e instantes antes de la salida, dedicamos unos breves minutos a calentar los músculos con pequeños trotes. Las sensaciones son de estar bastante “rígidos”, supongo que debido al viento reinante y a la frescura de la mañana. Sin mas dilación, a las diez y media en punto, nos situamos bajo el arco hinchable de “Powerade” que delimita la zona de salida y tras el bocinazo que emerge de entre las manos de Paco Rico da comienzo la competición.
La primera vuelta la hemos de hacer “a pie” los dos integrantes del equipo, por lo que el ritmo que ha de llevarse en ella debe acoplarse al que marque el mas pausado de los dos participantes. Así, comenzamos a ritmos tranquilos y situados hacia la parte media-trasera del gran pelotón que formamos las ciento cincuenta parejas que en el día de hoy tomamos parte en la prueba. Desde esta posición podemos observar los movimientos de los corredores que nos preceden, por lo que vemos como poco a poco hay una pareja de amiguetes, la que forman Pedro y Carlos, que se nos van alejando y toman una posición de privilegio en las primeras unidades de cabeza. En los primeros metros mi compañero a punto está de tropezar con un bolardo que se encuentra literalmente en medio del camino de arena, teniendo la suerte de poder esquivarlo en el último instante. La primera vuelta discurre tranquila, y durante ella podemos observar como hay partes del circuito donde el aire sopla a favor y otras en las que entra de cara y con bastante virulencia, lo que nos demuestra que no va a ser una prueba sencilla.
Concluimos la primera de las cinco vueltas y hemos decidido que Alejandro continúe también corriendo durante la segunda por lo que me pongo el casco y me encaramo a la bici para acompañarle durante los próximos cinco mil trescientos metros. Ahora mi “compi” ya sabe lo que le espera por delante, así que ajusta su ritmo de crucero y con sus piernas y mis ánimos intentamos ir manteniendo la posición que ocupamos, que según mis cálculos debe rondar sobre el puesto treinta o cuarenta mas o menos. Durante esta vuelta voy “achuchando” a mi compañero en las zonas donde el viento sopla a favor y donde entiendo que no le va a costar tanto sufrimiento el mantener el ritmo, así tras atravesar pie a tierra el único túnel de recorrido sigo intentando inyectarle ánimos para que mantenga el ritmo. Mi cuñado no me habla, y esto viniendo de él significa que lo va dando todo. Entramos en la zona donde el aire vuelve a entrar de cara y ahora opto por animar en vez de “achuchar”, así que intento situarme con la bici en las zonas donde creo que protejo mas del viento a mi compañero y poco a poco vamos completando esta segunda vuelta. Tras el paso por la única zona algo mas técnica de la prueba donde está situado un pequeño mirador, damos alcance a “Duquito” y “Culebra” quienes nos precedían desde el inicio, y tras unas breves palabras de ánimo nos dirigimos a la plaza de toros donde podemos comprobar que ya han llegado nuestras familias y desde las gradas nos hacen llegar sus palmas y gritos de apoyo, tanto nuestras mujeres como nuestros hijos y sobrinos.
Comienza la tercera vuelta y ahora es a mí al que le toca correr, así que después de unos primeros metros buscando sensaciones, empiezo a correr de verdad a partir del primer kilómetro. Mi cuñado no para de darme ánimos, ahora no calla el jodío, y poco a poco vamos dando alcance a bastantes parejas de corredores. Continuamente corremos en progresión, y así adelantamos tras un par de kilómetros a Pedro y a Carlos que desde la salida nos aventajaban en unos cuantos cientos de metros. En la zona donde el aire deja correr a gusto hemos adelantado a mucha gente, así como a alguna pareja mas en la zona mas complicada, por lo que al llegar de nuevo al coso taurino yo creo que ya debemos estar dentro del grupo de los diez primeros.
Un nuevo cambio dentro del albero que supone para Alejandro el inicio de su última vuelta corriendo, por lo que desde el principio le voy fustigando con la intención de que no pierda mucho contacto con los corredores que nos preceden, así como también para mantener a raya a los que llevamos detrás. Yo sé que va a tope dentro de sus posibilidades, por lo que procuro no pasarme mucho arreándole pero tampoco le permito relajarse, ya tendrá tiempo de descansar en la última vuelta. Alejandro está hecho un toro y ha conseguido que al final de la vuelta solo nos hayan vuelto a pasar unas cuatro parejas. Constantemente saludamos a los amigos con los que nos vamos cruzando, Javi y David, Enrique y Eugenio, Alfonso y Eduardo, etc.... así como también nos llegan ánimos por parte de Landes, al que pude ver en mas de una ocasión.
Cuando llegamos nuevamente a la plaza de toros, Alejandro ya lo ha dado todo y está literalmente agotado, cambiamos nuevamente los papeles y vuelve a ser mi turno para correr. Me he quedado frío encima de la bici por lo que los primeros metros vuelven a ser de transición hasta que consigo entrar en calor. Vuelvo a aprovechar la zona de viento favorable para acelerar el ritmo y consigo rebasar a varias parejas en ella, así como también a alguna mas en el resto del circuito, por lo que al final llegamos a meta y nuestras familias desde las gradas nos cantan un quinto puesto en la clasificación general, que a la postre resultaría también primer puesto en categoría de veteranos.
Me abrazo con mi cuñado y damos por finalizada la prueba, subimos a las gradas y esperamos la llegada del resto de amigos, tras lo cual recogemos nuestros trofeos que nos acreditan como vencedores en la categoría de veteranos, en un podium al que Alejandro y yo subimos escoltados con, nada mas y nada menos, que seis de los ocho niños que nos acompañan en el día de hoy.
Una buena mañana para correr, disfrutar de los amigos y saludar a gente conocida, tras la cual nos marchamos todos juntos a comer .
Mucha salud para todos.