lunes, 21 de septiembre de 2009

DE POPULAR EN POPULAR (EDWARDS 2009)



Otra de las carreras que son organizadas con mucho mimo y mucho cariño, ésta por parte del Club Edwards. La organización tiene establecido, creo que con muy buen criterio, un límite de 1.000 corredores para no verse desbordados a nivel organizativo.

Creo que no me equivoco si considero que ésta es otra de esas carreras que todavía conservan el significado de la palabra popular, tanto en las cuotas de inscripción como en el espíritu que rodea la prueba, este año adornada con la presencia del gran Fabian Roncero, quien por otro lado, bien es cierto, que en ningún momento hizo amago de disputar la misma ya que toda la carrera se le vió muy relajado, corriendo en mitad del pelotón y con una prenda deportiva atada a la cintura.


Bueno, el caso es que durante la semana me envió un e-mail mi amiguete Javier, quien es socio de este magnífico Club Edwards, para decirme que si tenía intención de apuntarme a éste diezmil se lo hiciese saber, ya que podía hacer él las inscripciones. He de reconocer que por un instante pensé en contestarle que no, pero después de parar a pensarlo un minuto me acordé que mi cuñado si que me había comentado que quería correrla, así que tras un telefonazo a éste para que me confirmase que seguía interesado en participar y me convenciese para que yo también me apuntase, rápidamente contesté al e-mail de Javi indicándole que nos inscribiese a ambos.

El domingo nos presentamos en las inmediaciones del auditorio del Parque Paraíso de Madrid donde podemos observar una larga cola de personas esperando para recoger los chips. El caso es que nada mas llegar podemos ver a Javi en la zona delantera de la fila y en pocos minutos ya ha recogido y nos ha entregado nuestros chips. Nos reunimos los siete amiguetes que participaremos hoy en la carrera, que no somos otros que mi cuñado Alejandro, el mencionado Javi, Enrique (un incombustible veterano que mejora con el paso de los años), Antonio (otro veterano y últimamente reconvertido en ultra-fondista), Bienvenido (Bienve para los amigos, natural de Cádiz y Velillense de adopción, compañero en los entrenamientos de los sábados por Velilla de San Antonio) y yo mismo.

Así, poco después de despojarnos de las prendas de abrigo y habernos colocado los dorsales y chips, empezamos a calentar suavemente por la recta de la contra-meta, acompañados ya de bastantes corredores. La mañana, respecto a su climatología, resulta perfecta para correr, un poquito de fresco y ni pizca de aire. Ya casi tenía olvidadas las sensaciones pre-competición, ya que a excepción de la carrera en Luzaga a mitad del pasado mes de agosto, llevaba prácticamente cinco meses sin colocarme un dorsal. Mientras calentamos puedo ver a algunas caras conocidas y puedo saludar a algunos amigos y conocidos, como por ejemplo a Carlos (conocido en algunos foros de internet como Runcar71), Jesusín, Manolo Capitán, y algunos mas.

Las carreras infantiles están tocando a su fin por lo que llega el momento, tras las obligadas meaditas de última hora, de tomar posiciones debajo del arco de salida. Lo cierto es que no hay mucha aglomeración, lo que nos permite situarnos prácticamente detrás de la primera línea de corredores por donde podemos ver a los hermanos Capitán, así como también al incombustible Sergio Fernández, reciente campeón mundial de las distancias de cinco mil y diez mil metros en los campeonatos para veteranos celebrados en Finlandia, en la categoría de veteranos mayores de 50 años, admirable.

A eso de las diez y treinta y tres minutos comienza la competición, como siempre salida frenética y nerviosa donde lo que mas conviene es el mirar donde se ponen los pies para evitar caídas, aun así es inevitable sufrir algún codazo o algún empujón. Al final de la recta de salida y, tras bordear la primera glorieta, comienza la primera rampa donde puedo saludar a otro amigo del club Edwards al que todos conocemos como “Jesusín”, quien en esta ocasión va acompañando y haciendo de guía a Julito, otro miembro del club que tiene problemas de visión. Les grito unas palabras de ánimo y continúo hacia adelante.

No miro el crono hasta pasado el kilómetro dos, donde el reloj me devuelve un tiempo de siete minutos y cinco segundos, o lo que es lo mismo, que voy a ritmo de tres treinta el kilómetro mas o menos, para mi sorpresa no voy demasiado asfixiado lo que me da moral para continuar con el ritmo del trío que formamos un corredor del Clínicas Menorca, otro chaval y yo, el compás lo marca el del Menorca. Delante de nosotros nos abren camino un par de grupos compuestos cada uno por unos ocho o diez corredores mas o menos. El primero de ellos es el grupo de cabeza donde puedo reconocer a Jose Luis y Vicente Capitán, a Jose Félix (Conocido como El Somalí), también a Sergio Fernández y a unos cuantos más. Detrás de este grupo, y ya un poco mas rezagados va otro conjunto de corredores de los que sus caras me son conocidas, no en vano he corrido a su lado en algunas otras competiciones, nos separan de ellos una decena de insalvables metros.

La competición está pensada a tres vueltas sobre un circuito repleto de toboganes, por lo que se hace difícil mantener un ritmo homogéneo, los kilómetros están perfectamente medidos, el asfalto es bueno, salvo algún pequeño bache, y la animación del público se hace especialmente sonora en las rectas de meta y contrameta. Al completar la primera vuelta sigo a la estela del “Clínicas Menorca” y continúo sorprendido porque no he notado ningún bajón en mi rendimiento y la pierna izquierda me permite correr mas o menos a ritmo. Adelantamos a un par de corredores que se quedan descolgados del grupo que nos precede y recibimos los ánimos del histórico Ramiro Matamoros, ganador en alguna ocasión del Maratón de Madrid, y quien apostado en uno de los márgenes de la carrera apoya a todos los corredores de su club y a los que les acompañamos. Completamos el giro de la segunda vuelta y me extraña que a estas alturas de competición no se nos halla ofrecido ningún tipo de avituallamiento líquido, la verdad es que el día de hoy no es para nada caluroso, además de que personalmente, en carreras de corta y media distancia, no suelo hacer uso de ellos, pero no deja de resultarme raro el no ver ningún puesto de avituallamiento, ya que creo que es muy posible que exista gente que pueda necesitar un trago, al menos, de agua.

La segunda vuelta la finalizamos sin que se produzcan variaciones notables en nuestras posiciones de carrera y así comenzamos el que será el tercer y último giro al circuito. En cada uno de los giros puedo observar como detrás de mi y a poca distancia me sigue Fabián Roncero, está claro que hoy a venido simplemente a acompañar y a pasar el rato pero no deja de ser chocante el correr por delante de él. Ahora si que empiezo a notar la falta de entrenamiento y el haber estado desconectado tanto tiempo de las competiciones y así, mas por demérito propio que por otra causa, me voy descolgando poco a poco de mi compañero de carrera, hasta el punto que me rebasa como una auténtica exhalación otro corredor del Club Edwards que va como una moto, no será el único en adelantarme, ya que poco después lo harán un par de corredores mas. Me he hundido totalmente en esta última vuelta y voy bastante atrancado, aunque estoy contento porque la pierna izquierda no es la culpable en esta ocasión del bajo rendimiento, ya que mas bien noto la falta de fuelle y de entrenamiento, y eso, al contrario que las lesiones crónicas, tiene solución.

En ésta última vuelta voy doblando a muchos corredores y corredoras que forman el vagón de cola de la carrera y que se toman ésta de una manera totalmente lúdico-festiva, algún día tengo que probar a realizar alguna carrera así, van hablando, riéndose y da la sensación que lo están disfrutando realmente.

Después del último giro de ciento ochenta grados en las cercanías de la gasolinera, encaramos la recta de llegada donde consigo recuperarme un poco y esprintar para parar el cronómetro de llegada en un tiempo de treinta y seis minutos y veinte segundos. Estoy contento porque, al menos, durante algunos kilómetros he conseguido mantener un ritmo aceptable, aunque posteriormente me halla hundido, y también estoy contento porque mi pierna izquierda no me ha dado mucho la lata. Me tomo una cerveza fresquita que con tan buen criterio nos ofrece la organización y espero la llegada de mi cuñado y amigos, de los que me despido después de una breve charla donde comentamos la carrera.

La organización ha sido bastante buena en líneas generales, aunque siempre hay algún aspecto que puede mejorarse para futuras ediciones, como por ejemplo la falta de avituallamiento en carrera (que no en meta) y las aglomeraciones en la llegada, en el resto de aspectos, inscripciones, organización técnica, bolsa del corredor, atenciones al corredor, creo que como siempre han estado bastante correctos, mi enhorabuena.

El resumen es que he tardado casi tres minutos mas que el año pasado en completar el mismo recorrido, pero igual de contento como en la pasada edición ya que ahora disfruto de este deporte de otra manera, espero que durante esta semana el esfuerzo no me pase factura. Lo mejor de todo sin duda fue la cervecita con los amigos después de pisar la línea de llegada.

Salud.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El que tuvo retuvo.
Un abrazo
Javi Sanz

mannarro dijo...

illo,illo.
las lesiones se pasan con el tiempo pero este no pasa en valde.
un placer volverte a ver disfrutando de lo que te gusta.
un abrazo y nos vemos en los bares.

MIGUEL

Lourdes dijo...

Una pena no haber podido ir a animarte, que falta te hace "hijo mío".

Me duele aqui, me duele alli, tengo esto, bla, bla, bla.....Que es lo que no te duele???? Dame un masajito por aqui, por allá......

A mi si que me duele, "la cabeza" de oirte....Je,Je....

Anda, que quieres, la edad va pasando factura; aún así, "pá tó lo que tienes", Je, Je....una buena carrera.

Sigue así campeón.
Bssssssss.