Lo cierto es que el balance de mi relación personal con esta Media Maratón de Guadalajara no es muy positivo que digamos, después de varios años sin aparecer por allí, (en la última ocasión y debido a una gastroenteritis, ni siquiera pude terminarla teniéndome que retirar a cagar detrás de un olivo), esta vez llegaba también, para no perder las malas costumbres, bastante tocado. El caso es que durante toda la semana previa a la carrera he estado incubando una especie de resfriado-catarro, con mucha tos seca, que todavía persiste, y que hace que en ocasiones me resulte complicado respirar bien, por no hablar de la infinidad de flemas y moquetes que me acompañan. Además, y por si no fuera poco, últimamente me persigue igualmente un dolor que nunca había tenido hasta ahora, (que raro… un dolor que no tenía, si yo creía que ya los tenía todos), pues para continuar siendo el pupas y no perder el calificativo, ahora se trata de un dolor, que no molestia, en la rodilla derecha, que sobre todo se hace notar cuando corro cuesta abajo…. Hala, otro mas para mi colección.
Bueno vamos al grano, con estos antecedentes durante la semana previa, el domingo día 16 de diciembre, junto con mi cuñado, como no puede ser de otra manera, nos presentamos en el Estadio Municipal de Atletismo Fuente de la Niña, lugar donde tiene lugar el inicio y el final de esta media maratón. Llegamos sobre las nueve y media, en un santiamén recogemos los dorsales y los chips y como la salida no está prevista hasta las diez y media de la mañana nos vamos a tomar un café a un bar cercano, no sin antes saludar a Jose, un amigo, mas aficionado a la bici que a esto del correr, y con el que suelo coincidir y competir algunos veranos en Sacecorbo, el pueblo alcarreño de mi padre.
Una vez en el bar, hacemos tiempo tomando unos cafés bien calentitos acompañados con unas pequeñas palmeritas de chocolate con las que el camarero a tenido a bien obsequiarnos, todo un detalle, el bar con el paso de los minutos se va llenando de corredores y corredoras por lo que empezamos a sentirnos inmersos en ese ambiente pre-competición que acompaña a cada carrera en la que tomamos parte, como siempre buen rollo entre todos, acompañado de bromas, risas y algún chascarrillo que otro.
La mañana amenaza lluvia, aunque hace menos frío del que pensábamos encontrarnos, aún así, esperamos hasta escasamente diez minutos antes de la salida para desprendernos de los chandals y vestirnos de corto. Una vez colocados los dorsales, enlazado el chip y untados de vaselina en sobaquillos, ingles y pezones, nos vamos para las pistas de atletismo a falta de menos de cinco minutos para la salida, por lo que tras dar un par de vueltas al tartán nos colocamos sin haber calentado apenas hacia la mitad del grupo que ya se ha formado desde la cabecera del arco de salida. Allí puedo saludar a Tomás un antiguo compañero de trabajo y al que últimamente me encuentro con bastante frecuencia, así como Alejandro saluda también a corredores con los que coincidió en algunos tramos de los cien kilómetros Madrid-Segovia en los que participó el pasado mes de septiembre.
Salida (Foto cortesía Patricia Dominguez) |
A las diez y media en punto se da la salida y tras unos breves segundos atravesamos el arco de salida. Al habernos situado en la parte media del pelotón, llevamos a mucha gente por delante, por lo que la salida de las pistas la hacemos juntos Alejandro y yo, muy pendientes de no tropezar con las decenas de pies que nos rodean. Una vez fuera de las pistas comenzamos con la que será la primera de un total de dos vueltas a un recorrido muy exigente por las calles de Guadalajara. No vamos a negarlo, es un media maratón muy dura por su perfil, ya que es una sucesión constante de cuestas enlazadas, por lo que hay pocos metros llanos para poder correr con comodidad, a ello además, en el día de hoy hay que sumarle el viento que en algunos tramos sopla con bastante fuerza y, caprichos de Eolo, casi siempre de frente.
Momentos después de salir de las pistas (Foto por Jose Mª Rosado) |
Nada mas salir al exterior del Estadio Municipal ya tenemos el primer repechito, que aunque de pocos metros, nos sirve de aperitivo para todo lo que nos espera por delante. En estos primeros compases de la carrera me mantengo muy tranquilo en el seno del gran grupo, simplemente buscando sensaciones e intentando entrar en calor con cada zancada. Tras deshacerme de algunas molestas flemas, empiezo a prestar mas atención a mi rodilla derecha, esperando la inminente llegada del dolor al comienzo de la pendiente que empieza a ser favorable a nuestro paso frente a la iglesia de Santa María Micaela, en el paseo que lleva su nombre. Pero me sorprendo gratamente al ver que el dolor no llega, ni siquiera alguna leve molestia que haga presagiar la llegada del mismo, por lo que muy contento, pero con las orejas tiesas esperando que el cualquier momento se manifieste, sigo trotando en la seguridad del gran grupo.
La señalización de los kilómetros está pintada de color azul en el asfalto, por lo que al ir con tantos corredores alrededor es casi imposible el visualizarlos, y así van pasando los minutos y las continuas cuestas. Giramos a la izquierda para patear unos metros la calle Toledo, hay muy poca gente animando, como también pocos coches circulando, por lo que los cortes de tráfico que estamos ocasionando no tienen casi repercusión en el despertar dominical de esta ciudad alcarreña. Nuevo giro de noventa grados, esta vez a la derecha y, continúo al tran-tran chequeando a cada zancada mi estado general. Parece que poco a poco voy calentando y engrasando la maquinaria. Cada vez que nos plantamos ante el inicio de alguna pendiente descendiente se me encienden todas las alarmas en la rodilla, ya que es precisamente en los tramos de bajada donde he notado durante toda la semana que empezaba el dichoso dolor, pero nada,…..que cosa mas extraña, ni un dolorcillo, ni una simple molestia, nada…..no me lo explico, pero que duda cabe que mejor así.
Seguimos corriendo hacia el corazón de Guadalajara, y en algún punto alguien me anima por mi nombre, me giro y es Loli, la mujer de mi amigo Jose, que junto a su hija, son unas de las pocas animadoras que podemos ver a lo largo del trazado. Sigo corriendo por calles interminables, en las que en algunos tramos y debido al rocío de la mañana, el asfalto resulta algo resbaladizo y pierdo algo de tracción en las zancadas. Sigo sin saber por qué kilómetro vamos, pero me encuentro cómodo, continúo corriendo despacio y solamente dejándome llevar por la inercia voy adelantando a algunos corredores.
Comenzamos a afrontar otro progresivo tramo de subida en la avenida Ciudad de Barcelona que se ve rematado en un gran cuestón en la bien nombrada calle Cuesta de Hita, donde adelanto a un numeroso grupo de corredores que a golpe de resoplidos y bufidos van maldiciendo cada metro de la terrible subida.
Desde aquí nos queda por delante un tramo bastante árido y despoblado para completar la primera de las vueltas.
Desde aquí nos queda por delante un tramo bastante árido y despoblado para completar la primera de las vueltas.
Tenemos que correr por amplias y abiertas avenidas de zonas residenciales que, salpicadas de cuestas, nos presentan como ofrendas al viento en bastantes tramos de ellas, lo que nos complica bastante el poder avanzar con normalidad. Así vamos superando la interminable avenida de Concepción Arenal, entre otras, para giro tras giro embocar la infinita avenida de Aragón, que resulta ser el tramo donde el aire nos azota con mas virulencia. Sigo sin ver apenas gente animando, lo que unido al tramo en subida, al aire y al cielo gris plomizo hacen de estos tramos un verdadero tostón.
Completando la primera vuelta (Foto por Jose Mª Rosado) |
Por lo que a mí respecta, estos primeros kilómetros me han servido para paulatinamente haber entrado en calor y dado que no hay rastro de dolor en la rodilla, decido al paso por el Estadio comenzar a correr en serio, esta primera vuelta podría decirse que ha sido simplemente de calentamiento. Así al inicio de la segunda vuelta empiezo a incrementar el ritmo y a irme poco a poco hacia posiciones mas delanteras. A medida que voy completando metros de esta segunda vuelta, por las calles ya conocidas en el primer paso, voy adelantando a numerosos corredores y voy corriendo mas fuerte.
Ahora llevo un ritmo mucho mas vivo, y eso se nota. Llevo la respiración bastante mas acelerada y en los tramos en subida tengo que regular si quiero llegar arriba sin echar el bofe.
Aprovecho sobre todo en los escasos tramos llanos para correr a buen ritmo, sujetándome un poco en las bajadas, por si las moscas la rodilla, y regulando mucho en las subidas, ya que como he dicho, hay algunas realmente duras.
Nuevo paso por las entrañas de Guadalajara, donde compruebo que están instalando unas casetas, supongo que navideñas, a lo largo de paseo del doctor Fernández Iparraguirre y de nuevo la subida por la avenida ciudad de Barcelona, con la guinda en el cuestón de la calle Hita, donde una vez mas supero a numerosos corredores.
Una vez culminado este tramo, y afrontando las largas avenidas de los kilómetros finales, me auto-impogo un ritmo bastante mas exigente que me hace ir adelantando a mas atletas, cada vez con menos frecuencia ya que a medida que voy progresando, los espacios entre corredores son mas grandes.
Una de las muchas cuestas, esta la de la calle Cuesta de Hita (Foto por Jose Mª Rosado) |
En esta segunda vuelta ya si me es mas fácil el poder ver los kilómetros señalizados en la calzada y en algún punto sobre el kilómetro dieciocho alguien me canta que voy en el puesto doce, pues mira, no está nada mal.
Esporádicamente sigo atrapando a corredores que me preceden, algunos del Club Maratón Guadalajara, otros del también club Alcarreño Velociraptor, y así voy completando esta media maratón a golpe de zapatilla y yendo de menos a mas, o mejor dicho, de mucho menos a mucho mas.
Cuando afronto por última vez la infinita avenida de Aragón, me doy cuenta que me estoy acercando a un grupito de cuatro corredores al que llevo viendo desde hace un par de kilómetros, y hasta a los que la distancia que me separaba entonces se me hacía imposible llegar. Ahora ya no pienso lo mismo, ya que aunque todavía a unos doscientos metros de distancia, creo que no sería muy descabellado el poder intentar alcanzarles. Y con ese pensamiento comienzo la larga avenida, a pesar del viento en contra. Poco a poco, y glorieta tras glorieta voy dándome cuenta que les voy recortando distancia, el viento no me deja correr a gusto, pero por lo que estoy comprobando les incomoda a ellos mas que a mí.
En lo que debe ser ya el último kilómetro (no he visto la señalización) acelero, cambio el ritmo, meto una marcha más y me acerco hasta ellos descaradamente, tanto que en lo que es ya la entrada al Estadio solo me separan una decena de metros del que cierra el grupo, que se ha descolgado un poco. Entro en el estadio y decido esprintar durante la vuelta a la pista que debemos realizar antes de llegar al arco de meta y, es en este último esprint final donde consigo adelantar a dos de ellos, no pudiendo llegar hasta los otros dos que también han lanzado su ataque final al pisar el tartán de las pistas, y de los que me quedo a escasos metros.
En lo que debe ser ya el último kilómetro (no he visto la señalización) acelero, cambio el ritmo, meto una marcha más y me acerco hasta ellos descaradamente, tanto que en lo que es ya la entrada al Estadio solo me separan una decena de metros del que cierra el grupo, que se ha descolgado un poco. Entro en el estadio y decido esprintar durante la vuelta a la pista que debemos realizar antes de llegar al arco de meta y, es en este último esprint final donde consigo adelantar a dos de ellos, no pudiendo llegar hasta los otros dos que también han lanzado su ataque final al pisar el tartán de las pistas, y de los que me quedo a escasos metros.
Ultimos metros (Fotos por Velociraptor) |
Una vez juntos, y habiéndonos abrigado lo suficiente, comprobamos en la clasificación que he quedado segundo en la categoría de veteranos, y puesto que todavía queda un rato para la entrega de trofeos, volvemos al bar donde tomamos los cafés hace un rato, para ahora cambiarlos por cervezas.
(Foto cortesía Oscar de Marcos) |
En la ceremonia de entrega de trofeos me llevo una grata sorpresa al encontrarme con Adolfo (Fito para los amigos), una persona encantadora y alma mater de la carrera de diez kilómetros que se celebra en el mes de agosto en el pueblo de Luzaga, y a la que intento ir siempre que puedo, te la recomiendo especialmente www.luzaga.com. Tras una rápida entrega de trofeos, recibo el que me corresponde de manos del alcalde de Guadalajara y sin mas demora nos volvemos para Madrid con la sensación de haber completado una Media Maratón mas, y en mi caso, mejor de lo que esperaba.
Como siempre gracias a los organizadores, que, salvo pifia en el podium de las categorías femeninas donde hubo un cierto caos, en el resto lo hicieron correctamente, y gracias también a todos los voluntarios y resto de personas que hicieron posible una vez mas la celebración de esta carrera. Gracias a su trabajo y dedicación, los corredores podemos disfrutar de pruebas como ésta.
La próxima cita, si nada se tuerce y las lesiones respetan, será en Pedrezuela, mas concretamente en la primera San Silvestre que organiza mi club http://cmpedrezuela.com y que esperamos sea todo un éxito, desde luego cariño y dedicación por parte de los organizadores no le va a faltar. www.sansilvestretrail.com
En el siguiente enlace, cortesía de VEOGUADATV, se puede ver un vídeo de la carrera:
Salud para todos/as.
ALEX.
5 comentarios:
Muchas Felicidades y como siempre gran carrera a pesar de ir pendiente de la rodilla, a ver si cuadra alguna sin incertidumbre coño.
Eso es lo que yo quiero Manuel, eso es lo que yo quiero.... No te lo vas a creer, pero de la carrera Cerro Marmota (la que me hacían daño las zapatillas) conservo a día de hoy una uña negra en el dedo gordo del pie, y la rodilla hoy que he vuelto a salir a correr un rato ha vuelto a darme la lata...
En fin, las goteras de la edad supongo, y como bien dices, a ver si consigo cuadrar alguna sin incertidumbres, si alguna vez lo consigo no me lo voy a creer, ja, ja..
Un abrazo.
PIRAÑA
Menos mal que andabas un poco pachucho... He estado viendo un poco el video y yo "me veia corriendo" despues de esos ultimisimos que iban descolgados en ese repecho tan largo. Bueno, mas que correr, seria trote cochinero.
CAda vez que comentas una nueva carrera me digo: fijate,a ver si me animo y vuelvo a correr (solo para recuperar un poco la forma...). Pero se me pasa pronto la tonteria. Mucho esfuerzo... Quien sabe, si un dia de estos por fin me animo.
Tu sigue con el blog, que esta muy bien. Un abrazo y Feliz Navidad.
Angel:
Anímate, al principio te costará un poquillo, pero en cuanto entres en la rutina te será mucho mas fácil.
Un abrazo y Feliz Navidad para tí también y todos tus seres queridos.
Alex.
Pedazo tiempo Alex, para una carrera tan dura, enhorabuena. Entré en la pista apenas a 10' de la salida, que hacía rasca, por eso no nos vimos, tampoco sabía que estabas allí. Este año te eché de menos en Patones.
A ver si nos vemos el domingo en Pedrezuela, yo también estaré por allí.
Salu2
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