La media maratón de Coslada está prevista como una carrera-rodaje para ir cogiendo de nuevo el tono. Tras un mes sin competir desde el pasado maratón de Sevilla y alguna sobrecarga insidiosa, ha llegado el momento de volver a zapatear el asfalto portando un dorsal sobre el pecho.
A eso de las 8:40 de la mañana (con cambio de hora incluido) pasa a recogerme mi cuñado Alejandro y a las 09:00 ya hemos retirado, en el polideportivo La Vía de Coslada, el chip junto con la compañía de David y Javi. Queda todavía una hora por delante y nos entretenemos un rato charlando con un amiguete que por allí anda ultimando los últimos detalles para que todos podamos gozar de una gran carrera. A eso de las 09:40 nos despojamos del chándal y tras calentar unos pocos minutos nos situamos en la línea de salida y nos deseamos suerte.
Esta vez estoy justo en primera línea de parrilla de salida, no sé que porras hago tan adelante si vengo únicamente a acumular kilómetros, pero es ya la costumbre, el caso es que no puedo decir que me estorbe nadie, ya que nadie hay delante de mí, salvo el coche con el reloj. Instantes después da comienzo la prueba y ya desde los primeros metros un magnífico Emiliano Roncero se destaca del grupo de cabeza, se podría decir que desde la primera curva ya nos saca al resto mas de veinticinco metros, que luego serían cincuenta, cien, doscientos..... para al final llegar con una ventaja a meta de mas de SEIS MINUTOS con respecto al segundo clasificado. Bueno, yo a lo mío que esa no es mi guerra. Los primeros kilómetros los hago a un ritmo de 3:30 el kilómetro, me encuentro bien de piernas y bien de fuelle aunque estoy rodando mas rápido de lo previsto, voy en un grupito muy majo de corredores entre los que se encuentra Jesús, un amiguete del club Edwards que es un auténtico campeón. Por delante entre Roncero y nosotros va un pequeño grupito con seis o siete atletas.
Con el paso de los kilómetros en el grupito en el que vamos tirando Jesús y yo, el ritmo lejos de decaer parece aumentar algo si cabe, por lo que poco a poco se van descolgando corredores. Así hacemos el paso por el diez mil en 34:50, definitivamente demasiado rápido para lo que tenía pensado, noto la falta de competición en las piernas y la respiración la tengo algo agitada, por lo que un par de kilómetros después le comento a Jesús que siga el si quiere con el ritmo que traemos porque yo me lo voy a tomar con mas calma, en parte porque este domingo quiero estar bien para la Media de Madrid, y en parte, bien es cierto, porque no puedo mantenerlo por mas tiempo.
A partir de ese momento me lo tomo con mas calma y bajo el ritmo, por detrás uno de los corredores que se habían descolgado me da alcance, es un atleta del club Suances de Madrid y lleva un ritmo muy cómodo para mí, por lo que decido seguir con él. Así llegamos a la zona mas dura de la prueba con unas cuestas bastantes respetables por la zona de Las Conejeras, al abandonarlas y después de una curva es donde veo a mi mujer y mis hijos animándome, pensaba que no iban a venir y me llevo una gran alegría al verles.
El corredor del Suances y yo vamos continuamente alternándonos y aunque llevamos a estas alturas un ritmo ya cansino, bien es verdad, que por detrás de nosotros no se ve absolutamente a nadie que pueda inquietarnos. Así hacemos un nuevo paso por la estación y encaramos los últimos kilómetros de la media maratón. El aire está siendo un gran protagonista en la mañana de este domingo, y visto que en muchas zonas es realmente molesto al pegar de cara, le comento a mi compañero de viaje que se proteja conmigo, que yo no aspiro a nada en esta carrera mas que a terminarla y que no me importa en absoluto ir tirando de él ya que el hombre da la impresión de ir algo forzadillo. Subimos un puente con el aire totalmente en contra, al bajarlo enfilamos ya la semirrecta de llegada donde una vez mas está mi familia animando, que gozada, llego a meta cansado pero con la sensación de estar poco a poco volviendo a coger la forma.
Al final he completado la prueba en 1:16:24, no está nada mal a tenor de las cuestas y el aire y en el puesto número 10. Mi amiguete Jesús se ha salido el tío, al final ha llegado el 4º por lo que recibe mi mas sincera enhorabuena. Luego cervecita en meta, alguna naranja y los abrazos y besos de mi mujer e hijos. Esperamos, poco mas de una hora, a la entrega de trofeos y al final nos vamos para casa con una copa, 50 €uritos, una sudadera y una camiseta técnica regalo de la organización, todo ello ademas de la bolsa del corredor. Me he quedado con muy buen sabor de boca ya que pensaba que el cuerpo iba a estar peor, pero soy optimista y creo que voy a poder disfrutar del próximo medio maratón de Madrid, antesala del gran MAPOMA.
A eso de las 8:40 de la mañana (con cambio de hora incluido) pasa a recogerme mi cuñado Alejandro y a las 09:00 ya hemos retirado, en el polideportivo La Vía de Coslada, el chip junto con la compañía de David y Javi. Queda todavía una hora por delante y nos entretenemos un rato charlando con un amiguete que por allí anda ultimando los últimos detalles para que todos podamos gozar de una gran carrera. A eso de las 09:40 nos despojamos del chándal y tras calentar unos pocos minutos nos situamos en la línea de salida y nos deseamos suerte.
Esta vez estoy justo en primera línea de parrilla de salida, no sé que porras hago tan adelante si vengo únicamente a acumular kilómetros, pero es ya la costumbre, el caso es que no puedo decir que me estorbe nadie, ya que nadie hay delante de mí, salvo el coche con el reloj. Instantes después da comienzo la prueba y ya desde los primeros metros un magnífico Emiliano Roncero se destaca del grupo de cabeza, se podría decir que desde la primera curva ya nos saca al resto mas de veinticinco metros, que luego serían cincuenta, cien, doscientos..... para al final llegar con una ventaja a meta de mas de SEIS MINUTOS con respecto al segundo clasificado. Bueno, yo a lo mío que esa no es mi guerra. Los primeros kilómetros los hago a un ritmo de 3:30 el kilómetro, me encuentro bien de piernas y bien de fuelle aunque estoy rodando mas rápido de lo previsto, voy en un grupito muy majo de corredores entre los que se encuentra Jesús, un amiguete del club Edwards que es un auténtico campeón. Por delante entre Roncero y nosotros va un pequeño grupito con seis o siete atletas.
Con el paso de los kilómetros en el grupito en el que vamos tirando Jesús y yo, el ritmo lejos de decaer parece aumentar algo si cabe, por lo que poco a poco se van descolgando corredores. Así hacemos el paso por el diez mil en 34:50, definitivamente demasiado rápido para lo que tenía pensado, noto la falta de competición en las piernas y la respiración la tengo algo agitada, por lo que un par de kilómetros después le comento a Jesús que siga el si quiere con el ritmo que traemos porque yo me lo voy a tomar con mas calma, en parte porque este domingo quiero estar bien para la Media de Madrid, y en parte, bien es cierto, porque no puedo mantenerlo por mas tiempo.
A partir de ese momento me lo tomo con mas calma y bajo el ritmo, por detrás uno de los corredores que se habían descolgado me da alcance, es un atleta del club Suances de Madrid y lleva un ritmo muy cómodo para mí, por lo que decido seguir con él. Así llegamos a la zona mas dura de la prueba con unas cuestas bastantes respetables por la zona de Las Conejeras, al abandonarlas y después de una curva es donde veo a mi mujer y mis hijos animándome, pensaba que no iban a venir y me llevo una gran alegría al verles.
El corredor del Suances y yo vamos continuamente alternándonos y aunque llevamos a estas alturas un ritmo ya cansino, bien es verdad, que por detrás de nosotros no se ve absolutamente a nadie que pueda inquietarnos. Así hacemos un nuevo paso por la estación y encaramos los últimos kilómetros de la media maratón. El aire está siendo un gran protagonista en la mañana de este domingo, y visto que en muchas zonas es realmente molesto al pegar de cara, le comento a mi compañero de viaje que se proteja conmigo, que yo no aspiro a nada en esta carrera mas que a terminarla y que no me importa en absoluto ir tirando de él ya que el hombre da la impresión de ir algo forzadillo. Subimos un puente con el aire totalmente en contra, al bajarlo enfilamos ya la semirrecta de llegada donde una vez mas está mi familia animando, que gozada, llego a meta cansado pero con la sensación de estar poco a poco volviendo a coger la forma.
Al final he completado la prueba en 1:16:24, no está nada mal a tenor de las cuestas y el aire y en el puesto número 10. Mi amiguete Jesús se ha salido el tío, al final ha llegado el 4º por lo que recibe mi mas sincera enhorabuena. Luego cervecita en meta, alguna naranja y los abrazos y besos de mi mujer e hijos. Esperamos, poco mas de una hora, a la entrega de trofeos y al final nos vamos para casa con una copa, 50 €uritos, una sudadera y una camiseta técnica regalo de la organización, todo ello ademas de la bolsa del corredor. Me he quedado con muy buen sabor de boca ya que pensaba que el cuerpo iba a estar peor, pero soy optimista y creo que voy a poder disfrutar del próximo medio maratón de Madrid, antesala del gran MAPOMA.
(Por cierto, me llevé una muy grata sorpresa al comprobar en el cartel de esta edición 2008, que aparecía mi fotografía de la entrada en meta del año 2007 escoltado por David y su hijo Adrián. )
Salud.
Salud.
2 comentarios:
Los que tenéis "chispa" y os movéis en esos tiempo, perdéis poco por un parón corto.
Un tiempazo en Coslada que augura uno mejor en Madrid.
Landes: Muchísimas gracias por tus gestiones de las camisetas, de verdad que es de agradecer.
Enhorabuena por tu media en Toledo, seguro que en MAPOMA vas a disfrutar.
Salud.
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