Fantástica mañana de deporte la vivida ayer en Camarma de Esteruelas. El tiempo no pudo ser mejor en cuanto a lo climatológico.
Una vez mas, acompañado por mi cuñaíto, he tomado parte en un duatlón de montaña, le estoy cogiendo el gustillo a este tipo de competiciones. Lo cierto es que son mucho mas divertidas que las carreras de fondo en asfalto, sobre todo por el tema de las transiciones y porque se combinan dos deportes en una misma carrera.
A eso de las nueve y media de la mañana recojo a mi cuñado en su casa y tras montar las dos bicis en el coche nos dirigimos a la localidad madrileña de Camarma de Esteruelas, lugar donde tiene lugar la competición. En poco mas de veinte minutos ya estamos aparcando allí el coche. La temperatura que nos revelaba el termómetro del coche al arrancarlo por la manaña era de -1ºC, y ahora al aparcarlo cerca de las 10 de la mañana marca ya 4º C, que con el sol que luce espléndido en lo alto y el paso de los minutos a buen seguro seguirá en constante progresión haciendo la mañana mas agradable.
Hemos llegado pronto y cuando vamos a recoger los dorsales todavía la organización no los está entregando, por lo que esperamos unos minutillos sobre el césped artificial del polideportivo y pasados escasos diez minutos ya recogemos los dorsales y una bolsa del corredor bastante famélica, mucho papel y escasos obsequios realmente prácticos.
Una vez recogidos los dorsales, y tras una pequeña visita al exterior de la iglesia de esta localidad nos dirigimos al coche para, una vez colocados dorsales en pecho y montura, como también el chip en el tobillo, volver de nuevo al polideportivo para dejar las bicis aparcadas en la zona de boxes.
Esta vez seremos cerca de quinientos participantes por lo que la zona de boxes está muy concurrida y lo que mas me asombra es la gran cantidad de buenas y buenísimas bicicletas que podemos ver por allí. En mi caso participo, como siempre, con una bicicleta con muchos años y kilómetros ya sobre sus ruedas que hace ya mucho tiempo pasó a estar ya anticuada, de echo es la que utilizo para ir todos los días al trabajo y se pasa todo el día en la calle sin llamar la atención, pero yo estoy hecho a ella, y aunque tiene muchas carencias, sobre todo de frenos y de cambio, yo de momento seguiré participando con ella ya que nunca me dio ningún problema.
Poco antes de la salida calentamos dando vueltas a la pista de atletismo y allí podemos encontrarnos y saludar a nuestros amigos Juan Agus y Alejandro (otro tocayo), dos estupendos corredores y mejores personas de Pedrezuela (pertencientes al club de montaña con ese mismo nombre http://www.cmpedrezuela.com/ ) y que libran su lucha particular entre ellos para ver quien consigue batir a quien, una rivalidad sana y bien entendida que hace que para ellos las carreras tengan un aliciente mas.
Pasados un par de minutos de las once y media de la mañana da comienzo la carrera, ésta está compuesta por 5 kilómetros de cross, 18 kilómetros en bici de montaña para terminar con otros 3 kilómetros de cross. Así pues empiezo este primer sector buscando sensaciones y con el objetivo de testear mi nivel de forma actual, ya que últimamente no estoy entrenando casi nada debido a mis inseparables molestias en la zona de la espalda y cadera. La salida se hace por un amplio camino de tierra, desde el que constantemente tengo referencias de la cabeza de la prueba, pero imposible de seguirles, yo me mantengo en un segundo gran grupo con un ritmo vivo y mirando bien donde pongo los pies ya que el camino está repleto de baches y rodadas. No tarda mucho en aparecer antes nosotros una dura cuesta que aunque no muy larga ya consigue el objetivo de hacer una primera selección, como siempre la gente que sale muy fuerte luego suele pagarlo a las primeras de cambio. Yo sigo a mi ritmo y consigo adelantar a unos cuantos corredores. Tras coronar la cuesta y tras un breves metros de llano ahora toca hacer una bajada pronunciada y algo técnica, donde procuro controlar las zancadas porque es este tipo de situaciones de las que luego me resiento una vez en frío. Intento bajar con precaución y me pasa algún atleta en esta zona, pero pronto volvemos a tomar un camino llano que nos lleva otra vez a los dominios de Camarma y donde una vez tomamos contacto con un paseo carril-bici junto a la rivera de un arroyo empiezo a adelantar a unos cuantos corredores al sentirme mucho mas cómodo en este tipo de firme.
Los cinco kilómetros pasan rápidos y tras poco mas de veinte minutos ya estoy realizando la primera de las transiciones, tardo muy poco en coger la bici y en ponerme el casco, y como utilizo unas mismas zapatillas (unas kalenji del Decartón) para toda la prueba, pues no tengo necesidad de perder mas que algunos pocos segundos en estar encima de la bici dando pedales. Por delante me esperan dieciocho kilómetros de caminos de todo tipo y totalmente desconocidos para mí, y de los que tendré que ir descubriendo a medida que los vaya afrontando. La salida del Polideportivo es por la misma pista que hemos pateado minutos atrás. Los primeros kilómetros son llanos y con la única dificultad de los baches y pequeñas trampas que nos reserva el amplio camino, pero poco tarda en aparecer la primera cuesta que reclama un inminente cambio al plato pequeño y al piñón con mas dientes de todos, y aún así al toparme en mitad del cuestón y casi parado a uno de los corredores que me preceden no me queda mas remedio que echar pie a tierra, con la mala fortuna que el competidor que va justo a mi rueda por detrás no consigue sacar los pies de las calas de los pedales y se va al suelo. No he podido evitarlo y me sabe mal por el chaval, así que dejo mi bici a un lado para dejar paso a todos los que nos persiguen y ayudo al chaval a levantarse, al ser una caída casi en parado no tiene mayores consecuencias que un par de rasguños y poco mas, pero ya el resto de la cuesta tenemos ambos que hacerla andando ya que es imposible arrancar de parado en mitad de ella. Una vez superada esta adversidad, y tras haber sido adelantado por decenas de corredores vuelvo a montarme en la bici y continúo superando kilómetros, en algunas de las largas rectas meto plato grande y piñón pequeño y consigo ir dando caza a algunos “bikers” y en las zonas mas “técnicas” sobre todo en bajadas son otros los que me dan alcance a mí, no obstante, creo que son mas a los que adelanto que los que consigue rebasarme.
Llegamos hasta las inmediaciones de Meco para volver de nuevo a encarar rumbo hacia Camarma en un recorrido sin muchas complicaciones y bastante favorable para los buenos rodadores, los kilómetros pasan rápido y salvo algunos tramos con alguna cuesta y aire de cara, el resto lo completamos sin muchas exigencias, salvo una última cuesta en bajada a través de un pinar que afronto con bastante cautela ya que el terreno está bastante quebrado y donde me adelantan un par de corredores mucho mas hábiles y osados que yo, corredores a los que una vez superada la bajada vuelvo a adelantar cuando afrontamos los últimos tramos de asfalto por las calles de Camarma que nos dan paso de nuevo a la pista del Polideportivo.
Es hora de hacer la última transición, así que una vez mas, en breves segundos dejo colocados la bici y el casco en la zona de boxes y comienzo a correr nuevamente para afrontar los últimos tres kilómetros de la prueba. El cambio de la bici a la carrera a pie no lo llevo bien, los primeros metros me cuesta un mundo mover las piernas que bien parecen piedras, pero después de unos cientos de metros ya empiezo a correr con cierta soltura y así consigo adelantar a algún corredor. La mayoría de estos tres últimos kilómetros son por el mismo carril-bici que ya completamos en la primera ronda y que con buen firme es perfecto para mi forma de correr, así que en esos tres mil metros no me adelanta absolutamente nadie y por el contrario incluso consigo dar caza a algún atleta mas a escasos metros de la línea de llegada, línea que cruzo en un tiempo total de 1h:16m:37sg. Muy, muy contento porque con muy poco entrenamiento, o casi nulo, he conseguido estar mas o menos cerca de los mejores, incluso a escasos segundos del podium de veteranos, pero ese por el momento no es mi objetivo, sino el recuperarme de la maldita lesión de espalda que desde el verano me trae por la calle de la amargura, de echo este miércoles tengo cita nuevamente con el médico para realizarme mas pruebas y a ver si dan por fin con un diagnóstico fiable.
Una vez completada la carrera espero en la zona de meta la llegada de mi cuñado y mis amigos, y quien primero se presenta sorprendentemente es Juan Agus que lo hace escasamente un minuto por delante de Alejandro y éste a su vez también un minuto escaso por delante de mi cuñado. Una vez todos juntos, y mientras reponemos fuerzas con el avituallamiento para “golosos” que nos ha dispuesto la organización, comentamos entre risas y pequeños piques, los pormenores de la carrera.
Una vez recogidas las bicis, cuando ha llegado el último corredor, nos volvemos para casa con la satisfacción de una mañana mas bien aprovechada aunando dos grandes pasiones como son la naturaleza y el deporte, y si a esto le sumamos la compañía de grandes personas, el resultado como no puede ser de otra manera es excelente.
Salud para todos/as.
Una vez mas, acompañado por mi cuñaíto, he tomado parte en un duatlón de montaña, le estoy cogiendo el gustillo a este tipo de competiciones. Lo cierto es que son mucho mas divertidas que las carreras de fondo en asfalto, sobre todo por el tema de las transiciones y porque se combinan dos deportes en una misma carrera.
A eso de las nueve y media de la mañana recojo a mi cuñado en su casa y tras montar las dos bicis en el coche nos dirigimos a la localidad madrileña de Camarma de Esteruelas, lugar donde tiene lugar la competición. En poco mas de veinte minutos ya estamos aparcando allí el coche. La temperatura que nos revelaba el termómetro del coche al arrancarlo por la manaña era de -1ºC, y ahora al aparcarlo cerca de las 10 de la mañana marca ya 4º C, que con el sol que luce espléndido en lo alto y el paso de los minutos a buen seguro seguirá en constante progresión haciendo la mañana mas agradable.
Hemos llegado pronto y cuando vamos a recoger los dorsales todavía la organización no los está entregando, por lo que esperamos unos minutillos sobre el césped artificial del polideportivo y pasados escasos diez minutos ya recogemos los dorsales y una bolsa del corredor bastante famélica, mucho papel y escasos obsequios realmente prácticos.
Una vez recogidos los dorsales, y tras una pequeña visita al exterior de la iglesia de esta localidad nos dirigimos al coche para, una vez colocados dorsales en pecho y montura, como también el chip en el tobillo, volver de nuevo al polideportivo para dejar las bicis aparcadas en la zona de boxes.
Esta vez seremos cerca de quinientos participantes por lo que la zona de boxes está muy concurrida y lo que mas me asombra es la gran cantidad de buenas y buenísimas bicicletas que podemos ver por allí. En mi caso participo, como siempre, con una bicicleta con muchos años y kilómetros ya sobre sus ruedas que hace ya mucho tiempo pasó a estar ya anticuada, de echo es la que utilizo para ir todos los días al trabajo y se pasa todo el día en la calle sin llamar la atención, pero yo estoy hecho a ella, y aunque tiene muchas carencias, sobre todo de frenos y de cambio, yo de momento seguiré participando con ella ya que nunca me dio ningún problema.
Poco antes de la salida calentamos dando vueltas a la pista de atletismo y allí podemos encontrarnos y saludar a nuestros amigos Juan Agus y Alejandro (otro tocayo), dos estupendos corredores y mejores personas de Pedrezuela (pertencientes al club de montaña con ese mismo nombre http://www.cmpedrezuela.com/ ) y que libran su lucha particular entre ellos para ver quien consigue batir a quien, una rivalidad sana y bien entendida que hace que para ellos las carreras tengan un aliciente mas.
Pasados un par de minutos de las once y media de la mañana da comienzo la carrera, ésta está compuesta por 5 kilómetros de cross, 18 kilómetros en bici de montaña para terminar con otros 3 kilómetros de cross. Así pues empiezo este primer sector buscando sensaciones y con el objetivo de testear mi nivel de forma actual, ya que últimamente no estoy entrenando casi nada debido a mis inseparables molestias en la zona de la espalda y cadera. La salida se hace por un amplio camino de tierra, desde el que constantemente tengo referencias de la cabeza de la prueba, pero imposible de seguirles, yo me mantengo en un segundo gran grupo con un ritmo vivo y mirando bien donde pongo los pies ya que el camino está repleto de baches y rodadas. No tarda mucho en aparecer antes nosotros una dura cuesta que aunque no muy larga ya consigue el objetivo de hacer una primera selección, como siempre la gente que sale muy fuerte luego suele pagarlo a las primeras de cambio. Yo sigo a mi ritmo y consigo adelantar a unos cuantos corredores. Tras coronar la cuesta y tras un breves metros de llano ahora toca hacer una bajada pronunciada y algo técnica, donde procuro controlar las zancadas porque es este tipo de situaciones de las que luego me resiento una vez en frío. Intento bajar con precaución y me pasa algún atleta en esta zona, pero pronto volvemos a tomar un camino llano que nos lleva otra vez a los dominios de Camarma y donde una vez tomamos contacto con un paseo carril-bici junto a la rivera de un arroyo empiezo a adelantar a unos cuantos corredores al sentirme mucho mas cómodo en este tipo de firme.
Los cinco kilómetros pasan rápidos y tras poco mas de veinte minutos ya estoy realizando la primera de las transiciones, tardo muy poco en coger la bici y en ponerme el casco, y como utilizo unas mismas zapatillas (unas kalenji del Decartón) para toda la prueba, pues no tengo necesidad de perder mas que algunos pocos segundos en estar encima de la bici dando pedales. Por delante me esperan dieciocho kilómetros de caminos de todo tipo y totalmente desconocidos para mí, y de los que tendré que ir descubriendo a medida que los vaya afrontando. La salida del Polideportivo es por la misma pista que hemos pateado minutos atrás. Los primeros kilómetros son llanos y con la única dificultad de los baches y pequeñas trampas que nos reserva el amplio camino, pero poco tarda en aparecer la primera cuesta que reclama un inminente cambio al plato pequeño y al piñón con mas dientes de todos, y aún así al toparme en mitad del cuestón y casi parado a uno de los corredores que me preceden no me queda mas remedio que echar pie a tierra, con la mala fortuna que el competidor que va justo a mi rueda por detrás no consigue sacar los pies de las calas de los pedales y se va al suelo. No he podido evitarlo y me sabe mal por el chaval, así que dejo mi bici a un lado para dejar paso a todos los que nos persiguen y ayudo al chaval a levantarse, al ser una caída casi en parado no tiene mayores consecuencias que un par de rasguños y poco mas, pero ya el resto de la cuesta tenemos ambos que hacerla andando ya que es imposible arrancar de parado en mitad de ella. Una vez superada esta adversidad, y tras haber sido adelantado por decenas de corredores vuelvo a montarme en la bici y continúo superando kilómetros, en algunas de las largas rectas meto plato grande y piñón pequeño y consigo ir dando caza a algunos “bikers” y en las zonas mas “técnicas” sobre todo en bajadas son otros los que me dan alcance a mí, no obstante, creo que son mas a los que adelanto que los que consigue rebasarme.
Llegamos hasta las inmediaciones de Meco para volver de nuevo a encarar rumbo hacia Camarma en un recorrido sin muchas complicaciones y bastante favorable para los buenos rodadores, los kilómetros pasan rápido y salvo algunos tramos con alguna cuesta y aire de cara, el resto lo completamos sin muchas exigencias, salvo una última cuesta en bajada a través de un pinar que afronto con bastante cautela ya que el terreno está bastante quebrado y donde me adelantan un par de corredores mucho mas hábiles y osados que yo, corredores a los que una vez superada la bajada vuelvo a adelantar cuando afrontamos los últimos tramos de asfalto por las calles de Camarma que nos dan paso de nuevo a la pista del Polideportivo.
Es hora de hacer la última transición, así que una vez mas, en breves segundos dejo colocados la bici y el casco en la zona de boxes y comienzo a correr nuevamente para afrontar los últimos tres kilómetros de la prueba. El cambio de la bici a la carrera a pie no lo llevo bien, los primeros metros me cuesta un mundo mover las piernas que bien parecen piedras, pero después de unos cientos de metros ya empiezo a correr con cierta soltura y así consigo adelantar a algún corredor. La mayoría de estos tres últimos kilómetros son por el mismo carril-bici que ya completamos en la primera ronda y que con buen firme es perfecto para mi forma de correr, así que en esos tres mil metros no me adelanta absolutamente nadie y por el contrario incluso consigo dar caza a algún atleta mas a escasos metros de la línea de llegada, línea que cruzo en un tiempo total de 1h:16m:37sg. Muy, muy contento porque con muy poco entrenamiento, o casi nulo, he conseguido estar mas o menos cerca de los mejores, incluso a escasos segundos del podium de veteranos, pero ese por el momento no es mi objetivo, sino el recuperarme de la maldita lesión de espalda que desde el verano me trae por la calle de la amargura, de echo este miércoles tengo cita nuevamente con el médico para realizarme mas pruebas y a ver si dan por fin con un diagnóstico fiable.
Una vez completada la carrera espero en la zona de meta la llegada de mi cuñado y mis amigos, y quien primero se presenta sorprendentemente es Juan Agus que lo hace escasamente un minuto por delante de Alejandro y éste a su vez también un minuto escaso por delante de mi cuñado. Una vez todos juntos, y mientras reponemos fuerzas con el avituallamiento para “golosos” que nos ha dispuesto la organización, comentamos entre risas y pequeños piques, los pormenores de la carrera.
Una vez recogidas las bicis, cuando ha llegado el último corredor, nos volvemos para casa con la satisfacción de una mañana mas bien aprovechada aunando dos grandes pasiones como son la naturaleza y el deporte, y si a esto le sumamos la compañía de grandes personas, el resultado como no puede ser de otra manera es excelente.
Salud para todos/as.
2 comentarios:
Buena crónica y felicidades
Quien te ha visto y quien te ve, el asfalto medio de lado, corriendo trail, montaña y duatlones. Desde luego se disfruta más.
Salu2
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