lunes, 16 de junio de 2008

10 Km. San Antonio de la Florida


10 KM. TROFEO SAN ANTONIO DE LA FLORIDA

A estas alturas de la temporada, las piernas, los pulmones, el corazón, así como todos y cada uno de los músculos del cuerpo empiezan a resentirse y pasar factura a tantos kilómetros devorados y a tanto esfuerzo acumulado, y esto se nota en el rendimiento.

Esta semana previa a la competición me han dado los resultados de un examen médico bastante completo con su electro-cardiograma y analítica correspondiente. Por lo que dicen los datos y los médicos he pasado “satisfactoriamente” mi I.T.V. particular, salvo alguna pequeña falta leve. Así me indican que tengo “un poco” elevado el colesterol (cosa que no entiendo mucho ya que apenas como grasas...., en fin...), como también que tengo muy bajos los niveles de hematrocrito en sangre (para entendernos son los glóbulos rojos que transportan el oxígeno), me marca un porcentaje del 36’8% que según dicen es muy bajo. El caso es que tan pocos hematocritos podrían explicar la sensación de cansancio que arrastro últimamente, así como el bajo rendimiento, tendré que hacer algo para elevar ese porcentaje, y como no puedo permitirme el lujo para irme a entrenar en altura, pues me han indicado comer hígado y carnes rojas, malos por otra parte para el colesterol, así que aquí estoy con el dilema de si aumentar los hematocritos, aumentando seguramente también el colesterol ya de por sí alto, o quedarme como estoy y con esta sensación de pesadez que me acompaña todo el día.

Bueno, vamos al lío... el sábado antes de este diez mil, estuve corriendo con mis amiguetes de Velilla de San Antonio durante aproximadamente hora y media, al final, y como casi siempre, hubo leña y terminamos a “calzón quitao” como dicen por ahí. Esto unido al cansancio antes citado hicieron que el domingo no pudiese ni con los pantalones.

Llegamos Alejandro (uno de mis cuñados) y yo, alrededor de las nueve de la mañana a la zona de salida, recogimos nuestros chips y el de mi otro cuñado Pablo, que aparecería poco después. La mañana, en cuanto a lo climatológico se presentaba estupenda, a diferencia de la carrera del año 2007 donde nos cayó encima un auténtico diluvio. La temperatura perfecta y sin una pizca de aire. Los diez kilómetros debemos completarlos dando dos vueltas a un circuito de 5 kilómetros, con una cuestecita que se hace respetar.

Calentamos un poco, echamos la meadita de rigor y nos situamos bajo el hinchable de la salida. Por allí podemos ver a los primeros espadas en la primera fila tomando posiciones... Puntualmente a las 10:00 a.m. da comienzo la competición al ritmo del pistoletazo que acaba de marcar el juez. Hala a correr......

La salida, como en casi todos los diezmiles, se hace a tope, no por el motivo de tener muchas ganas de hacerlo así, que la verdad es que no, sino porque de otra manera sería arrollado por todos los corredores que están detrás mía. La salida es en bajada y como voy rápido y a la zaga del grupo de cabeza, hace que el paso por el kilómetro 2 lo haga en 6 minutos y 10 segundos, lo que significa que he ido a 3:05 los dos primeros kilómetros... un suicidio. Después de estos dos primeros kilómetros, doy un bajón al ritmo que traía y me quedo en torno a los 3:20 minutos por kilómetro con un grupito de seis u ocho corredores, justo detrás de la cabeza de carrera, y con ellos tras una rápida subida al primer paso por la cuesta, completo la primera vuelta, a partir de aquí vendría mi desfallecimiento. Al inicio de la segunda vuelta ya noto que las piernas no van, vamos que no van ni de coña, hasta el kilómetro siete mas o menos voy atrancado pero sin bajar mucho el ritmo debido en parte a que el perfil es en bajada o llano. Al llegar el segundo paso por la cuesta ya voy bastante cascadillo, y así me pasan tres o cuatro atletas, después de coronar la subida enfilo el último kilómetro que me conduce a meta, ya sin pena ni gloria y sólo dejándome llevar. Al final puedo estar contento con el resultado, he quedado en el puesto 16 con un tiempo de 34:17, que según estaban las cosas en la segunda vuelta ya me doy con un canto en los dientes.

Poco después llegan mis cuñados y vuelta a casa. En esta época del año toca seguir con la “mountain-bike” continuando con apariciones esporádicas en carreras de atletismo.

¿Alguien tiene por ahí unos hematocritos de sobra?.

Salud

lunes, 2 de junio de 2008

I Combi-2 Coslada (Duatlhón por parejas)


Una vez mas he tomado parte en una de las carreras combinadas que con tan buen criterio organizan los amigos del club “ñ ultrafondo” http://www.ultrafondo.com/.


Al igual que en todas las citas anteriores, mi compañero en este duatlhón por parejas, ha sido una vez mas mi cuñado Alejandro. Ésta vez se trataba de completar un total de unos 23 kilómetros aproximadamente en cinco vueltas sobre un trazado de 4,5 kilómetros cada una, compuesto por algo mas de un kilómetro de asfalto y el resto por campo. En la primera vuelta el reglamento marca que la han de realizar los dos componentes del equipo corriendo, pasando luego en las vueltas sucesivas a ir uno en bici y el otro corriendo, realizándose las transiciones, o relevos, dentro de una zona delimitada por un par de rayas blancas pintadas en el suelo dentro del polideportivo “El Olivo”.

Normalmente en este tipo de competiciones no hay ningún planteamiento previo, por lo general llegamos y corremos, así pues, solemos decidir nuestra estrategia de carrera pocos minutos antes de darse la salida. Igualmente, por ejemplo, decidimos quien hará tal o cual relevo, quien dará la vuelta número tal y quien finalizará corriendo y quien en bici. Pero esta vez ha sido todo muy distinto, comenzando porque hasta la fecha, casi siempre habíamos sido dos, o tres parejas a lo sumo, quienes tomábamos parte en estas combinadas y en esta ocasión hemos sido nada menos que siete parejas de amigos los que nos presentamos en la línea de salida.

Todo ello hizo que se generaran todo tipo de “piques” sanos en los distintos entrenamientos pre-competición que solemos realizar por los parajes de la localidad de Velilla de San Antonio, no obstante el gran grueso de los participantes son residentes de ese pueblo. Los días previos a la cita han sido un bombardeo contínuo de e-mails contando cada uno sus entrenamientos, su estado y forma física, y todo hasta tal punto que se llegó incluso ha realizar una porra “simbólica” sobre como iban a quedar las posiciones de cada pareja al término de la carrera. Porra que al final, por distintos motivos, no ha logrado acertar nadie.

La parte negativa de todo este revuelo se la ha llevado Javi, uno de los mas ilusionados participantes y que figuraba, junto con su compañero David, en el segundo lugar de la porra en casi todas las apuestas. El caso es que, siendo papá de un recién nacido de apenas unos días ha sido baja para la carrera al tener a la criatura ingresada por un proceso vírico-febril, del que afortunadamente parece que se encuentra mejor, por ello David tuvo que buscar urgentemente y a toda prisa un compañero en la tarde del sábado para poder participar.

Bueno, al grano, el caso es que nos presentamos toda la familia (mujer y dos hijos) en Coslada el domingo a eso de las 08:30 de la mañana y allí nos reunimos con los otros 13 corredores, algunos acompañados ya de sus mujeres e hijos, y otros cuyo “acompañamiento familiar” lo haría durante el transcurso de la prueba. La mayoría nos conocemos, pero hay algunos que solo conocemos “virtualmente” por lo que hay parejas deportivas que se están conociendo en ese mismo instante como por ejemplo David con su compañero de última hora.

Recogemos los dorsales y pasamos el control de jueces, la temperatura para correr no puede ser mejor, la mañana ha amanecido con un cielo nublado pero sin llover, aunque existe alguna nube amenazante. Durante la charla previa que da la organización, nos informan que durante el marcado del recorrido en la tarde del sábado, cayó una buena tromba de agua por lo que hay un tramo especialmente embarrado que puede hacerse complicado, luego comprobaríamos que no era para tanto.

Con la atenta mirada de nuestras familias que cámara en mano nos inmortalizan desde las gradas, a las 09:30 en punto se da el bocinazo que indica el comienzo de la prueba. En la primera vuelta, que es la mas larga de todas, damos una vuelta completa al complejo deportivo “El Olivo”, por lo que nuestros “animadores” nos pueden seguir durante un tiempo desde las gradas, donde también se encuentra Carlos, uno de nuestros compañeros habituales de entrenamiento en Velilla, pero que por causa de una lesión (periostitis tibial) no ha podido tomar parte en esta Combinada, ya tendrá tiempo de desquitarse, es muy joven todavía.

Callejeamos apenas un kilómetro por las calles de Coslada y enseguida salimos al campo, primero el circuito nos conduce a través de un carril de cemento junto a unos campos de futbito que bordeamos, luego cruzamos un puente sobre la vía del tren y a partir de aquí todo campo con poco barro y alguna cuesta para terminar otra vez en las calles de Coslada y accediendo de nuevo a las pistas deportivas de “El Olivo” donde realizamos el primer relevo. Mi cuñado continúa corriendo otra vuelta mas y yo, después de ponerme el casco, le acompaño subido en la bicicleta. En esta primera vuelta debemos ir sobre la posición 10-12 mas o menos, mi cuñado lleva un ritmo bueno, aunque hay algunos galgos que por detrás nos dan alcance y nos adelantan, llegamos al final de la segunda vuelta y hacemos nuestro relevo recibiendo los gritos de ánimo de nuestras familias y amigos desde la grada, ahora me toca a mí correr y a mi cuñado “descansar” encima de la bici. Desde el comienzo de esta tercera vuelta voy adelantando a gente, me impongo un ritmo muy vivo y los adelantamientos son cómodos ya que hay espacio suficiente para pasar, a diferencia de circuitos de otras combinadas. Así terminamos la tercera vuelta sobre el puesto séptimo u octavo, creo.

Un relevo mas y ahora le vuelve a tocar correr a mi cuñado, apenas le dejo tiempo para pensar y en esta cuarta vuelta voy constantemente animándole desde mi cómoda posición encima de la bici. Alejandro va dándolo todo, se le nota el esfuerzo que está realizando y aunque nos vuelve a pasar alguna que otra pareja, estamos manteniendonos bastante dignamente. Llegamos al último relevo donde desde la grada nos marcan que vamos los décimos, hacemos el cambio con bastante soltura y comienza la quinta y última vuelta. Al inicio de la misma adelantamos a la pareja que llevamos inmediatamente delante, ya somos novenos, poco después nos situamos séptimos al haber adelantado de una tacada y en pocos metros a dos parejas a la vez. En la parte del recorrido que discurre junto a las pistas de futbito adelantamos a otra pareja mas, ya somos sextos y parece que será ya la posición definitiva, ya que el llegar hasta los siguientes que nos preceden se antoja algo difícil, a tenor de la considerable distancia que nos separa de ellos, yo casi me daba ya por satisfecho, pero espoleado por los ánimos de mi cuñado desde lo alto de la bicicleta, así como los de Nando, el hijo de otro compañero que también ha decidido acompañarnos en esta última vuelta, intento progresar un poco más, ya que apenas quedan ya dos kilómetros para terminar. Así, me exigo un poquito mas y en la zona de campo, tras completar la única subida de consideración que cuenta la prueba, conseguimos dar alcance a la pareja que marcha en quinto lugar, arrebatándoles la posición. Ya sólo nos queda llegar a meta, y así lo hacemos tras una hora y veintisiete minutos de carrera. Abrazo con mi cuñado, felicitaciones, recogemos la bolsa del corredor y nos vamos para la grada con la familia para ver llegar al resto de compañeros.

Desde la grada vamos disfrutando con las espaciadas llegadas de las distintas parejas, hasta la llegada de mi otro cuñado Pablo, y Alfonso su compañero en el día de hoy, dos deportistas con mucho mérito ya que no están acostumbrados a este tipo de competiciones y han conseguido completarla muy dignamente.

Un vez terminada la carrera nos vamos todos a tomar unas cervezas fresquitas, invitación de Enrique en su pub “Odin” de Coslada y que nos abre especialmente para nosotros, mientras los niños se lo pasan estupendamente jugando y bailando alrededor del futbolín y el billar.

Ha sido una mañana deportiva mas, donde como casi siempre hemos conseguido conjugar deporte y familia. Ahora toca descansar del atletismo, haciendo únicamente apariciones “esporádicas” en algunas carreritas pre-veraniegas, es tiempo de bicicleta.

Salud.
Alex.