lunes, 23 de noviembre de 2009

ALGO ES ALGO....







Bueno, bueno, pues haciendo gala de la cabezonería que nos persigue a todos los que nos dedicamos de una u otra forma a esto del atletismo y sumando las fuerzas reunidas con todos vuestros mensajes de apoyo al final ayer conseguí, después de bastante tiempo, completar de nuevo una carrera. Bien es cierto que fueron apenas seis kilómetros, pero a mí me supieron a gloria.

El día amaneció perfecto sobre Madrid, soleado, sin aire y un poco fresquito a primera hora de la mañana. En casa no hizo falta despertar a los mas pequeños, mas bien fueron ellos los que nos pusieron en marcha a los mayores, y es que cuando hay niños pequeños en casa uno se tiene que acostumbrar a dormir mas bien.....poco.

Tanto mi hijo como mi hija ya saben que les he apuntado a una carrera y me bombardean a preguntas respecto a la misma... Papá ¿donde es la carrera??... Papá ¿Vienen los primos??,.... Papá ¿Puedo ponerme el traje del Atleti??.....Papá ¿Cuantos kilómetros tengo que correr??... Papá... Papá.....y así hasta la hora de marcharnos.

En cuanto a mí no me he levantado con buen cuerpo, algo me debió sentar mal ayer en la merienda-cena porque tengo bastantes retortijones en el estómago, así que desayuno únicamente una manzanilla con un par de galletas, que parecen sentarme bien. Cuando ya estamos todos listos, a eso de las nueve y media de la mañana nos vamos hacia el Pinar de la Elipa, lugar donde se va a celebrar la competición organizada por la “Asociación de Vecinos La Nueva Elipa”. En unos diez minutos ya hemos llegado y aparcado, da gusto circular por Madrid sin tráfico de coches, ojalá y fuese así siempre.

La carrera de los pre-benjamines (categoría en la que participarán mis dos hijos) está prevista para las diez de la mañana, así que retiramos los dorsales y mientras esperamos la llegada de la hora prevista, les entretenemos un rato en un parque infantil que se haya a escasos metros de la salida, a parte de jugar en los columpios les sirve a modo de calentamiento previo a su carrera. El recorrido que les tienen reservado son dos vueltas a una explanada flanqueada por pinos centenarios y desde la que se divisa al fondo parte de la M-30, así como “El Pirulí”, en total tendrán que cubrir una distancia de unos 400 metros, por lo que tanto mi mujer como yo no estamos muy seguros de que la mas pequeña los pueda completar.

Un poco después de las diez de la mañana, la organización da inicio a las pruebas de pre-benjamines y benjamines, en una salida conjunta para las dos categorías. Da gusto ver las caras de ilusión de niños y niñas tan pequeños, con sus dorsales prendidos al pecho y sus ojitos mirando atentos al organizador que, pistola en mano, efectúa la detonación que indica el comienzo de la carrera.

Durante algunos metros acompaño a cada uno de mis hijos, por momentos al mayor y en mayor medida a la pequeña, les digo que tranquilos, que son dos vueltas y que guarden fuerzas para la segunda, y así lo intentan hacer como buenamente pueden. Al final llegan casi a la vez a la meta, y sorprendentemente la mas pequeña no se ha parado ni un solo metro, completando todo el recorrido corriendo. En meta, después de guardar la fila correspondiente, les espera una bolsa con caramelos, chucherías, frutos secos, una riñonera infantil, etc... además de una bonita planta que les regala a cada uno de los niños la organización. Están mas contentos que unas pascuas.

Poco antes de las once de la mañana, que es la hora prevista para el cross de las categorías Seniors y Veteranos, me quito el chándal e intento calentar un poco, no mucho la verdad, porque todos los kilómetros que haga ahora de más, probablemente no pueda completarlos luego. Así que muy suavecito voy entrando en calor hasta justo el momento del comienzo de la prueba. Por allí se pueden ver a varios de los buenos corredores que abundan por la Comunidad de Madrid, y a un buen nutrido grupo de atletas de todas las edades. Solo he participado una vez anteriormente en este cross, pero a buen seguro que en el día de hoy debemos ser casi el doble de las personas que recordaba tomaron parte en la otra edición.

Acompaño a mi mujer y mis hijos a un banco situado cerca de la línea de salida y me desean mucha suerte, mi mujer me comenta que no haga el burro y que si me duele la pierna no la fuerce y si es necesario que me pare, y así tengo pensado hacerlo.

Pasados escasos minutos de las once de la mañana empieza la carrera, se trata de dar tres vueltas a un exigente circuito de dos kilómetros donde no hay cien metros llanos, son todo subidas o bajadas, y se comparte tierra con tramos de un carril bici. Enseguida se forma un grupo cabecero que tarda poco mas de dos curvas en separarse del resto, yo por mi parte intento mirar donde pongo los pies porque solo me faltaba pisar mal y tener algún esguince. Al paso por el primer kilómetro me encuentro bien de pulmones pero muy, muy atento a mi pierna izquierda, que de momento no se queja. El circuito es un continuo tobogán donde hay gente que gana puestos subiendo y otros que lo hacen en las bajadas, hay lugares donde se hace necesario extremar las precauciones ya que algunos giros en pronunciadas bajadas son peligrosos por la proximidad de los troncos de los pinos.

Completamos los dos kilómetros de la primera vuelta y recibo los ánimos y alguna fotografía por parte de mi familia, la verdad es que no voy tan mal como había previsto y la pierna de momento se está portando bien, así puedo mantenerme en carrera, si todo sigue así tengo esperanzas de poder terminar el cross. En la segunda vuelta ya el grupo va mas estirado y se puede correr mas cómodo, dentro de la comodidad que permiten las continuas subidas y bajadas. Sigo bien de respiración, aunque acuso mucho la falta de competiciones, llevo un ritmo cansino y en las cuestas arriba me hundo bastante, aún así estoy muy contento porque la pierna sigue sin darme la lata.

Así comienzo la tercera y definitiva vuelta al circuito animado por los aplausos de Lourdes y los niños, ahora estoy convencido de poder terminar los seis kilómetros así que intento probarme un poquito a ver que pasa si intento ir mas rápido. Enseguida me doy cuenta de que es mejor ni planteármelo porque en cuanto intento incrementar el ritmo empieza el primer latigazo en la pierna, mejor estarme tranquilito y no despertar al monstruo...... Simplemente me dejo llevar hasta la meta, a la que llego muchísimo mejor de lo que yo esperaba. Allí me espera la organización con una bonita planta y una bolsa con frutos secos, camiseta y refrescos.

Me reúno con mi familia y con la agradable sensación que dejan las endorfinas liberadas después del esfuerzo nos marchamos para casa. Me gustaría especialmente agradecer a la Organización de este Cross su labor desinteresada para poderlo llevar a cabo un año tras otro y sin recibir nada a cambio, es una prueba totalmente gratuita, nacida para defender un bonito pinar situado en pleno corazón de Madrid y en donde hemos podido pasar una magnífica mañana de domingo.

Hoy me duele bastante la pierna, pero no mas que otros días, así que mientras pueda seguiré corriendo, por el momento todavía no tiro la toalla.

Salud.
PIRAÑA.

lunes, 16 de noviembre de 2009

HASTA AQUÍ HE LLEGADO.


Pues sí, desgraciadamente y lamentándolo mucho, lo que no puede ser, no puede ser, y como dijo aquél además es imposible.

Lo cierto es que tenía la esperanza de ir recuperándome poco a poco, pero para ser realista la verdad es que no he mejorado nada en absoluto, la puñetera pierna izquierda no me deja vivir en paz y cada vez que intento correr veo las estrellas, así que lo único que puedo hacer es trotar muy suavecito y durante pocos minutos durante días alternos. Visto lo cual la decisión está tomada y es que no volveré a competir. Se acabaron las carreras rápidas, los medios maratones y los maratones, éstos últimos son los que mas coraje me dará el no poder participar en ellos, pero el destino ha querido que a mis 40 años tenga que plantearme el deporte de una manera totalmente distinta. En todo caso, si la pierna me lo permite, participaré esporádicamente en alguna carrerilla de diez kilómetros acompañando a algún amigo, y poca cosa más.

En fin, que esto es lo que hay por el momento, y no voy a darle mas vueltas. Me ha llegado el momento de disfrutar del deporte de una manera absolutamente distinta.


Un saludo.
PIRAÑA.