miércoles, 18 de febrero de 2009

LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE


















Aquí sigo en el destierro, leyendo muchos foros de atletismo desde la distancia que separa mi envidia por los entrenamientos de compañeros de afición, de mis ganas por salir a correr de nuevo. Se hace realmente difícil el comprobar día a día las evoluciones y los progresos de la gente que escribe en ellos, así como el leer en los muchos y buenos blogs que afloran por este mundo del ciberespacio, las andanzas, aventuras, planes, y tiradas largas con las que me puedo identificar plenamente. Muchas veces miro de reojo el pequeño ratón que descansa sobre el escritorio de la mesa de mi ordenador, y me pienso mas de dos veces el tomarlo entre mis dedos para pinchar el enlace a alguna página web de las que figuran en mis favoritos, porque sé que estoy a tan solo un “click” de abrir la puerta que conduce a un mundo lleno de almas ilusionadas con unos objetivos comunes y del que me separa una inoportuna y perniciosa lesión.

De alguna manera, el poder leer las peripecias de un sin fin de carreras y entrenamientos que muchos de vosotros contáis a través de la red, me hace sentirme en cierto modo cómplice de ello. Espero que los días de travesía por este desierto árido e inhóspito de la desesperación acaben pronto, y poder contaros que vuelvo nuevamente a estar entre todos vosotros, esa es mi esperanza y ésta la fuerza que me hace ser optimista de cara al futuro. Por el momento me conformo con seguir leyéndoos y sentirme partícipe en parte de vuestros progresos.

Gracias Lourdes por todo tu apoyo y por tener la paciencia de aguantarme.

Salud para tod@s.

jueves, 5 de febrero de 2009

Nuevamente Doña Lesión no ha sido invitada....







Bueno, pues tal y como me temía, al final tantas señales de aviso de mi pierna me han hecho tomar contacto con la cruda realidad. Uno nunca quiere hacerse a la idea de tener que parar y menos justo al inicio de la temporada de entrenamiento para un maratón en el que están depositados todos los objetivos del año. Pero Doña Lesión es lo que tiene, que no entiende de épocas del año, ni de objetivos, ni de gaitas, cuando cree que le llega el momento se manifiesta con su cara mas amarga y en este caso me ha tocado nuevamente hacerle un hueco en mi cuerpo.

Esta vez no puedo decir que haya cometido ninguna imprudencia grave, tal y como me ocurrió hace un par de años cuando por no parar a tiempo con una periostitis tibial en mi pierna derecha, derivó en una fractura de tibia por estrés que me dejó en el dique seco casi tres meses. Bien es cierto que quizás no debiera haber corrido en Tres Cantos allá por el ya lejano once de enero, pero tampoco las molestias eran tan reales y tan palpables como para haberme planteado el no hacerlo. Desde entonces, desde que crucé bajo el arco de meta no he dado ni una sola zancada mas, esa misma tarde ya me resultaba muy doloroso el subir y bajar escaleras y al día siguiente incluso andando me dolía bastante. Desde entonces estoy parado, a la espera de las pruebas que me tengan que realizar según el criterio de mi traumatólogo. Sea como fuere, el caso es que se ha ido todo al garete, ya me perdí la media maratón de Getafe (donde por cierto mi amigo Gerardo lamentablemente no pudo batir el record de España), soy baja para las próximas citas deportivas, y el objetivo que tenía marcado como principal para este año también se ha echo añicos, es mas, soy seria duda para tan siquiera tomar la salida en el próximo MAPOMA.

Quiero ser optimista y pensar que se trata solamente de una lesión muscular, aunque ya es mucho un mes para no haberme recuperado, posiblemente pueda tratarse también de una tendinitis en la zona del peroneo, pero a falta de las pruebas que confirmen o desmientan, la realidad es que tengo las mismas molestias que hace un mes. Las cosas hay que tomarlas según vienen, así que no me queda otra que tener entereza y esperar que poco a poco las aguas vuelvan a su cauce, aunque para una persona que está acostumbrada a correr, el estar totalmente parado pueda volverle literalmente “majareta”. Espero tener la paciencia necesaria para superar esta lesión, como ya lo he hecho en otras ocasiones, aunque resulta realmente duro el ver a corredores a todas horas por las calles y parques y sentir que no puedo, por el momento, ser partícipe de esta afición.

Pero yo me considero una persona fuerte y con una gran fuerza de voluntad, así que no va a haber lesión que me aparte de esta gran afición que es el correr o “running” como dirían otros, y prometo como Ave Fenix, volver con fuerzas renovadas y seguir dando guerra por estas carreras populares de las que con tanta ilusión afrontamos cada vez que nos calzamos las zapatillas de competición.

Espero estar junto a vosotros mas pronto que tarde....

Salud.

15 Km TRES CANTOS 2009


Llegamos a la cita de los quince kilómetros pedestres de Tres Cantos tras una semana complicada para entrenar debido a las nevadas caídas sobre las calles y parques de Madrid. Los paisajes que nos ha dejado la nevada son de los que vamos a recordar durante años, y las sensaciones de corretear por encima de la nieve virgen es de esas que erizan el vello y nos hacen disfrutar, aún mas si cabe, de este apasionante hobbie.

Esta semana tenía pensado tomarme algunos días de descanso para intentar recuperarme de todas las molestias que me vienen persiguiendo desde hace ya muchos días, pero al final no me he podido resistir a correr por el Parque Juan Carlos I con las estampas navideñas que nos ha regalado la fuerte nevada que cayó sobre la capital del reino. Los paisajes han sido realmente hermosos y pese a la dureza de correr sobre unos diez centímetros de nieve, merece la pena sentirse solo con uno mismo, escuchando por mas de una hora únicamente las pisadas sobre la nieve virgen acompañadas de los latidos de mi propio corazón, espero que estos esfuerzos no me pasen factura porque al final me he animado y he salido todos los días a correr, e incluso alguno por mas de hora y media seguidas, sobre el manto blanco que lo ha cubierto todo y a escondido por algunos días el verde al que nos tiene acostumbrado el Parque.

Sea como fuere llego a la cita con Tres Cantos con la única intención de no perder las sensaciones de la competición, y con el ánimo de que me sirva como punto de partida para comenzar el entrenamiento previo a mi gran objetivo para el año 2009, que no es otro que el Maratón Popular de Madrid, mas conocido por todos como MAPOMA, y mas concretamente el objetivo fijado para este maratón es el poder optar a podium en la categoría de Veteranos, no obstante, este año será el primero en el que tome parte en esta categoría al contar ya con cuarenta “tacos”. Creo que es un objetivo muy, muy complicado y difícil pero real, alcanzable y no imposible. Realmente si consigo mantener o incluso mejorar mi marca del año pasado podría tener opción a ello. En la pasada edición, terminé en el puesto veinticuatro de la clasificación general con un tiempo de dos horas y treinta y seis minutos, esto después de haber corrido en Sevilla con una marca inferior en casi cuatro minutos, por lo que pienso que si llego en buenas condiciones y sin haberme machacado con otro maratón un par de meses antes, podría tener opciones a conseguirlo. Por tanto este año no correré el MARASEVI y reservaré todas mis fuerzas para intentar quedar entre los tres primeros veteranos en el MAPOMA.

Bueno, voy a centrarme en Tres Cantos que me estoy yendo por las ramas. Una vez mas nos reunimos en la puerta del polideportivo de esta localidad Madrileña los que solemos ser habituales a esta cita deportiva, como siempre me acompaña mi cuñado Alejandro y junto con David y Javi recogemos nuestros chips y dorsales. Hace una mañana muy, muy fría y la nieve caída durante la semana se acumula por todas partes donde nos alcanza la vista. Por los altavoces la organización nos indica que todo el asfalto por donde transcurrirá la prueba está libre de nieve y ésta no supondrá ningún problema, no obstante, hemos de tener cuidado con alguna placa de hielo que pueda existir, (como así comprobaríamos a la postre).

Mis acompañantes van todos enfundados en mallas largas y camisetas también de manga larga, por lo que me da que pensar que he sido demasiado valiente en equiparme de corto, y únicamente protegido con unas medias largas hasta la rodilla como medida de precaución para las molestias que persisten en mi gemelo izquierdo. Así me doy la vuelta al coche y me planto una camiseta debajo de la que suele ser mi equipación habitual, además de una braga al cuello y unos guantes, aún así, en los momentos de calentamiento previos a la salida, me doy cuenta que hace demasiado frío y no consigo entrar en calor. Llego a esta prueba con serias molestias en el pubis que no se me terminan de quitar, el oído por suerte ya lo tengo recuperado pero por otro lado tengo muchas molestias en la pierna izquierda, mas exactamente por la parte externa de los gemelos que me hacen ser prudente y pensar en la prueba como un entrenamiento rápido, sin aspirar a nada mas. Mientras calentamos saludo a un amiguete con el que hice toda esta misma carrera el año pasado y con quien llegué a la meta, me comenta que el año pasado intentó batir el record de España de Media Maratón para veteranos de mas de cincuenta años en Getafe y se quedó a escasos segundos, por lo que este año pretende atacarlo nuevamente en Getafe y hoy es la piedra de toque final para apurar su estado de forma. Le deseo toda la suerte del mundo y ya le anticipo que este año seguramente no me verá en los puestos delanteros de la carrera pues mi forma física dista mucho de la del año pasado.

Poco antes del inicio de la carrera nos anuncian por los altavoces que van a realizar diversos llamamientos dependiendo de las marcas de los corredores, esta idea me parece novedosa y muy práctica ya que permite una salida mucho mas fluida y sin necesidad de cajones, como siempre, apelan al sentido de la responsabilidad de cada uno para situarse en la marca que le corresponde, ya que no se pide acreditación de ningún tipo para contrastar los tiempos. Así me sitúo en primera línea de salida, junto con todos los corredores que acudimos al primer llamamiento que realizan para atletas de menos de treinta y cinco minutos en diez mil metros. Por allí puedo ver a Pablo Vega, Fikadu Bekele, y una legión de corredores del Clínicas Menorca, ...

Sin tiempo para mucho mas se da la salida a la prueba y comenzamos a romper el silencio de esta fría mañana con el crepitar de nuestras zancadas sobre el imperturbable asfalto. El recorrido es de sobra conocido por los que somos habituales a esta prueba, por lo que no nos depara ninguna sorpresa, ya sabemos que no es fácil pero tampoco demasiado exigente, la única dificultad realmente seria es una cuesta de unos cientos de metros que situada sobre el kilómetro trece puede dejar sin fuerzas a aquellos que arriesguen en demasía antes de su acometida.

Lejos de lo que pudiera pensar, en los primeros kilómetros me encuentro bastante cómodo y eso que el ritmo es vivo, así y casi sin quererlo en un par de kilómetros voy adelantando a gente, cruzo un saludo con María Ruiz, gran campeona y ganadora en varias ocasiones de esta carrera, y me encuentro justo detrás de Gerardo Gómez Sanz, mi amiguete que antes os comentaba.

Vamos unos cuatro o cinco corredores en un grupito muy majo, como no tengo que reservar fuerzas para nada y me encuentro cómodo, tomo el mando del grupo y me sitúo en cabeza tirando de ellos durante unos cuantos kilómetros. Poco a poco veo que el ritmo que llevo es demasiado alto para algunos de los integrantes del grupo que terminan por descolgarse, pero decido no suavizar porque al que realmente me interesa hacer de liebre es a Gerardo, que va pegado completamente a mi estela intentando protegerse del viento, que en algunos tramos nos hace mas complicado el mantener el ritmo. Pasamos el avituallamiento del kilómetro cinco y a partir de aquí ya nos quedamos completamente solos Gerardo y yo, le digo que se concentre en seguirme y que no piense en darme relevos, es momento en pensar únicamente en acompasar la respiración, ya me encargo yo de todo lo demás, de mantener el ritmo, de coger avituallamientos, de cortarle el aire, de avisarle de los baches, hielo, etc.. Por su parte me dice que no sacrifique mi carrera por él, que me ve con fuerzas y que yo tire para adelante, pero no es mi carrera, la pierna izquierda no la tengo bien y no me conviene castigarla aun mas, ya he decidido desde la misma salida hacer la carrera como un entrenamiento de calidad, por lo que me quedo con Gerardo para lo que resta de carrera.

En diversos puntos de la prueba está la mujer de Gerardo, quien con cámara en mano nos hace multitud de fotografías y le anima con muchísimo cariño. Nosotros por nuestra parte seguimos devorando kilómetros a buen ritmo, aunque hay veces que noto que no debo incrementarlo ya que Gerardo pasa por algún bajoncillo. Es cierto que voy cómodo y mis piernas me piden mas ritmo, pero esta vez manda la cabeza.

Pasamos por el kilómetro diez y seguimos al mismo ritmo de unos tres minutos y veinticinco segundos por kilómetro, igualmente seguimos los dos solos sin nadie a quien dar alcance por delante y tampoco quien nos persiga por detrás. Es una carrera entre dos compañeros que no se conocen absolutamente de nada, sino únicamente de haber compartido una decena de kilómetros, pero parece que nos conociésemos de toda la vida y con una simple mirada ya sabemos lo que quiere cada uno, apreta mas, mas suave, agua, cógeme agua...vamos adelante....

Creo que Gerardo no tiene hoy su día, ya que le noto con la respiración muy agitada así que solamente intento llevarle a ritmo hasta la meta, así nos plantamos al inicio de la larga subida que tras dominarla nos conduce hasta los dos últimos kilómetros del día de hoy. Muchos ánimos del público y ya solo nos queda el último kilómetro, intento incrementar el ritmo para hacer un último esfuerzo y conseguimos acelerar algo la marcha. Al final cruzamos la meta los dos juntos de nuevo en los puestos diecisiete y dieciocho, aunque con un crono mas discreto que el año pasado, en mi caso ya lo veía venir, pero Gerardo esperaba una marca mejor que le diese mas confianza para su reto mas inmediato. Nos felicitamos tras pasar por el arco de meta, y le deseo de corazón que pueda batir el record de España de Medio Maratón de Veteranos de mas de cincuenta años en nuestra próxima cita en Getafe, de hecho le comento que como yo también tengo dorsal para esa carrera no me importa en absoluto hacerle nuevamente de liebre e intentar ayudarle a conseguir su objetivo.

He terminado muy entero, por lo que estoy muy contento ya que no lo esperaba, creía que con todas las molestias que arrastro iba a sufrir mucho mas, aunque ahora mientras espero a mi cuñado así como a Javi y David, al quedarme frío empiezo a notar como si tuviese latidos dentro de la pantorrilla izquierda, espero no haberme castigado demasiado así como también espero que el anti-inflamatorio que me tomé antes de la carrera surta su efecto.

Una carrera mas que me ha dado confianza suficiente para poder afrontar el duro entrenamiento que me espera por delante para llegar en plena forma a MAPOMA, de momento de vuelta a casa a disfrutar de mis dos pequeños y a pensar en la siguiente, que no será otra que la Media Maratón de Getafe.

Salud.

San Silvestre VICALVAREÑA


Desde la ultima carrera en Aranjuez estoy notando que mi forma física está empeorando día tras día, no consigo “coger ritmo” y me noto cansado y sin muchas ganas de correr. A esto le sumo que cada día entreno con alguna molestia nueva que se suma a las que ya me acompañan durante mucho tiempo. Tardaría menos tiempo en enumerar los músculos que no me duelen, que los que me recuerdan a cada zancada que están ya bastante castigados. De motivación la verdad es que tampoco ando muy sobrado, así que juntando todos estos ingredientes me dispongo a tomar parte de la San Silvestre Vicalvareña en una fría mañana de fin del año 2008.

Una vez mas me acompaña mi cuñado Alejandro y junto a él pasamos a recoger a mi otro cuñado Pablo, ésta vez seremos los tres los que tomaremos la salida en esta última competición del 2008. Nos dirigimos a la zona de la salida donde comprobamos que el asfalto está algo resbaladizo por lo que tendremos que extremar las precauciones, sobre todo en los giros, para evitar alguna desafortunada caída.

Poco antes de dar comienzo la prueba nos despojamos de los chandals y calentamos nuestros músculos durante algunos minutos. Durante estos instantes, los tres cambiamos impresiones que casi siempre suelen girar en torno al mismo tema, a mi me duele aquí, yo tengo molestias por allá, en fin, se nota que somos cuarentones y las “goteras” ya nos van asomando por todos lados.

Paulatinamente los corredores vamos tomando posición en el seno del grupo de atletas que vamos a tomar parte en esta prueba, desde uno de los laterales de la salida nos animan algunos de nuestros familiares, que cámara en mano, han decidido acercarse en esta mañana a presenciar la carrera. Esperamos un par de minutos a que algunos de los últimos rezagados con la equipación de “Boyaca” se sitúen en la línea de salida y cuando ya estamos todos da comienzo la competición.

Ya en los primeros pasos noto que, como siempre, tengo dolores en el pubis, en la planta del pie derecho mi fascitis plantar me recuerda que sigue siendo mi compañera de viaje, la otitis que acabo de pasar en mi oído izquierdo no me deja escuchar con nitidez los acontecimientos que suceden por ese lado y para colmo el gemelo izquierdo, que ya lleva unos días queriendo sacar entrada, se suma también a la fiesta. Lo dicho un auténtico rosario de lesiones, con todo y con eso, aún así puedo seguir corriendo.

El recorrido que nos espera por delante consta de dos vueltas a un circuito que según la organización debe medir algo mas de ocho mil seiscientos metros, por lo que desde el inicio, al tratarse de una prueba no muy larga, el ritmo que se impone en carrera es bastante vivo. Desde el mismo comienzo ya se forma un grupo cabecero de unos siete u ocho corredores al que intento unirme pero mi estado de forma me recuerda que ese no es mi sitio. Me quedo a cola de un segundo grupo perseguidor y en el que a decir verdad también me cuesta mantener el ritmo. Pasan los primeros kilómetros y debemos ir mas o menos a una media de tres minutos y medio por kilómetro, un ritmo no muy exigente aunque hoy para mí resulta incluso asfixiante. Mas o menos sobre el tercer kilómetro nos espera una buena cuesta en la que el grupo donde estoy integrado empieza a hacer justo lo contrario “desintegrarse”. A medida que sumamos metros de cuesta vamos restando corredores, y así al final del repecho quedamos apenas cuatro deportistas en persecución de un grupo cabecero que a cada zancada se nos aleja mas y mas...

Al término de la primera vuelta recibo los ánimos de algunos familiares que desde el seto central de la calzada disfrutan del paso de los corredores, también me llevo una grata sorpresa al reconocer entre el público a un paisano del pueblo de mi padre en Guadalajara, esto si que no me lo esperaba...intento poner buena cara y que no se note mucho que con apenas cuatro kilómetros ya voy fundido.

Cuando me alejo de mi paisano y familia ya no puedo disimular mas y me descuelgo del grupeto, dejándome caer de él. Ahora ya mi objetivo es simplemente terminar y llegar a meta, parece mentira pero la sensación de sufrimiento que recibo en esta prueba de apenas nueve kilómetros se me asemeja a la parte final de alguno de los maratones que llevo corridos, inaudito, está claro que no estoy en forma.

Por detrás alguien me da alcance y al tran-tran, nos quitamos de en medio un par de kilómetros mas y nos plantamos nuevamente a los pies de la subida, la que hacemos también con pocas ganas y poco ritmo. Ya solo queda llegar hasta el polideportivo donde tras una vuelta completa a las pistas de atletismo y después de un corto y soso sprint termino la carrera.

La organización ha estado en todo momento correcta, me dirijo a las gradas donde me esperan mis hijos, sobrinos, cuñada, etc...y juntos esperamos la llegada que mis otros dos cuñados que no tardan en cruzar la meta.

Al final he llegado en el puesto 11, aunque eso es lo de menos, ha sido una de las carreras que no van a quedar en mi recuerdo como de las mejores, aunque bien es cierto que a causa de mi pésimo estado de forma. De todos modos nada que ver con la San Silvestre Vallecana, este año no la corro porque me ha parecido un abuso lo que cobran por la inscripción, pero para el año que viene me pensaré seriamente el volver a correr de noche por las calles de Madrid, una vez probadas otras San Silvestres ya puedo comparar y desde luego el ambiente que se vive en Vallecas no se puede igualar con ninguna otra.

Bueno, nos vamos para casa que hay que reponerse para despedir el año bailando esta noche.

Salud.