lunes, 9 de febrero de 2015

MEDIA MARATON FUENCARRAL-EL PARDO 2015



Después de una semana con muchas dudas y con “la mosca detrás de la oreja” después de los parones por pinchazos en los músculos isquiotibiales de la pasada Media Maratón de Getafe, el domingo día ocho de febrero, junto con mi cuñado Alejandro y otros compañeros mas del Club de Atletismo Velilla de San Antonio, nos presentamos en el Distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo, con la sana intención de participar un año mas en esta dura carrera.

La semana previa ha sido un desastre en cuanto a entrenamientos se refiere, no he conseguido realizar ninguno bueno, incluso en alguno de ellos he vuelto a sentir algún amago de pinchazo nuevamente en la parte posterior del muslo derecho, así que la idea de hoy es únicamente sumar kilómetros de cara al próximo Maratón de Sevilla.

He recogido a mi cuñado en la puerta de su casa a las siete y cuarto de la mañana, y a eso de poco mas de las siete y media ya hemos aparcado el coche. Comprobamos de primera mano el intensísimo frío que hace en esta mañana dominical, no en vano el termómetro del coche venía marcando todo el camino entre tres y cuatro grados bajo cero. Bien abrigados nos dirigimos a las inmediaciones del Polideportivo Santa Ana, donde antes de que se forma mas aglomeración recogemos nuestros dorsales. Es momento de buscar algún bar donde desayunar tranquilamente puesto que todavía no son las ocho de la mañana y la carrera no comienza hasta las nueve.

La tarea de encontrar un bar abierto a estas tempranas horas, nos resulta mas complicado de lo previsto, pero al final encontramos una Panadería-Pastelería-Cafetería abierta, en la calle Nuestra Señora de Valverde, justo enfrente del Centro Cultural. Hemos acertado con el sitio ya que acompañando a sendos cafés bien calentitos tomamos fuerzas con un par de generosas tostadas de un par recién horneado e impregnado en aceite, tomate y sal. Relajadamente damos buena cuenta del buen desayuno aprovechando también para leer en la prensa deportiva el repasito que le ha dado el Atlético de Madrid al Real Madrid, con un sonrojante cuatro a cero.

Con los estómagos llenos volvemos hacia el coche para empezar con el ritual del calentamiento, hoy mas necesario que nunca debido a lo gélida de la mañana. Al llegar al coche comprobamos como justo a nuestro lado acaban de aparcar nuestros compañeros y entre charlas y risas aprovechamos para hacernos alguna fotografía.
Normalmente me gusta competir con la menor ropa posible, ya que la experiencia me dice que posteriormente en carrera una vez se entra en calor, sobra toda. Mi preferencia siempre es correr en pantalón corto y camiseta de tirantes, pero hoy las temperaturas que nos regala este día invernal no lo hacen aconsejable, no obstante en cuanto me quito el chándal noto un intensísimo frío que se me mete hasta los huesos. Tomo la decisión de correr con camiseta de manga larga, otra mas del club encima de ésta, braga al cuello, gorra guantes y malla.
 
Con Angel Poves, un crack...
Sin tiempo para mucho mas, nos colgamos los dorsales al pecho y nos vamos hacia la zona de salida a escasos cinco minutos de que comience la competición.  
En la foto falta Isra que estaba recogiendo su dorsal...

Nos hemos entretenido demasiado en los protocolarios saludos, por lo que llegamos con el tiempo justo de colocarnos en la zona media-trasera de la salida antes de que suene la detonación que marca el inicio de la prueba. Desde ésta, hasta que cruzo la alfombra de salida, todavía pasará casi medio minuto, para luego empezar a trotar despacito entre la multitud de piernas que me rodean. La salida es cuesta arriba, por lo que en vista de los cientos de corredores que tengo por delante la imposibilidad de empezar a correr todavía, tomo la decisión de salir en algunos tramos a la acera, por donde también es bastante complicado empezar a correr, ya que está poblada igualmente de infinidad de atletas. Así, entre trotar y semi-correr, completamos el primer kilómetro donde miro el reloj y compruebo que hemos tardado casi seis minutos en realizarlo, creo que ha sido el kilómetro mas lento en carrera de los que he realizado en todos los años que llevo corriendo, y son ya unos cuantos.

Estamos callejeando por las calles de Fuencarral sobre un perfil mas o menos llano, alguna pequeña cuesta arriba que se compensa seguidamente con alguna corta bajada.

Circuito Media Maraton Fuencarral-El Pardo
Una vez rebasado el primer kilómetro intento empezar a correr, tarea que sigue siendo muy complicada, pero poco a poco voy buscando pequeños huecos por donde ir adelantando y progresar.  Giramos noventa grados a la derecha y embocamos la infinita calle Cardenal Herrera Oria donde progresivamente empezamos a descender una larguísima cuesta que nos llevará hasta mas allá del séptimo kilómetro.

Es en este tramo donde definitivamente puedo comenzar a correr con mas soltura y kilómetro a kilómetro voy adelantando a decenas y decenas de corredores.
Km. 2,5

Adelantando grupitos.
Rebaso a la tercera chica que va acompañada por una bicicleta que marca su posición en carrera, poco después hago lo mismo con la que va en segundo lugar, para unos centenares de metros mas adelante hacer lo propio con la que ocupa la primera posición del podium femenino a estas alturas de competición.
 
Continuamente voy prestando mucha atención a las posibles molestias que puedan surgirme tanto en la parte posterior de mi pierna derecha como en la cadera, pero parece ser que el llevar este ritmo nada exigente me resulta beneficioso y me deja disfrutar de la carrera. Sigo progresando hacia delante, dejándome prácticamente llevar por el perfil tan favorable en esta parte de carrera. Adelanto a un famoso cocinero (David Muñoz creo que es su nombre) que lleva muy buen ritmo y poco después adelanto también a Gigi, un amiguete con el que a veces he compartido entrenamiento por el Parque Juan Carlos I.
David Muñoz 3 estrellas Michelin..

Así poco a poco, y disfrutando de la carrera, van cayendo los kilómetros y una vez rebasado el séptimo se acaba la larga bajada y giramos a la derecha para comenzar a patear el precioso tramo por el corazón del Pardo en la carretera que lleva su nombre. Tenemos cinco kilómetros casi llanos por delante en los que consigo abstraerme de la competición y deleitarme con el paisaje de pinos y naturaleza que nos rodea, y llevo la vista fijada en una imagen preciosa de fondo, que no es otra que la de la Sierra Madrileña cubierta de un gran manto blanco de nieve. Voy disfrutando de cada zancada, y aunque sigo adelantando a bastantes corredores, ahora cada vez ya mas dispersos, lo que realmente me hace disfrutar es poder correr sin molestias y con cierta soltura, llenando mis pulmones con un fresquísimo aire matutino.

Antes del noveno kilómetro dejamos a nuestra izquierda un complejo deportivo y es ahí donde llego hasta la altura de Jose Félix Ortiz (mas conocido como “El Somalí”) un extraordinario corredor que en alguna ocasión ha llegado a ser el vencedor de esta prueba. Se nota que hoy no es su día ya que no se le ve intención de estar luchando por puestos delanteros, creo que ni tan siquiera estamos entre los cincuenta primeros. En mi caso la verdad es que lo estoy pasando fenomenal, corro con buenas sensaciones, aunque bien es cierto también que no me estoy exigiendo en absoluto y eso me lo recuerda el cronómetro cuando al paso por el décimo kilómetro me muestra una marca de treintanueve minutos. Pero a mi me da igual, yo lo que quiero es correr y disfrutar, y es lo que estoy haciendo.
 
Perfil de la carrera.. ojo a partir del 13...
En el avituallamiento recojo una botella de agua de la que  al echarme el primer trago a la boca compruebo que lo que sale de ella es agua con hielo a partes iguales, apenas doy un par de sorbos y me deshago de ella tirándola a uno de los contenedores amarillos que están situados al margen de la carretera, como siempre fallo y la botella cae al suelo.. el baloncesto está claro que no es mi deporte.

Sigo corriendo y completando el kilómetro once y poco después el doce. Al haber participado en varias ocasiones en esta Media Maratón, soy conocedor que la verdadera dificultad de hoy empieza justo en el kilómetro trece, por lo que poco a poco me voy preparando de lo que se nos viene por delante. Así una vez pasadas las instalaciones militares del “Acuertelamiento Zarco del Valle” hacemos un brusco giro a la derecha que nos sitúa a los pies del treceavo kilómetro y con ello en el inicio de la interminable cuesta que, salvo algún pequeño respiro, se prolonga hasta mas allá del dieciséis.

Es hora de tomarlo con calma y en modo económico ir zancada tras zancada acompasando la respiración a un ritmo constante pero machacón, procurando no pasarme de “vueltas” ya que podría conducirme a pagar un alto precio. Se nota que la respiración se acelera, las pulsaciones suben y las piernas comienzan a pesar, aun así consigo ir superando a mas corredores a los que la cuesta se les empieza a atragantar.
Al tran tran y para arriba...

Poco a poco vamos merendándonos la cuesta..

Ahora los kilómetros pasan mucho mas despacio y tras unas fuertes rampas iniciales, el perfil nos da una tregua al paso por el kilómetro catorce, pero resulta tan solo un espejismo puesto que de inmediato la carretera vuelve a empinarse de una manera descarada. Es cuestión de tener paciencia y ser constante, procurando que no se disparen las pulsaciones e ir acompasando la respiración a cada zancada. Aun así, los kilómetros tardan una eternidad en completarse, dejo atrás el quince y todavía quedan otros mil metros mas de continua subida para encontrar algún pequeño respiro. Tras unos cuantos minutos mas rebaso el kilómetro dieciséis y con él también el final de la cuesta mas dura, pero no la última.
Ya queda poquito para coronar, al fondo la Sierra de Madrid.

Venga para arriba...

Sube, sube y sube...

Me tomo unos metros de tranquilidad intentando recuperar la respiración y cuando creo que vuelvo a la calma comienzo a ampliar la zancada y a incrementar nuevamente el ritmo.

Estamos corriendo por la carretera de El Pardo a Fuencarral y por delante de mí “ El Somalí” se marcha en busca de un grupito de corredores que nos preceden. Yo sigo a lo mío aunque compruebo que poco a poco me voy acercando también al grupo. Ahora el perfil es una sucesión de toboganes, donde afortunadamente hasta el kilómetro dieciocho son mas las bajadas que las subidas, durante todo este tramo puedo deleitarme con una fantástica vista de Madrid al fondo, con sus cuatro torres como faro en la distancia.
Vista de las torres al fondo.

Dejando atrás el dieciocho comienza una larga bajada hasta un túnel por el que salvamos la carretera de circunvalación M-40 y punto donde comienza otra dura rampa de mas de un kilómetro sin descanso que nos pone de nuevo el corazón el boca. En este punto llego hasta el grupo que corría delante de mi y empiezo a rebasar a algunos de sus corredores, entre ellos Mario un extraordinario veterano conocido también de la zona por donde entreno. Todavía en la dura cuesta consigo rebasar a algún atleta mas pero ya con la mente mas puesta en reservar para llegar bien a meta, a estas alturas no quiero echar a perder las buenas sensaciones que llevo y la ausencia de molestias.

Del kilómetro diecinueve al veinte, corriendo por amplias calles flanqueadas de grandes edificios,  se suceden los toboganes unos tras otros, ya queda muy poco para completar la Media Maratón y así nos lo hace saber con sus ánimos el público desde las aceras.

En el kilómetro veinte hacemos un nuevo giro de noventa grados hacia la derecha y tras un breve respiro en forma de pequeña bajada y después de atravesar la Avenida Manuel Azaña nos espera el postre que como no podía ser de otra manera se trata de una última y dura rampa que nos conduce, ahora ya sí, al Polideportivo donde antes de entrar recibo los ánimos de Yoli, una amiga de la infancia con la que coincidí muchos veranos en el pueblecito de Guadalajara donde disfrutaba de mis vacaciones estivales junto a mi familia. Una vez dentro del polideportivo todavía restará dar una vuelta completa sobre el tartán para finalizar esta carrera con un discreto crono de una hora y veinticinco minutos, quedando clasificado en cuadragésimo segunda posición y octavo en mi categoría de veteranos de mas de cuarenta y cinco años.
Llegada a meta. Tiempo bruto 1:25:29,

Arco de Meta

Una Media Maratón  mas a la saca.

Estoy muy contento porque no he tenido molestias de ningún tipo y he podido disfrutar de la competición. Espero la llegada del resto de compañeros y una vez todos juntos nos vamos a tomar unas merecidas cervecitas.
 
Merecidas cervecitas.. lo mejor de las carreras.
La próxima cita será ya el Maratón de Sevilla, donde acudiré sin ninguna otra pretensión que intentar disfrutarlo lo máximo posible.
Bolsa del corredor


Salud para tod@s