miércoles, 1 de octubre de 2008

EL "NEGOCIO" PERFECTO




Solo la pretenciosidad con la que se anuncia la carrera dice mucho de ella. A priori no estaba en mis propósitos el participar en ella, ya que los planes para el fin de semana eran el de ir al pueblo a recoger leña y echarle un vistazo a mis colmenas, pero a última hora todo cambió y en vista de que mis amiguetes tenían pensado participar en “LA CARRERA PERFECTA”, decidí unirme a ellos y en el último instante subirme al carro. Así conseguí que David me inscribiese por Internet y me recogiese el dorsal.

Sin haberlo planeado me encontraba el pasado domingo, bastante antes de las ocho de la mañana, en el Parque del Retiro retirando el chip en compañía de mi cuñado Alejandro. El recogerlo se hizo mas rápido de lo previsto a tenor de los once mil participantes que tenía anunciados la organización. A eso de las ocho de la mañana ya estábamos mi cuñado y yo en compañía de otros buenos amigos con los que habíamos quedado e íbamos a compartir los diez kilómetros por el asfalto madrileño, David, Javi, Enrique y Alfonso, éste último se está picando poco a poco con esto de las carreras populares y entre todos se lo estamos metiendo en la sangre..

A esas horas de la mañana la temperatura era fresquita, no existía ni rastro de la anunciada lluvia y el viento brillaba por su ausencia, por lo que en principio teníamos un clima PERFECTO para correr.

Calentamos unos minutos, entre alguna broma y alguna pequeña anécdota que nos hizo reír un rato, como fue el recoger David del suelo una pelota que parecía abandonada y reclamársela el dueño de un perrito cercano, por lo que las bromas no se hicieron esperar al devolver la pelota al can... “Venga David, tranquilo que luego te compramos una para ti solito, je, je...etc...” Así entre bromas y chascarrillos había llegado la hora de colocarnos entre la marea humana que poblaba ya la salida. Nos deseamos suerte y cada unos nos fuimos a los cajones que marcaban nuestros tiempos aproximados. Yo no tuve el mas mínimo problema en tomar posiciones, al hacerlo en el cajón Sub-35 que estaba ubicado en la misma línea de salida. Así pude terminar mi calentamiento junto a primeros espadas como Chema Martínez y Martín Fiz, éste último bastante fotografiado junto a Abel Antón que también formaba parte de la primera línea en la “parrilla de salida”. Me situé justo al lado de ellos a escasos minutos del inicio de la carrera, por lo que pude intercambiar una pequeña charla con Martin Fiz quien me preguntó si conocía el recorrido, indicándole “someramente” cual era el perfil de los kilómetros que nos esperaban por delante. Chema, no hacía sino saludar constantemente a todas aquellas personas que de una manera u otra reclamaban su atención, pero vamos a lo que vamos que nos estamos despistando:

La salida que estaba anunciada para las nueve de la mañana no se produciría hasta pasados unos cuantos minutos de esa hora “prevista” ya que había gente que todavía no había conseguido retirar su chip ¿Perfecta?. Cuando por fin llegó el momento, un Vicente Capitán situado a la izquierda de la salida y micrófono en mano, acercaba éste a la pistola cuya detonación anunciaba el comienzo de la prueba. Ya en los primeros metros Chema Martínez y un grupo de unos cinco o seis atletas se ponen en cabeza de la prueba imponiendo un ritmo que mas parece un esprint final que la salida de una competición. Detrás de ellos se va formando todo un ramillete de corredores y por mi parte salgo a ritmo lo suficientemente vivo como para no estorbar a los que comienzan a toda mecha por detrás de mi, pero no tan asfixiante como para que me pueda pasar posteriormente factura.

Antes de salir del Retiro rebaso a Abel Antón, muy aplaudido por el numeroso público que flanquea nuestro paso, para pocos metros después abandonar el Parque y girar a la izquierda enfilando hacia la Puerta de Alcalá. La música en este punto resuena en nuestros oídos con la canción que como no podía ser de otra manera alude a este magnífico monumento.. míralaa, míralaa, mírala.. míralaaaa........

Seguimos bajando hacia Cibeles y me pasan corredores por todos lados, o yo voy algo lento o la gente está hoy “despendolada”, sea como fuere, al paso por la “Diosa” la organización me castiga los oídos con algo parecido a un “himno futbolero”, la verdad es que hago “oídos sordos”, je, je...

Giramos nuevamente a la izquierda y enfilamos el Paseo del Prado donde compruebo al paso por el segundo kilómetro que mi ritmo no es ni mejor ni peor que en otras carreras, ya que mi crono marca 06:42, lo que me indica que voy a un ritmo controlado de tres minutos veinte por kilómetro, debe ser que todos los que me han pasado están muy fuertes hoy. Poco después giramos ciento ochenta grados en la plaza de Neptuno, ahora sí acompañados por un auténtico himno futbolístico, esto si que anima de verdad, je, je... Con un chute de moral “colchonera” continúo la carrera, eso sí, con un pequeño susto al tener que esquivar a un grupo de japoneses, o chinos, o la madre que los parió a todos, ya que en un paso de cebra se ponen a cruzar cuando ha pasado el grupo de corredores que me precede, sin darse cuenta que voy yo justo detrás de ellos. El caso es que me obligan casi a parar por lo que abro los brazos como pidiendo explicaciones y ellos con cara de chinos y muy sonrientes comienzan a aplaudirme.....me da la risa....

Llegamos de nuevo a Cibeles y nos encaminamos con dirección a la Puerta del Sol, es un tramo de continua subida donde ahora me toca a mí adelantar. Así paso al grupito que llevaba delante y a algún que otro corredor que marcha en solitario. El paso por Sol lo hago entre los pocos aplausos que algunas personas nos dedican y el estruendo musical que nos regala un grupo “cañero” que se afana por hacernos mas amena la carrera. Es un poco chocante y extraño, la disparidad de personas que en este instante nos encontramos en el corazón de España, por un lado personas haciendo sus compras, otros haciendo turismo, otros trabajando, algunos simplemente paseando, unos pocos mas animando en la carrera y en medio de toda esta torre de Babel miles de infatigables corredores en calzoncillos pateando los adoquines de este histórico emplazamiento.

En los continuos toboganes que nos regala este recorrido, en un marco incomparable como es la almendra central de Madrid, ahora toca bajar por la calle Arenal, hasta el Palacio Real en Opera, donde se encuentra el kilómetro cuatro de la prueba, hay que reconocer que desde la Salida en Retiro el trazado de la prueba es para alegrarse la vista. Al llegar a la calle Bailén, giramos a la izquierda para seguir recreándonos la visión con el paso por el Palacio Real y la Catedral de la Almudena quienes parecen ser unos observadores mas de la carrera en el día de hoy.

A partir de aquí se acabaron las tonterías, llegó la hora de empezar a correr. Comenzamos la subida por la calle Mayor, donde adelanto a algún corredor más. A la altura de la Plaza Mayor, rebasamos el kilómetro cinco y el recorrido vuelve nuevamente a suavizarse. Así pasamos otra vez por la Puerta del Sol, donde la música sigue sonando estridentemente y donde por desgracia veo parado a Javi, uno de mis amigos que se ha tenido que retirar al sufrir un esguince tras meter el pie en un bache del asfalto. Recibo sus ánimos y continúo corriendo, ahora por la Carrera de San Jerónimo en suave bajada. Increíblemente en este punto vuelvo a ver al grupo de Japoneses que casi me llevo poco antes por delante, creo que me han reconocido y vuelven a aplaudirme con mucha efusividad, al final me van a caer hasta bien, je, je....

Nuevo giro a derechas esta vez y nuevo paso por el Paseo del Prado, ahora con dirección a Atocha y en una bajada progresiva, donde recibo ánimos de un autentico campeón como es Ramiro Matamoros. Llevo por delante a un grupo de tres corredores a los que voy a intentar llegar, me cuesta unos cientos de metros pero al final antes de girar en Atocha lo consigo, así como también rebaso a un corredor del “Clínicas Menorca” que marcha a pocos metros.

En Atocha hacemos un giro un tanto extraño por el Paseo del Prado que me permite ver los escasos diez metros que llevo de ventaja sobre mis inmediatos perseguidores. Hemos llegado al kilómetro siete, y ahora viene el plato fuerte de la prueba, por delante me espera la Cuesta de Moyano, la que me deja apenas sin fuelle en el momento que consigo coronarla, realmente no logro volver a coger ritmo una vez ya en la calle Alfonso XII. Vamos corriendo paralelos al Parque del Retiro, del que nos separa únicamente una valla a la que estamos rodeando por su perímetro exterior. Paso por el octavo kilómetro y un animador ya entradito en años, que está aplaudiendo con mucha euforia, me indica que voy en el puesto número 12, está bien saberlo, aunque no creo que pueda mantenerlo por mucho tiempo porque sigo sin haber vuelto a coger ritmo de carrera y creo que me van a echar el guante mis perseguidores.

Nuevo paso por la Puerta de Alcalá y comienzan a caer unas finas gotas de lluvia, la música sigue sonando sin parar de repetir la conocida estrofa que menciona su nombre. Lejos de la impresión que tenía, los “galgos” que me siguen no llegan a alcanzarme, y noto que vuelvo a estar de nuevo “operativo”, así pues al paso por el cartel que marca el último kilómetro hago un intento por cambiar el ritmo, a ver como responden las piernas. Entro ya en el Retiro y ahora el perfil es en constante bajada por lo que mantener el ritmo mas vivo que me he marcado resulta un poco mas fácil, ya veo la meta y entre los aplausos de la gente me apreto el sprint final para parar el crono en unos treinta y cuatro minutos y muchos segundos... Bueno no está mal, estoy muy contento porque por ahora la fascitis plantar que arrastro al menos me deja seguir corriendo.

Veo a Chema que está siendo entrevistado junto con Martin Fiz, entrego mi chip y espero la llegada de mis amiguetes que no tardarán en llegar. Empieza a llover con mas fuerza, por lo que me despido de mis amigos y junto con mi cuñado volvemos “corriendo” al coche que lo hemos dejado a una distancia de un kilómetro aproximadamente.

Al final no he conseguido saber el lugar en el que entré en meta, (el doce si el señor no se equivocó al contar), y es que como parte del Negocio que gira alrededor de esta carrera, si quieres saber tu clasificación tienes que comprar un periódico deportivo (1 €), si quieres conseguir una foto de la participación en la carrera tienes que enviar un SMS (1,20 €), todo ello sumado a los 10 €uretes que ya de por sí cuesta la inscripción.

Carrera bonita por el recorrido y correcta en cuanto a su organización, pero de PERFECTA, nada de nada.. Eso sí, como Negocio sí que lo es.

Salud.

3 comentarios:

Rafael dijo...

Al menos a ti no te salio mal del todo la carrera,por lo que se ve todos los que empezaron lanzados adelantándote por todas partes fueron pinchando,debe ser una gozada llegar de los primeros en una carrera con tanta gente,sobretodo porque corres sin empujones y agobios,alguna ventaja tenia que tener el meterte tanto entrenamiento para estar en forma.Ese tipo de carreras suele ser perfecta para los que se llevan la pasta,para los demás poca perfeccción y menos con el recorrido tan duro de Madrid.
Un saludo.

mannarro dijo...

Que tal pichita, me alegra mucho volver a ver que ya estas haciendo de las tuyas.No sabes lo que te envidio y sigue así
Suerte campeón y de mayor quiero ser como tú
Un abrazo ALEX

Alex dijo...

Maratonman:
Efectivamente es una gozada el poder correr sin agobios, aunque por otro lado también tiene sus cosas negativas, por ejemplo, que hay que salir a toda leche porque tienes diez mil corredores detrás que salen a toda pastilla.

Un abrazo campeón.

Mannarro:

Hola Miguel-Estroncio, joío, que sorpresa leerte por aquí, ayer estuve tomando "beutellines" en Sace, y siempre que lo hago me acuerdo mucho de tí. A ver cuando te vienes un finde desde Cádiz y te dejas caer por aquí a acompañarme en alguna carrerita, prometo no dejarte solo.

Un abrazo amigo.

Alex.