martes, 25 de noviembre de 2008

COMBI 2 - TORREJON DE ARDOZ. NOVIEMBRE'08




Comienza un nuevo día y este domingo del mes de noviembre nos recibe con un amanecer ventoso y fresco en cuanto a temperatura se refiere. Hoy va a ser la segunda prueba combinada que vamos a disputar en Torrejón de Ardoz en este año 2008, ya que allá por el lejano mes de Febrero tuvimos la oportunidad de participar en la última edición que se disputó en esta localidad madrileña, en otra mañana incluso mas fría que la que nos ofrece el día de hoy.

A eso de las nueve de la mañana pasa a recogerme mi cuñado Alejandro y una vez acoplada la bici en su coche, dirigimos rumbo hacia Torrejón donde arribamos en apenas diez minutitos. Debemos ser de los primeros en aparecer por la plaza de toros, epicentro de la Combinada y zona de relevos y transiciones de la misma, ya que hay poca gente todavía pululando por sus inmediaciones. Así recogemos nuestros dorsales, como también los de alguna de las parejas de amigos que nos van a acompañar en la prueba, y tras charlar unos minutos con Paco Rico, uno de los organizadores de estas pruebas combinadas, poco a poco y en escasos minutos comienzan a llegar el resto de nuestros amigos.

Deben ser cerca de las nueve y media y tras algunas coñas y chascarrillos entre colegas, nos vamos todos a por las bicis para pasar los controles oportunos a los que obliga la organización.

En esta ocasión, tanto mi cuñado como yo hemos decidido “uniformarnos” con la equipación naranja publicitaria de la empresa de camiones que regenta Alejandro, es seguro que no va a haber ninguna otra pareja que coincida con nuestro atuendo, como también es seguro que nos vamos a pasmar de frío al ser de tirantes la citada vestimenta.

Pasamos sin problemas el control de bici y casco y buscamos la ubicación del número setenta que es el que corresponde a nuestros dorsales. Nuestro sitio coincide con el tendido siete, así como también coincide con la zona de sombra del coso taurino, por lo que dejamos colocada la “burra” en el sitio correspondiente y nos situamos justo al otro extremo del albero, en una zona mas soleada desde donde aproximadamente sobre las diez de la mañana podemos escuchar la ya típica charla técnica que precede al inicio de la competición. Es allí donde se acerca para saludarme un amiguete habitual del foro de http://www.elatleta.com/ y que responde al nick de “Landes”, una gran persona y otro “loco” enganchado a este bello deporte, aprovecho para presentarle a mi cuñado y mas tarde él nos presentaría también a otros amigos habituales igualmente del foro y que escriben bajo los nicks names de “Duquito” y “Culebra”, buena gente, si señor...

Una vez ya en las afueras de la plaza de toros e instantes antes de la salida, dedicamos unos breves minutos a calentar los músculos con pequeños trotes. Las sensaciones son de estar bastante “rígidos”, supongo que debido al viento reinante y a la frescura de la mañana. Sin mas dilación, a las diez y media en punto, nos situamos bajo el arco hinchable de “Powerade” que delimita la zona de salida y tras el bocinazo que emerge de entre las manos de Paco Rico da comienzo la competición.

La primera vuelta la hemos de hacer “a pie” los dos integrantes del equipo, por lo que el ritmo que ha de llevarse en ella debe acoplarse al que marque el mas pausado de los dos participantes. Así, comenzamos a ritmos tranquilos y situados hacia la parte media-trasera del gran pelotón que formamos las ciento cincuenta parejas que en el día de hoy tomamos parte en la prueba. Desde esta posición podemos observar los movimientos de los corredores que nos preceden, por lo que vemos como poco a poco hay una pareja de amiguetes, la que forman Pedro y Carlos, que se nos van alejando y toman una posición de privilegio en las primeras unidades de cabeza. En los primeros metros mi compañero a punto está de tropezar con un bolardo que se encuentra literalmente en medio del camino de arena, teniendo la suerte de poder esquivarlo en el último instante. La primera vuelta discurre tranquila, y durante ella podemos observar como hay partes del circuito donde el aire sopla a favor y otras en las que entra de cara y con bastante virulencia, lo que nos demuestra que no va a ser una prueba sencilla.

Concluimos la primera de las cinco vueltas y hemos decidido que Alejandro continúe también corriendo durante la segunda por lo que me pongo el casco y me encaramo a la bici para acompañarle durante los próximos cinco mil trescientos metros. Ahora mi “compi” ya sabe lo que le espera por delante, así que ajusta su ritmo de crucero y con sus piernas y mis ánimos intentamos ir manteniendo la posición que ocupamos, que según mis cálculos debe rondar sobre el puesto treinta o cuarenta mas o menos. Durante esta vuelta voy “achuchando” a mi compañero en las zonas donde el viento sopla a favor y donde entiendo que no le va a costar tanto sufrimiento el mantener el ritmo, así tras atravesar pie a tierra el único túnel de recorrido sigo intentando inyectarle ánimos para que mantenga el ritmo. Mi cuñado no me habla, y esto viniendo de él significa que lo va dando todo. Entramos en la zona donde el aire vuelve a entrar de cara y ahora opto por animar en vez de “achuchar”, así que intento situarme con la bici en las zonas donde creo que protejo mas del viento a mi compañero y poco a poco vamos completando esta segunda vuelta. Tras el paso por la única zona algo mas técnica de la prueba donde está situado un pequeño mirador, damos alcance a “Duquito” y “Culebra” quienes nos precedían desde el inicio, y tras unas breves palabras de ánimo nos dirigimos a la plaza de toros donde podemos comprobar que ya han llegado nuestras familias y desde las gradas nos hacen llegar sus palmas y gritos de apoyo, tanto nuestras mujeres como nuestros hijos y sobrinos.

Comienza la tercera vuelta y ahora es a mí al que le toca correr, así que después de unos primeros metros buscando sensaciones, empiezo a correr de verdad a partir del primer kilómetro. Mi cuñado no para de darme ánimos, ahora no calla el jodío, y poco a poco vamos dando alcance a bastantes parejas de corredores. Continuamente corremos en progresión, y así adelantamos tras un par de kilómetros a Pedro y a Carlos que desde la salida nos aventajaban en unos cuantos cientos de metros. En la zona donde el aire deja correr a gusto hemos adelantado a mucha gente, así como a alguna pareja mas en la zona mas complicada, por lo que al llegar de nuevo al coso taurino yo creo que ya debemos estar dentro del grupo de los diez primeros.

Un nuevo cambio dentro del albero que supone para Alejandro el inicio de su última vuelta corriendo, por lo que desde el principio le voy fustigando con la intención de que no pierda mucho contacto con los corredores que nos preceden, así como también para mantener a raya a los que llevamos detrás. Yo sé que va a tope dentro de sus posibilidades, por lo que procuro no pasarme mucho arreándole pero tampoco le permito relajarse, ya tendrá tiempo de descansar en la última vuelta. Alejandro está hecho un toro y ha conseguido que al final de la vuelta solo nos hayan vuelto a pasar unas cuatro parejas. Constantemente saludamos a los amigos con los que nos vamos cruzando, Javi y David, Enrique y Eugenio, Alfonso y Eduardo, etc.... así como también nos llegan ánimos por parte de Landes, al que pude ver en mas de una ocasión.

Cuando llegamos nuevamente a la plaza de toros, Alejandro ya lo ha dado todo y está literalmente agotado, cambiamos nuevamente los papeles y vuelve a ser mi turno para correr. Me he quedado frío encima de la bici por lo que los primeros metros vuelven a ser de transición hasta que consigo entrar en calor. Vuelvo a aprovechar la zona de viento favorable para acelerar el ritmo y consigo rebasar a varias parejas en ella, así como también a alguna mas en el resto del circuito, por lo que al final llegamos a meta y nuestras familias desde las gradas nos cantan un quinto puesto en la clasificación general, que a la postre resultaría también primer puesto en categoría de veteranos.

Me abrazo con mi cuñado y damos por finalizada la prueba, subimos a las gradas y esperamos la llegada del resto de amigos, tras lo cual recogemos nuestros trofeos que nos acreditan como vencedores en la categoría de veteranos, en un podium al que Alejandro y yo subimos escoltados con, nada mas y nada menos, que seis de los ocho niños que nos acompañan en el día de hoy.

Una buena mañana para correr, disfrutar de los amigos y saludar a gente conocida, tras la cual nos marchamos todos juntos a comer .


Mucha salud para todos.

martes, 18 de noviembre de 2008

TROFEO JOSE CANO 2008


Comienza un nuevo día y me levanto tras una noche donde he podido dormir algo mas de lo que vengo haciéndolo últimamente. Me levanto a eso de las ocho de la mañana con la intención de desayunar tranquilamente y marcharme andando hacia Canillejas de donde me separa media hora dando un tranquilo paseo. Como casi siempre los planes habiendo niños en casa no sirven para nada, lo digo porque nada prepararme el desayuno y tras calentarme una taza de leche calentita con miel, aparece por el salón mi hijo mayor, dando buena cuenta de mi desayuno. Vuelvo a la cocina a preparármelo de nuevo y a continuación aparece mi hija la pequeña , quien también da buena cuenta de esta segunda taza de leche. Al final, al tercer intento consigo desayunar y ya salgo de casa con el paso algo mas ligero del previsto.

La mañana comienza con las carreras infantiles, donde participa uno de mis sobrinos. Junto con mi hermana, otro de mis sobrinos y mi cuñado vemos la prueba infantil para luego dirigirnos andando hacia la salida. Cerca de la Avda. de Guadalajara nos despojamos de los chandals y se lo entregamos a mi hermana quien vuelve sobre sus pasos para ver la llegada a meta.

Llegamos a la zona de la salida donde ya se respira un ambiente pre-carrera con bastantes corredores pululando por la zona. Nos dirigimos a una pequeña carpa situada cerca de los camiones del ejército que ejercen funciones de guardarropa, y uno de los organizadores de la prueba me entrega el dorsal y el chip que me tenían reservado y que con una numeración comprendida entre los 100 primeros me permite salir bastante bien situado.

Antes de calentar nos reunimos con varios amigos con los que generalmente entrenamos los sábados por Velilla de San Antonio y tras algunas bromas nos vamos situando y tomando ya posiciones. Me despido de ellos y me dirijo hacia el arco de salida donde me encuentro con bastantes corredores conocidos a los que saludo. Después de calentar algunos minutillos nos vamos situando ya en el corralito donde la organización debería tener reservado el espacio para los 100 primeros dorsales, y donde al no haber hecho bien su trabajo se les han colado corredores de todos los niveles, no quedando espacio físico para los corredores a los que está reservado el sitio. Así a la hora en la que debería dar comienzo la prueba todavía estamos situados por delante de las alfombrillas que controlan el cronometraje y los organizadores intentando por la megafonía que mas de 5.000 tíos retrocedan sobre sus pasos para dejar hueco adelante.

Pasan algunos minutos hasta que por fin conseguimos colocarnos bajo el arco de salida, a mi lado, codo con codo, se encuentra Aurora Pérez, estupenda atleta ya veterana, así como otros muchos atletas de reconocido prestigio.

Comienza la prueba y la salida, como ya es costumbre, se hace vertiginosa. Algunos empujones y codazos en los primeros metros, y un recorrido en el que el giro de noventa grados nada mas salir no ayuda en absoluto. A partir de ahí una larga recta donde poco a poco cada uno va buscando su sitio, y algún zig-zag antes de embocar la ligera subida por la Av. de Guadalajara. Hasta el momento hemos salido con un ritmo muy vivo, me encuentro justo detrás de Emiliano Roncero, concretamente en un grupito que encabeza J.L. Capitán y donde algunos corredores nos agrupamos al rededor de la atleta española Dolores Checa, quien a la postre sería la tercera clasificada en categoría femenina.

Una vez mas mi cronómetro me abandona en las citas importantes y ya en la salida se le volvieron a llenar la pantalla de ochos quedando inservible para usarlo como referencia en los tiempos de paso. Empiezo a pensar que tantos pulsómetros, Gps, Fores y demás cacharros a su alrededor no le sientan bien, en fin, el caso es que no funcionó y he ido toda la carrera sin referencias, le pediré uno nuevo a los Reyes Magos.

Me da la sensación de hacer los primeros kilómetros a un ritmo de en torno a 3:15 el kilómetro, pero como no funciona el crono no puedo certificarlo. Sea como fuere el caso es que abandonamos la Av. de Guadalajara y enfilamos Hnos. García Noblejas, incrementamos algo el ritmo, se nota que ahora es cuesta abajo y con esa misma cadencia abordamos los comienzos del Parque Paraíso. Sigo corriendo junto a Capitán y a Dolores Checa hasta que a mitad del Parque, cuando comienza la ligera subida que desemboca en la Ctra. De Vicálvaro, no puedo seguir su ritmo y me descuelgo ligeramente. Antes de hacer el giro de ciento ochenta grados y volver nuevamente hacia la calle Hnos. Garcia Noblejas, nos cruzamos con los corredores y corredoras que encabezan la prueba, así vemos a un Ricardo Serrano que mantiene el tipo junto a los Africanos, como también a las dos primeras keniatas a las que en el día de hoy no hay quien las tosa, van destacadas y con una buena ventaja sobre el resto.

Volvemos a cruzar el Parque y la salida del mismo se hace larga hasta rebasar una gasolinera y girar a la derecha para pisar nuevamente terreno favorable. Desde aquí en adelante el desnivel va a jugar definitivamente a nuestro favor, por lo que me relajo unos metros, tomo aire y me lanzo ya en busca del último tercio de la prueba. He perdido mucho tiempo en los dos últimos kilómetros, pero al tratarse de una carrera rápida voy siempre acompañado, ya que corredores que venían por detrás me dan rápidamente alcance. Giramos nuevamente noventa grados a la derecha y encauzamos la calle Emilio Muñoz, ahora ya el tramo será totalmente recto y en bajada hasta llegar a la meta. No voy a gusto, noto que salí demasiado rápido y ahora lo estoy pagando, aún así, voy haciendo constantemente “la goma” con algunos corredores, me acerco, se alejan, les paso, me pasan, así hasta unos cien metros antes del arco de llegada donde no puedo dejar de saludar a mis hijos y mi mujer que junto con mi hermana y sobrinos me aplauden desde un lateral. Me aparto un poco hacia la izquierda y cocho las manos de los mas pequeños, solo me queda pasar por debajo del arco de meta en unos discretos 33 minutos y 11 segundos.

He echo peor tiempo que el año pasado por unos veinte segundos, pero también soy un año mas mayor ya cuarentón, así que he de estar contento.

Me reúno con mi familia y espero la llegada de mi cuñado y el resto de amigos, con quienes después nos iríamos a comer. Abandonamos Canillejas observando unas aglomeraciones terribles, tanto en el final de la prueba para recoger el trofeo y la pobre camiseta, como también en los guardarropas, se nota cierto caos en ambos casos.

Un día perfecto para correr, una carrera mas para la historia y una carrera mas sin lesiones graves.

Salud.