domingo, 6 de marzo de 2011

MEDIA MARATON DEL CAMINO DE SANTIAGO










Fotos cortesía de Nacho (NÁJERA)y Lourdes.

Hace poco leí información sobre esta Media Maratón que se disputa entre las localidades Riojanas de Nájera y Santo Domingo de la Calzada y tras haber disfrutado del Camino de Santiago en cuatro ocasiones, me apetecía mucho tomar parte en ella y recorrer corriendo un tramo del Camino por el que en otras ocasiones lo hice como peregrino. Intenté convencer a mis amigos Javi y David quienes en dos ocasiones me han acompañado realizando el Camino de Santiago, pero esta vez no les cuadraba el tomar parte en esta Media Maratón. Al mismo tiempo se lo propuse a otro avezado peregrino como es mi cuñado Alejandro, y con él si tuve mas éxito, por lo que poco tardamos en realizar las inscripciones, todo ello sin ni siquiera haber mirado sobre plano el trazado real, ni lo que es mas importante aún, el perfil.

Pues bien, el sábado partimos las dos familias rumbo a La Rioja, en total cuatro adultos, tres niños y un adolescente, haciendo una paradita para desayunar en Burgos y aprovechar para visitar su majestuosa Catedral, de la que cuantas mas veces la visito mas me impresiona, así como para hacer acopio de unas buenas morcillas.

Llegamos a Santo Domingo de la Calzada sobre la una del mediodía y, tras registrarnos en el Parador Bernardo de Fresneda y dejar los bultos en las habitaciones nos dirigimos a tomar un aperitivo, dada la hora, e ir buscando un sitio para comer. Así lo hacemos y tras unos vinitos de Rioja en nuestros paladares y algunos voluminosos pinchos de tortilla en nuestros estómagos, nos dirigimos a comer al Restaurante Hidalgo, donde damos buena cuenta de unas patatas a La Riojana, regadas, como no puede ser de otra forma con mas vino.

Esta vez no hay necesidad de volver a conducir el resto del día, por lo que la ingesta de vino se hace de un modo menos sensato que en otras ocasiones, y es por ello por lo que a medida que las botellas se van vaciando, las risas aumentan. La tarde la pasamos entre risas y visitas a monumentos típicos de Santo Domingo. Así, no nos perdemos ni su gallo y su gallina, como tampoco la subida a la torre con sus ciento treinta y dos escalones, desde lo alto de la cual se puede observar gran parte de las tierras que rodean al pueblo, así como la nevada sierra de la Demanda al fondo.

Recogemos los dorsales y una estupenda bolsa del corredor, donde acompañando a la típica camiseta técnica y una generosa bolsa de galletas, no falta el característico vino de la tierra escoltado por una suculenta barrita de chorizo.

El resto de la tarde la pasamos entre pastelerías, panaderías, y demás comercios de la localidad, igualmente aprovechamos para disfrutar con el desfile de Carnaval que tiene lugar este día, y que va acompañado por una bulliciosa charanga. Luego vendría la cena, con pizza para los mas pequeños, y tras un breve rato de conversación entre los adultos nos iríamos cada uno a nuestras habitaciones, para disfrutar de las comodidades y la calma del Parador.

El domingo, día de la carrera, Alejandro y yo hemos quedado a las ocho, el resto de nuestra familias pueden quedarse plácidamente durmiendo ya que la salida no está prevista hasta las once y media de la mañana, y a esto hay que sumarle que la misma está situada a veintiún kilómetros del pueblo, por lo que como muy pronto hasta la una del medio día no apareceremos por meta.

Mi cuñado y yo desayunamos en la pastelería Isasi, unos cafés acompañados de unos buenos dulces y a continuación un autobús de la organización nos acerca a Nájera, donde llegamos con tiempo de sobra para dar una vuelta por las inmediaciones. Cerca de la hora de la salida nos despojamos del chándal y trotamos un poco por una preciosa rivera en la margen del río Najerilla, cuyas limpias aguas terminarán formando parte del río Ebro. El día es sencillamente espectacular, brilla un sol radiante en el cielo, no hay ni gota de aire, y la temperatura es perfecta para correr. A esto hay que sumarle que durante toda la prueba estamos viendo al fondo la Sierra de La Demanda que aparece ante nuestros ojos totalmente nevada y esto hace que, con el contraste del azul intenso del cielo y los campos que ya empiezan a reverdecer, resulten unas magníficas vitaminas para la vista.

Calentamos unos minutos por delante del arco de salida que está junto a la entrada de la imponente iglesia del monasterio de Santa María la Real, y comprobamos como la salida no nos va a dar tregua, es una subida temible y constante de casi un kilómetro de longitud. Ahora empiezo a recordar vagamente el trazado y me doy cuenta que va a resultar una carrera dura. Sobre el papel la organización ha dibujado un perfil exigente, pero viniendo de correr la Media Maratón de Fuencarral pensaba que ésta no podría ser mas dura, craso error.

A las once y media en punto da comienzo la prueba, estoy situado en segunda fila de salida, pero enseguida me adelantan alguna decena de corredores y por delante se van bastantes de ellos, yo prefiero subir con calma porque la primera cuesta ya es de las que te pone la “patata” a cien.

Tal y como imaginaba la primera cuesta termina siendo un cuestón, y en apenas setecientos metros de carrera ya voy con el corazón bastante acelerado, y todavía me quedan veinte kilómetros..... y pico.

Tras el paso por el primer repechón, empiezo a coger ritmo, por delante deben ir unos diez o doce corredores, el primero desde el comienzo va destacado e incrementando la distancia, luego un grupito de tres corredores mas y a partir de ahí pequeños grupos de dos o tres. Yo voy a lo mío, intentando marcarme un ritmo uniforme y mirando bien donde piso, no en vano vamos literalmente por el Camino de Santiago, o lo que es lo mismo, por caminos de tierra repletos de baches, charcos y en algún punto con algo de barro.

Hasta la localidad de Azofra, situada sobre el kilómetro cinco, mas o menos, el perfil es una sucesión de toboganes, con continuos sube y baja. Después del calentón inicial he conseguido serenarme un poco y así voy alcanzando a algún corredor y dando algún relevo en algún pequeño grupito donde me voy metiendo.

Al salir de Azofra voy en compañía de un corredor asturiano que lleva un buen paso y me va acercando a otros dos corredores mas que no van demasiado lejos, cuando noto que empieza a flojear un poco en el ritmo le sobrepaso, le relevo y marco yo el ritmo hasta que conseguimos enlazar con los de delante, primero con un corredor vasco y unos cientos metros mas adelante con otro corredor riojano. En este punto el atleta asturiano se ha descolgado, y acompañado únicamente por el joven corredor vasco afronto un tramo bastante embarrado entre los kilómetros seis y siete. No se puede decir que en este punto se corra mal, no es cierto, pero tampoco se puede correr con soltura ya que hay partes del camino que están totalmente anegadas por el agua y la fértil tierra roja de la zona es de la que se agarra a las zapatillas.

Desde el kilómetro siete hasta el diez, mas o menos, vuelve una sucesión de toboganes, y a partir del décimo, el perfil vuelve a picar hacia arriba, primero disimuladamente pero sin descanso y por último, a partir del doce lo hace de una manera descarada empinándose de una forma paulatina y cruel. La cuesta es de las que hacen daño de verdad. Al principio de la cuesta se ha quedado mi compañero vasco de viaje hasta el momento, a mitad de ella rebaso a un corredor que se ha descolgado del grupo donde iban situados los puestos de podium, y al final de ella soy yo el que se ve rebasado por un buen corredor calvito y con camiseta azul.

Buff, llevo el corazón otra vez a tope, por el perfil me esperaba una buena cuesta, pero no pensaba que fuese tan dura, y eso que se supone que debía conocerla, pero en mis cuatro pasos anteriores como peregrino seguro iba disfrutando del paisaje y no en competición. Al coronar la cuesta llevo un ritmo, lento, lento, me tomo una decena de metros para recuperarme y trato de volver a correr algo mas alegre. En este punto me llevo una grata sorpresa y es que viniendo desde atrás me rebasa Ander, conocido en el foro de www.carreraspopulares.com como “Gandalfin”, un extraordinario corredor a quien ya tuve el placer de conocer en la Maratón de Sevilla. Lleva mejor ritmo que yo y aunque intento pegarme a él para irme hacia delante no lo consigo. Me saca una decena de metros y cada vez el hueco es mayor, pero mi ritmo ha quedado tocado después de la larga cuesta y necesito calmarme un poco y bajar las pulsaciones para volver a sentirme con fuerzas.

Gracias a la amplitud del fabuloso paisaje se puede ver con toda nitidez como va la carrera por delante. Al primero hace rato ya que ni le vemos, en cambio si se puede apreciar donde va colocado el segundo clasificado, un corredor muy joven marroquí, así como el tercero que le sigue a una gran distancia. Luego el quinto y sexto ya van algo mas cerca de nosotros y tras ellos vamos el corredor calvito que me pasó en la cuesta, Ander y yo. De vez en cuando adelantamos a algunos sorprendidos peregrinos, que mochila a cuestas y bastón en mano les va a tocar soportar que en la mañana de hoy les adelanten unas centenas de esforzados corredores.

Aunque pudiese parecer lo contrario, la carrera no se hace larga, debido en gran medida a la fuerza del paisaje que atravesamos con la montañas nevadas al fondo que sirven como distracción, así como por los aplausos que recibimos en algunos de los cruces del camino, y sobre todo por el calor de la gente al atravesar alguna de las pocas localidades por las que discurre el recorrido.

Debemos andar por el kilómetro quince mas o menos y el perfil vuelve a ser sube y baja, no hay manera de coger ritmo, pasamos algún pueblecito mas y en otro de los tramos de toboganes compruebo que Ander de repente se para. Parece que le ha dado un tirón ya que enseguida se hecha mano a su pie derecho, pero no, menos mal, por suerte lo único que le pasa es que se le ha desabrochado la zapatilla. Esto me permite llegar hasta su posición y mi intención es seguir lo que queda los dos juntos, pero me dice que no le espere, que siga hacia delante y así lo hago. En las subidas intento esperarle pero de nuevo me indica que tire para adelante, que a él se le dan bien las bajadas y es ahí donde recuperará. Efectivamente cuando ya tenemos a la vista Santo Domingo de la Calzada, y tras una laaaaaarga bajada, Ander me alcanza y marcando un ritmo bueno me va dejando atrás cuando apenas restan ya un par de kilómetros para llegar.

Pasamos el kilómetro diecinueve en las proximidades del pueblo y ahora ya el perfil es completamente llano, como la palma de la mano, además que abandonamos la tierra, el barro y las piedras por las que hemos venido transitando gran parte de la carrera para finalizar por un mas cómodo asfalto. Las distancias se siguen manteniendo y ahora en el asfalto y con perfil llano me vuelvo a encontrar mas cómodo. Yo no estoy acostumbrado a correr por caminos, y las cuestas, a mis cuarenta y tantos años ya se me van atragantando, así que agradezco enormemente que estos dos últimos kilómetros sean llanos y por asfalto. Esto me permite recuperar gran parte del terreno perdido con Ander y pasado el kilómetro veinte ya en la entrada de Santo Domingo de la Calzada vuelvo a pegarme a él.

Ahora el asfalto para a ser adoquinado de piedra, que aunque duro para las articulaciones yo casi ahora lo prefiero ya a la tierra y las piedras. Nos quedan apenas unos cientos de metros e inmersos ya en las calles del pueblo decido cambiar el ritmo y animar a Ander para que me siga, pero parece que no va a ser así y me voy solo hacia delante, he vuelto a coger aire y me noto con fuerzas para llegar mas rápido a una meta que se encuentra en la plaza del Ayuntamiento y que nos da la bienvenida a la última recta con un giro de noventa grados que me hace perder toda la velocidad que traía en los últimos metros. De todas formas poco importa ya, puesto que ni voy a ganar ninguna posición ni tampoco la marca va a ser buena, no obstante pararé el crono en una hora veintiún minutos y doce segundos, es decir, seis minutos mas que en la pasada media maratón de Fuencarral, que en la que siendo el perfil muy exigente también, conseguí no superar la hora dieciseis minutos.

Mi familia me está esperando en la llegada y tras recoger la bolsa con la ropa que entregué en la salida me reúno con ellos y esperamos la llegada de mi cuñado que lo hará un poquito mas tarde. Nunca agradeceré lo suficiente a mi mujer Lourdes y a mis hijos el modo en el que me animan y la fuerza y los ánimos que me transmiten en las carreras, gracias, gracias y gracias.

Una vez todos juntos disfrutamos de unas estupendas migas con las que nos obsequia la admirable organización, así como también de unas copas de vino, esta vez en poca cantidad debido a que tenemos que conducir en el viaje de vuelta. El ambiente es fabuloso, el día radiante, los niños se lo están pasando genial y los mayores disfrutamos este momento como uno de esos que dan sentido a la vida. Un buen día, una buena carrera, unas buenas migas, un buen vino, rodeados de seres queridos ¿qué mas se puede pedir?. Pues todavía el momento se volvería sobresaliente al enterarme que me he clasificado en la primera posición de veteranos, por lo que subo al podium a recoger un bonito trofeo y una estupenda botella de litro y medio de un fantástico vino reserva de rioja.

Ahora si ha llegado el momento de volver a casa, por lo que con la sonrisa dibujada en nuestros rostros, esa sonrisa que deja un fabuloso fin de semana, retornamos a Madrid, haciendo una parada para comer en el kilómetro ciento setenta y uno, donde a nuestro lado toma café nada mas y nada menos que uno de mis ídolos de la junventud, que no es otro que Rosendo Mercado, el popular cantante de Leño, el que fuera uno de los grupos con mas fama en los años ochenta.

Han sido un par de días intensos que me dejan con ganas de volver al año que viene, ya se verá, desde luego como carrera es una carrera dura pero eso lo compensa, y con creces, su buena organización y el entorno por el que discurre.

Quiero finalizar dando las gracias a la organización por su labor, asi como también a Nacho de Nájera, por sus ánimos antes y durante la carrera, ásí como por sus buenas fotografías que nos permiten tener un buen recuerdo de la prueba.

Mucha salud para todos/as.

10 comentarios:

Arturo Pardo Gonzalez dijo...

Hola Alex, como siempre una pedazo de entrada, da gusto leerlo , en muchos aspectos me queda mucho por aprender.
La carrera muy buena , esos parajes auténticos y sobre todo turismo disfrutando del deporte.

Enhorabuena por tu carrera.

Un saludo
Arturo

Santi Palillo dijo...

Alex vas de media en media y tiras porque te toca; buena media del camino y de paso haces algo de turismo que viene tan bien; veo que has cambiado de look, casi no te reconozco :-)

Sigue disfrutando, un abrazo

Trapatroles dijo...

Hola Alex
Conociendo la zona, debió ser una media preciosa, cruzando lugares cargados de historia.
Saludos

Rafael dijo...

fELICIDADES POR ESE TRIUNFO DE CATEGORIA.Se puede decir que has tenido un fin de semana redondo con buena compañia y original competicion,has hecho turismo y has comido y bebido lo que has querido,mas no se puede pedir y encima trofeo y todo.Para que luego digan que hay que cuidar la alimentacion y bebida,este finde has roto ese mito.
Un abrazo.

Syl dijo...

Pero pirañita...tú eres un crack!!!...y no lo digo solo por el correr, que ya veo que no eres de los que le pilla el lobo, sino por lo ñampazampas y disfrutador del vinacho que eres!!!...madre mía, pero si más de la mitad de tu post es hablando de comida y bebida!!!...¿estás seguro que fuiste allí pensando en correr???

Y encima acaba el finde encontrándose al Rosendo, el tío (a mi también me encanta)...
Tenías que haber probado con el euromillón que fijo te hubiese tocado!!!

Felicidades por el podium, pero sobre todo por disfrutar de principo a fin de todo el fin de semana.

Besitos.

yonhey dijo...

Joder Alex, vaya tiempazo y no es una carrera fácil aunque tampoco es muy dura. Yo la corrí el año pasado y me encantó, este año no repetí por probar otra muy bonita también. Si eres de los que te gusta el camino de Santiago, prueba, si no lo has hecho ya, la Roncesvalles-Zubiri, que es el primer domingo de octubre, también unos 21 km. y más bonita aún. Eso si, atento que los dorsales vuelan el primer día.
Salu2

Lourdes dijo...

Menudo Fin de Semana....

Gracias a ti, por lo bien que nos lo haces pasar y en especial a los enanos que no sabes bien como disfrutan y sufren hasta que te ven aparecer por la meta. Tu hijo desde que aparece el primero hasta que te ve, va contando los puestos, y como nos vayamos por el 10 ya se preocupa ( bueno se preocupa o se enfada.......Je,Je..)

Nos tienes muy mal acostumbrados.
Para nosotros eres el "number one".

Tendremos que ir buscando otra.

Un besazo, T.Q.M.

Javi Sanz dijo...

Eres una Crack. Espero que nos veamos en MAPOMA. Mejor dicho, que te vea yo a ti el trasero a km distancia, jajaja
Un abrazo

Unknown dijo...

Creo que me duelen las piernas después de leer tu crónica jaja. Si hiciste 6 minutos más que en Fuencarral, no me quiero imaginar como fue esta. Encima con caminos de tierra

Felicidades por ese triunfo tan sufrido en veteranos, que encima hace más ilusión cuando no te lo esperas. Ah! Y para que luego digan que el vino es malo... al revés, sube el hierro :)

Alex dijo...

ARTURO:
Gracias por tu comentario, y por dejarte caer de vez en cuando por aquí. Lo importante como dices es disfrutar del deporte, y si eso sirve de excusa para disfrutar de la vida en otros aspectos pues mejor que mejor.
Un abrazo.

SANTI:
Efectivamente, de media en media, yo creo que es la distancia que mas me gusta, los diezmiles ya no tengo edad para hacerlos a tope, que es como deben hacerse, por lo que sufro mucho en ellos, bueno, cada vez menos porque ya me los tomo con mas calma. Y el maratón, que te voy a contar a tí, ja, ja..
El cambio de look es anecdótico, en cuanto empiece el calor creo que cambiaré otra vez,

Un abrazo y sigue disfrutando de tu nieto y de esas escapadas a los USAS.

TRAPATOLES:
Tengo que darte la razón, es cierto que es una media bien bonita, con la sierra de la demanda al fondo, además hizo un día precioso y radiante de sol, sumado a que como dices son lugares cargados de historia y a que de vez en cuando adelantásemos a algún esforzado peregrino. Totalmente recomendable.

Un saludo.

RAFA:
Gracias por tus felicitaciones. Me gustaría repetir muchos fines de semana como ese, es verdad que salió todo a pedir de boca (y nunca mejor dicho), un gustazo para todos los sentidos, sobre todos los gastronómicos. Cada vez disfruto mas de la combinación deporte-familia, me hace muy feliz.

Un abrazo.

MONJITA:
A ñampazampas y disfrutador del vinacho como dices también cuesta ganarme, ja, ja.. Creo que en esta vida estamos para disfrutar de las cosas mas sencillas y darle importancia a aquellas que realmente las tienen. Quiero decir con esto que debemos saber apreciar todos los pequeños detalles que nos hacen mas felices y como ya habrás comprobado en tus carnes mil veces, la combinación deporte-familia-gastronomía-amigos-turismo es perfecta para disfrutar de la vida.

Me ha echo mucha ilusión leer tu comentario, me has echo reir.

Disfruta de tu LUNA particular.

Un besote.

JOSE LUIS:
Tu conoces la carrera, sobran los comentarios. En cuanto a la Roncesvalles-Zubiri llevo algún año ya detrás de ella pero siempre me quedo sin dorsal, espero poder participar en alguna edición, no ya por la carrera, sino porque conozco la zona y es preciosa en todos los sentidos.

Un saludo.

LOUR:
Al contrario, yo soy el que os está agradecido por hacerme sentir tan afortunado. Sabes que sin vosotros no habría carreras.

Y.T.T.Q.M.
Un beso.


JAVI:
Tenemos ya el MAPOMA a la vuelta de la esquina, yo también espero verte allí. Sabes de sobra que aprendo mucho de tí, de echo creo que empecé a correr maratones animado por tus experienciass.

Un abrazo.


GORKA:
Gracias por tus felicitaciones, tienes que probar a correr dopado (con vinito, morcillitas, buenos quesos, etc...), ja, ja.. Yo mi mejor marca en maratón la tengo después de haber cenado a base de tapitas, choricitos, pancetitas y muchas cervezas la noche de antes. No falla, ja, ja..

Un saludo.