lunes, 4 de marzo de 2013

MEDIA MARATON GETAFE 2013

MEDIA MARATON GETAFE 27/01/2013.



Un año mas decidí participar en esta rápida media maratón que se celebra cada mes de enero en la localidad madrileña de Getafe. Aunque lejos de mi mejor estado de forma y en el que podríamos denominar como mi crepúsculo deportivo, debido a los casi cuarenta y cuatro años con los que ya cuento y por supuesto a las continuas lesiones que no me han dejado desplegar todo, el que yo creo podría haber sido mi potencial deportivo, la mañana del veintisiete de enero pasado me colgué nuevamente el dorsal de esta media maratón en el pecho.

Hasta Getafe llegué, como no podría ser de otro modo, acompañado de mi inseparable cuñado Alejandro, así ambos y utilizando esta vez el coche de mi padre, nos presentamos a primera hora de la fría mañana en las inmediaciones del Polideportivo Juan de la Cierva, donde aparcamos sin problemas y donde nos encaminamos avivadamente para recoger nuestros respectivos dorsales. Al ser de los primeros en llegar, no tuvimos que esperar mas que unos escasos segundos para retirarlos, así que nos sobraba mucho tiempo todavía por delante hasta el comienzo de la competición, visto lo cual, decidimos dar una vuelta por las proximidades en busca de un bar donde poder tomarnos unos cafés bien calentitos. Esta misión, aunque a priori pudiera parecer fácil, nos resultó mas complicada de lo previsto, ya que al tratarse de una zona residencial y al ser una hora tan temprana, casi la totalidad de los bares que íbamos encontrando se encontraban cerrados. Por fin, después de mucho buscar, conseguimos cuando ya volvíamos sobre nuestros pasos acceder a uno de los bares que acababan de abrir en ese momento. Nos pedimos un par de cafés y sin prisas nos dispusimos a saborearlos, comprobando como paulatinamente el establecimiento se iba llenando de mas y mas corredores.

Luego, puesto que la hora de inicio se iba acercando, nos iríamos de nuevo al coche para desprendernos de la ropa de abrigo y comprobar sobre nuestras propias carnes lo gélida de la mañana. Dudamos entre si correr de corto o no, debido al frío, pero enseguida tomamos la decisión de correr en tirantes, ya que pensamos, que después de los primeros kilómetros seguramente nos sobrará toda la ropa extra que podamos llevar. Esto tiene un inconveniente, y es que hasta pasados esos primeros kilómetros pasamos mas frío que un camello en la primera comunión del Yeti….

Así medio tiritando, nos vamos hacia el parque de Castilla la Mancha y que está ubicado aledaño a la línea de salida. Allí nos encontramos con Carlos, Pedro, Antonio, Israel, y algún amigo mas con los que solemos coincidir las mañanas de los sábados en nuestros entrenamientos por Velilla de San Antonio. Tras un breve calentamiento junto a ellos, en seguida nos situamos dentro del inmenso pelotón que ya está formado en la zona de salida, prevista ésta para las diez y media de la mañana. Sin tiempo para mucho mas, únicamente para desearnos suerte unos a otros, con puntualidad británica suena la detonación que nos pone a todos en marcha. Aunque estoy situado en la zona delantera, intuyo que en quinta o sexta fila, en los primeros metros voy totalmente rodeado de corredores, sin espacio apenas para desplegar los brazos, por lo que decido salirme hacia la derecha a un carril bici que discurre paralelo a la calzada. Los primeros kilómetros son el perfil favorable y cuando en la carrera se empiezan a abrir los primeros huecos, no hay excusa para no poder correr rápido. Hace meses que no disputo una media maratón, por lo que soy muy conservador en estos primeros inicios, y aunque bien podría ir un pelín mas rápido, prefiero no arriesgar y guardar fuerzas para mas adelante, así pues voy corriendo a un ritmo que creo debe estar en torno a los tres minutos cuarenta segundos por kilómetro.

Tras un par de rotondas por la avenida de Juan de Borbón, en una de ellas giramos ciento ochenta grados para volver sobre nuestros pasos y acercarnos al segundo kilómetro. Al ser una carrera tan multitudinaria y con tantos corredores, se forman un montón de grupos, así que resulta muy fácil ir metido en alguno de ellos, así voy inmerso en una sucesión de corredores que conformamos un gran pelotón donde es difícil distinguir donde acaba un grupo y donde comienza otro.


Voy progresivamente adelantando a corredores y ahora la carrera se desvía por una zona de viviendas y chaléts, para nuevamente y cerca del tercer kilómetro desembocar en la gran avenida anexa al polideportivo. Giramos a la derecha y ahora el perfil se vuelve un pelín en subida hasta llegar a la rotonda que nos conecta con la ctra. de Villaverde y ésta a su vez tras el paso por el kilómetro cuatro y una nueva rotonda, con la calle Madrid. Sigo yendo resguardado entre ramilletes de corredores que formamos una larguísima fila multicolor, como si de un tren policromado se tratase. El ritmo sigue siendo el mismo, según las sensaciones que llevo, ya que hace mucho tiempo ya que no miro el reloj en las carreras.


Por la calle Magallanes andonamos la calle Madrid por su derecha, y tras dejarla atrás, superarmos el quinto kilómetro ubicado en el comienzo de la calle Humanes y justo antes del avituallamiento. Pasamos por delante de la estación de cercanías de Getafe centro y abordamos los inicios de la larguísima calle de Ferrocarril. En todo este tramo va tirando de nosotros un magnífico corredor del Club Clínicas Menorca, de nombre Juan Carlos pero mas conocido en este mundillo atlético como Pitu. El no está disputando la prueba, sino que acompaña a modo de liebre a otro corredor de su mismo club. Yo personalmente me beneficio de su esfuerzo y me coloco a su estela llevando un ritmo de zancada cómodo y sintiéndome a gusto.

Pasamos el kilómetro seis y a la llegada a una rotonda donde la calle Ferrocarril confluye con la calle Toledo, giramos a la izquierda para tomar esta última en una zona adoquinada que nos mete de lleno en las entrañas mas profundas de Getafe. Pitu sigue marcando un buen ritmo, que no tengo problemas en seguir, no así su compañero de club que parece estar atravesando un pequeño bache, o mas bien gran bache ya que cerca del kilómetro ocho termina por descolgarse. En ese momento creo que Pitu aflojará el ritmo y se quedará a acompañar a su compañero, pero me sorprende comprobar que no es así, y sigue con un ritmo vivo hacia delante. Aprovecho esta circunstancia para seguir pegado a él, como también lo hace algún corredor mas que va detrás de mi, pasamos por el centro de Getafe siendo aplaudidos por el público que ahora de manera mas numerosa se congrega en este punto.

Llevando de liebre al corredor del Menorca y pisando de nuevo la calle Madrid, esta vez en sentido contrario, pasamos el kilómetro nueve y también el diez, comenzando con ello una segunda vuelta al recorrido hasta ahora descrito y que será la definitiva. Creo que voy bien de piernas y de respiración, y aunque lejos de ritmos mas rápidos que hace poco tiempo conseguía mantener en este mismo trazado, me encuentro satisfecho con mi rendimiento y sobre todo disfruto con cada zancada, que al fin y al cabo es de lo que se trata.



Esta segunda vuelta la afronto con el ánimo simplemente de mantener el ritmo actual, sin ninguna otra pretensión, y así lo hago. Pasado el kilómetro once, nuevo giro de ciento ochenta grados para volver hacia la zona del polideportivo y cerca del kilómetro doce puedo ver a Pedro, fantástico corredor y con quien cruzo gritos de ánimo.

Arriba Carlitos en pleno esfuerzo

Antes de llegar al kilómetro trece, el corredor del Menorca acelera un poco el ritmo, hago un primer amago de irme con él, pero enseguida desisto, me doy cuenta que sería forzarme demasiado y no está mi cuerpo para buscar sus límites. Sorprendentemente poco después, en el kilómetro catorce vuelvo a darle alcance y nos unimos nuevamente. Por tanto nuevo paso por la calle Ferrocarril, ahora con un puntito mas si cabe de velocidad. Superamos rápidamente los kilómetros dieciséis y diecisiete, y enseguida estamos pateando nuevamente la calle Toledo y sus incómodos adoquines, como así también atravesamos nuevamente el centro de la localidad. En este punto me encuentro bien y puesto que ya falta muy poco para terminar decido probarme un poco y así incremento algo el ritmo y me marcho en solitario hacia delante. El resto de la calle Madrid lo hago prácticamente solo, dando alcance a algún que otro corredor. Paso el kilómetro veinte y oliendo ya la meta intento hacer un esfuerzo final. Voy superando a mas corredores, y corredoras, y consigo unirme a la tercera clasificada, junto a ella encaro el tramo final, ya dentro de las instalaciones del polideportivo, y con un último esfuerzo la supero a ella y a otro corredor que está unos pocos metros mas adelante.

Paro el crono en un tiempo neto de una hora y dieciséis minutos, que aunque dista mucho del realizado otros años, lo cierto es que me deja contento porque no he llegado tan exhausto como otras veces, estoy contento con mi rendimiento y ello hace que me esta carrera me deje un buen sabor de boca.


Recojo la bolsa del corredor y espero la llegada de mi cuñado y el resto de amigos que lo hacen poco después.

Una vez todos juntos comentamos las impresiones que cada uno hemos sacado de esta competición y sin tiempo para mucho mas nos despedimos pensando ya en la siguiente carrera.



Salud para todos/as.

5 comentarios:

Trapatroles dijo...

Buen tiempo pese a todo.

Alex dijo...

Gracias Trapatroles, estoy en una etapa de la vida en la que los tiempos han pasado a un segundo plano. Ahora intento disfrutar de todo lo que hago en cada momento.

Un saludo.
Piraña

yonhey dijo...

Tarde o temprano, no sé si con la edad o la experiencia (o ambos) se llega a ese punto de correr a un ritmo que exija pero que permita disfrutar, dejando las marcas y tiempos en 2º plano, yo ya llevo casi un par de años así, salvo contadas carreras, siempre se prueba uno en alguna.
Buena carrera y buen tiempo. Yo también estuve allí en plan disfrute (juerga día anterior incluida). A ver la crónica de Fuencarral, menos plana.
Salu2

Alex dijo...

Lo cierto es que se disfruta mucho mas, lo sabes bien.

Acabo de colgar, aunque con muchísimo retraso también la crónica de Fuencarral, a ver si poco a poco me voy poniendo al día.

Salud.

Anónimo dijo...

Hola. quisiera saber como sigues del Osteocondroma.