domingo, 22 de diciembre de 2013

CARRERA POPULAR DE ARANJUEZ 10 Km.

Hoy hemos quedado unos cuantos corredores del club de Atletismo Velilla de San Antonio www.clubatletismovelilla.blogspot.com para participar en el que ha sido el 30 aniversario de la carrera popular "Villa de Aranjuez". Una carrera de diez kilómetros, que por su perfil, se podría decir que es de las mas rápidas de toda la Comunidad de Madrid, de esas a las que los corredores, en nuestra jerga, conocemos como "un diez mil para hacer marca". 
 
 
Hacía varios años que no había vuelto a participar en ella, y aunque la recordaba efectivamente rápida, hoy me ha dado la sensación de que el perfil es literalmente para volar, y quien llegue a esta cita en un buen momento de forma, con seguridad podrá realizar su mejor marca personal en la distancia.
 
 
Dicho esto, también he de decir, que en mi opinión, el no poder recoger el dorsal y el chip el mismo día de la competición supone un engorro, ya que para los que vivimos lejos nos supone un gran trastorno el desplazarnos hasta Aranjuez el día de antes a retirarlos, y si llevaba algún año sin participar en esta carrera, en buena medida ha sido debido a ello. Este año ha sido todo mucho mas fácil, gracias a la inestimable colaboración de Juan, nuestro Secretario, que acompañado de tres compañeros mas del club, se acercaron ayer sábado a recoger los dorsales de todos los que hemos sido de la partida. Gracias de nuevo Juan, a mí personalmente me habéis hecho un gran favor. 
 
 


Gracias Juan por las gestiones.


Ya pesan los dorsales ya....

 
 
Las once de la mañana en las escaleras de la iglesia de Alpajés (también conocida como iglesia de la Virgen de las Angustias, las que van a pasar mas de uno en el día de hoy), ha sido la hora y el lugar convenido para la recogida de nuestros dorsales.
 

Iglesia de Alpajés, epicentro de la marea naranja.
 Bastante antes, a eso de las diez menos cuarto, ya estábamos mi cuñado Alejandro y yo en Aranjuez. Lo cierto es que nos lo hemos tomado con mucha tranquilidad y sin prisas. Alejandro pasó a recogerme esta mañana a la puerta de mi casa y no hemos tenido ningún problema en aparcar el coche junto al restaurante La Rana Verde, muy cerca de la salida. Es la ventaja de llegar con tiempo a los sitios, no pueden decir lo mismo todos los que llegada la hora de la salida todavía andaban atascados intentando aparcar el coche, como así se indicaba por la megafonía minutos antes de empezar a correr. 
 
 
El llegar con antelación al lugar de la carrera tiene la ventaja de que nos hemos ido a desayunar tranquilamente a una cafetería cercana. Así nos hemos metido para el cuerpo unos cafés calientitos y unas tostadas con aceite y tomate que nos han sentando como anillo al dedo. Incluso hemos tenido tiempo de hojear algún periódico del día y ponernos al día con las noticias de actualidad. 
 
 
De nuevo en la calle comprobamos que la temperatura es muy fría, no en vano antes de bajarnos del coche el termómetro de éste marcaba tan sólo cero grados. 
 
 
Nos dirigimos hacia el lugar convenido, pero antes de llegar ya podemos saludar a Manu y a Vicen, quienes rodeados de familiares están animando en las carreras infantiles. Enseguida llega Juan quien nos pasa el testigo de la entrega de dorsales, así el queda un poco liberado y puede atender como se merece a la familia y estar mas atento a las carreras infantiles donde participan los mas pequeños. 
 
 
No tenemos que esperar mucho tiempo en las escaleras de la iglesia de la angustiada Virgen, donde con nuestro color naranja destacamos como faro en mitad de la tormenta, hasta que aparecen primero Pedro y Carlos igualmente acompañados de su familia, y poco después Jordi que viene también muy bien acompañado. 
 
 
Como son ya las once y media, les dejamos al cargo de la entrega de los dorsales que todavía quedan por repartir y Alejandro y yo nos vamos de nuevo al coche para colocarnos ya el traje de faena, donde de camino nos encontramos con todos los compañeros que faltaban por llegar, Ángel, Antonio, Toñin, Juancar y Bienve. 
 
 
Una vez de corto, el frío se nota mas intensamente, así que al trote cochinero volvemos hacia el calor del grupo donde nos reciben, cámara en mano, para la obligada foto de recuerdo.  
Un buen ramillete de grandes corredores, falta la sección femenina.
A escasos metros de donde nos encontramos, se reúnen también los corredores del club manchego de atletismo manchatón, www.manchathon.blogspot.com , a quienes les hemos robado a nuestro figura Antonio Alarcón, quien siempre venía defendiendo sus colores hasta que le hemos fichado para que se cambie al naranja. Del manchatón he podido conocer a Pedro Luis, un tío con muy buena planta de corredor y seguidor de este blog, como así me ha comunicado, así que desde aquí te envío un abrazo. 
 
 
Tras las fotos de rigor empezamos a calentar, con bastante anarquía diría yo, y es que cuando nos juntamos tantos corredores, es difícil que todos sigamos un mismo patrón, y cada uno va un poco a su bola. Tras el, llamémosle calentamiento, nos dirigimos ya hacia la salida buscando colocarnos cada uno en el lugar que nos corresponde. La organización, con muy buen criterio ha establecido cajones de salida diferenciados por tiempos y donde el color del dorsal de cada correrdor le autoriza a entrar en un corralito o en otro. Amarillos Sub-35, Rojos Sub-38, Azules Sub-40, Verdes Sub-45, Blancos Sub-50. 
 
 
Pedro, Juan, Carlos, Jordi y yo nos vamos para el sub-38, y el resto hacia los que tienen asignados. El objetivo de hoy es tirar de Carlos para acercarle todo lo que pueda a los treinta y seis minutos e intentar que consiga su mejor marca personal, estoy convencido que lo lleva en las piernas, y es cuestión de que hoy sea su día y la suerte le acompañe un poco. La idea es ir todos en un mismo grupo y que cada uno intente aguantar unido todo lo que pueda, yo tengo claro que voy de liebre de Carlos y esa es mi misión en el día de hoy. 
 
 
Con puntualidad británica, bajo la mirada del gran Federico Martín Bahamontes, ganador del Tour de Francia de 1959, encargado de darnos hoy el pistoletazo de salida, y acompañados por los Rolling Stones, comienza la cuenta atrás. Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno y a correr.... empieza la fiesta. 
 
 
La salida, como no puede ser de otra manera, la hacemos intentando buscar un hueco donde ir dando zancadas sin tropezar con al maraña de piernas que nos encierran. Es difícil coger un ritmo de carrera cuando hay que ir constantemente frenando, esquivando gente, haciendo algún zig-zag para escapar de encerronas, y al mismo tiempo no quitar la vista del asfalto yendo con cuidado de esquivar también algunas bandas transversales que atraviesan la calzada. Es por ello que en los primeros metros no miro hacia atrás, confiando en que Carlos no me pierda de "rueda" y siga pegado a mi estela. Pasamos un par de rotondas por su lado derecho, y enseguida Juan me canta que, tal y como esperaba, vamos todos juntos.  
 
 
La salida la hemos hecho por una larguísima Avenida del Príncipe que desemboca en una no menos larga calle de Las Moreras, donde está situado el primer kilómetro que acabamos de completar a un ritmo de tres treinta y cinco. De momento la salida, pese a todos los agolpamientos iniciales, hemos conseguido ir sobre el tiempo marcado y lo que es mejor, no hemos perdido unidades por el camino. Así pues, seguimos hacia adelante girando a la izquierda en la última rotonda de la calle de Las Moreras y enfilando ya el paseo entre árboles después de una pequeña bajadita donde hemos pasado el segundo kilómetro de igual forma sobre el tiempo previsto. 
 
 
En este punto, y aunque muy agolpados todavía los corredores, ya empiezan a abrirse algunos huecos que facilitan el mantener el ritmo, de todos modos prefiero abrirme a la parte derecha de la calzada e ir rebasando por ese lado a una larga fila de esforzados atletas. 
 
 
De vez en cuando me giro para comprobar donde siguen mis compañeros, y así compruebo que pegados a mi van Juan y Carlos, y a escasos cinco metros un poco mas descolgados nos siguen Pedro y Jordi. Aflojo un poco para que tanto Pedro como Jordi consigan entrar de nuevo y una vez conseguido seguimos hacia adelante. 
 
 
A escasos metros de llegar al tercer kilómetro giramos nuevamente a la izquierda para tomar una carretera algo mas estrecha y donde en su margen derecha nos acompaña el río Tajo. Miro una vez mas el crono y compruebo que éste último kilómetro lo hemos devorado por debajo de tres treinta y cinco, seguimos en tiempo de conseguir el objetivo marcado y con margen por si perdemos algo en los últimos kilómetros.  
 
 
Un nuevo giro a la izquierda nos conduce a la conocida como carretera de Colmenar, donde buscando el cuarto kilómetro puedo saludar a Pedro Luis, el corredor del Manchatón que anteriormente me han presentado, lleva un buen ritmo, como los numerosos corredores que nos rodean y donde también va situada la primera clasificada en categoría femenina. Creo que es un muy buen grupo para ir arropado, como así lo hace notar también Juan, quien anima a Carlos con frases como "éste es el grupo, vamos Carlos". 
 
 
Pasamos el kilómetro cuatro también con un buen crono y seguimos estando en la pelea, Carlos sigue aguantando como un campeón, aunque poco a poco puedo ver que tanto Pedro como Jordi se van quedando un poco atrás. Juan va sobrado y le veo fuerte por lo que después de un giro de noventa grados a la derecha y dentro ya de los famosos jardines de Aranjuez, le animo a no perder contacto con el grupo que poco a poco se va yendo hacia adelante. Carlos está empezando a sufrir y el ritmo del grupo no es el que le conviene, Juan tira fuerte hacia adelante y me quedo como guardia pretoriana de Carlos, de quien no me separaré en toda la carrera, hoy voy a ser su sombra. 
 
 
En la misma casa del labrador, dentro de los jardines Patrimonio de la Humanidad, está situado el kilómetro que marca la mitad de la carrera, ya tenemos la mitad en la saca, y eso anima bastante. En los últimos mil metros entre el cuarto y el quinto kilómetro el crono se ha resentido unos segundillos, aunque seguimos rondando los tres cuarenta. Sigo animando a Carlos, quien va un poco forzadillo, por lo que de vez en cuando aflojo un poquito para que pueda tomarse un respiro, pero enseguida volvemos a la carga y seguimos pateando este entorno privilegiado. 
 
 
Giramos otro ángulo recto a la izquierda y protegidos por un numero incontable de árboles centenarios y escoltados a nuestra derecha nuevamente por el río Tajo seguimos pegando zancadas devorando a buen ritmo el paso por este vergel. Los jardines, para quienes puedan recrearse en ello, son una maravilla, cuentan con varias especies de árboles, entre éstas destacan algunas como pinos, magnolios, cipreses, y madroños entre otras, pero sobre todos los demás destaca un ejemplar llamado Plátano de la Trinidad que, con 220 años de edad y 56 metros de altura, es el árbol más alto de la Comunidad de Madrid. En otras ediciones, al ir a todo trapo, no tuve tiempo de recrearme con todas estas maravillas, pero hoy es el día perfecto para poder hacerlo, estoy disfrutando de esta carrera como no lo hacía hace mucho tiempo, es un verdadero lujo poder combinar este paisaje con la mayor de mis aficiones, es un cóctel que no tiene precio y me siento muy afortunado por ello. 
 
 
Volviendo a la carrera, voy constantemente intentando animar a mi compañero, le recuerdo que no baje la cabeza, que la mantenga erguida para intentar captar la mayor cantidad de aire posible y no cerrar el paso de éste hacia los pulmones. Nos adelantan algunos corredores, pero esto no me preocupa en absoluto, esa no es nuestra guerra, nuestra batalla hoy es solamente contra el crono y de momento la vamos ganando. 
 
 
Pequeña curva hacia la izquierda y nos topamos con la señal que nos indica que llevamos ya seis mil metros recorridos a toda pastilla, el ritmo se resiente un poco e intento que Carlos se pegue un poco mas a mí, como así lo hace con mucho esfuerzo, este tío es de hierro. 
 
 
En esta parte de la carrera casi no hay gente animando, pero esto se soluciona rápidamente ya que en las estribaciones del kilómetro siete ya empiezan a llegarnos algunos aplausos de la gente que cada vez mas se van posicionando a los laterales de la carrera. Pasado este kilómetro ya la afluencia de público es cada vez mas numerosa, y nos hacen llegar el calor de sus ánimos durante toda la larga recta que nos conduce a la salida de este enclave maravilloso. Salimos de los jardines por una puerta a rebosar de espectadores, y que nos despide del parque que durante estos últimos casi tres kilómetros ha sido nuestro anfitrión. 
 
 
Ahora pateamos el asfalto de la larguísima calle de La Reina y Carlos me dice que va ya justito, intento no quemarle ya que todavía quedan algo mas de dos kilómetros y le digo que respire profundo, bajo un pelín el ritmo y le doy unos metros de tregua, para volver nuevamente a la carga.
 
Codo con codo dándolo todo.
 
Pasamos el kilómetro ocho y le digo que esto ya está casi hecho, ya vemos al fondo el penúltimo giro del recorrido donde llegamos poco después. Este giro desemboca en la calle de Sóforas, donde se encuentra la única cuesta de todo el circuito, son pocos metros, algo mas durillos en su inicio, pero que enseguida suavizan. La remontamos con relativa calma y una vez coronada hacemos el último giro del día para afrontar en ligera bajada nuevamente la calle de Las Moreras, justo en este punto está situado el noveno kilómetro, por lo que de aquí hasta meta solo resta echar toda la carne en el asador y darlo todo hasta pasar por debajo del arco de meta. 
 
 
Incrementamos un poco el ritmo y zancada tras zancada vamos venciendo a esta prueba, cada vez estamos mas cerca de línea de llegada, y aunque en los últimos kilómetros se nos ha escapado un poco el crono, lo cierto es que veo que está en su mano conseguir una muy buena marca. Carlos lo sabe también y va dándolo todo, es un luchador nato y como muchos corredores está hecho de una pasta especial que hace que en los momentos difíciles sepa apretar los dientes y sufrir para conseguir sus objetivos, y ese momento es ahora y aquí. 
 
 
Pasamos una rotonda, la calle se hace infinita, a lo lejos podemos ver ya la fuente que en la última rotonda nos revela la situación de la meta, seguimos con la mirada fija en el horizonte y ya no hay mas palabras, no hace falta decir nada más, sabemos lo que hay que hacer y lo estamos haciendo. En el ambiente ya está el característico olor de la meta, este juicio está visto para sentencia. A pocos metros Carlos recibe todo el cariño de su familia que se deja las manos aplaudiendo, ya podemos ver el reloj, todavía no con nitidez, pero yo sé que va a conseguir estar en 36 minutos. Un último esfuerzo final, pasamos junto a la última rotonda acicalada con una gran fuente y ya el arco de meta es nuestro, últimos metros y llegamos parando el crono en unos magníficos treinta y seis minuto y cincuenta segundos, Mejor Marca Personal de Carlos, ya puede sentirse orgulloso de ello. Me alegro mucho por él, se lo ha currado el solito y ha sabido defenderlo en los momentos difíciles.

Vamos Carlos campeón, a darlo todo ya...
Poco después llega el incombustible Pedro mejorando también su marca en esta carrera. Detrás Jordi pisándole los talones y a su zaga Antonio completando una fantástica carrera. Luego progresivamente irían llegando mas compañeros, mi cuñado Alejandro, Ángel, Domin, Bienve, Manu con Toñin como liebre (para quitarse el sombrero, que estando lesionado con la rodilla se ha metido entre pecho y espalda estos diez kilómetros) Vicen, y Juancar todos con muy buenos tiempos, alguno consiguiendo sus objetivos y otros muy cerca de ellos, pero todos disfrutando de esta afición que nos tiene cada día mas enganchados. 

 
Quiero destacar especialmente el tiempazo que se ha marcado nuestro Secretario Juan Antonio, quien ha conseguido un fabuloso crono de 35:50, demostrando así que el tiempo conseguido en el pasado maratón de San Sebastián no fue ninguna casualidad. Con estos campeones uno no se puede dormir en los laureles. Enhorabuena Juan !!!
 
 
Después de llegar he tenido ocasión de saludar a Ricardo, un gran corredor del club de atletismo de Alalpardo www.alalpardorunning.es , y al que tenía muchas ganas de conocer en persona, de hecho su club organiza una bonita carrera a la que ya estoy apuntado y que se conoce como El Trail del Serrucho, pero esa ya será en el mes de enero y todavía antes hay otras citas que ya os iré contando. 
 
 
De momento hoy me quedo con el buen sabor de boca de haber ayudado a un compañero a conseguir su mejor marca en la distancia, así como haber disfrutado de una magnífica mañana deportiva rodeada de buenos amigos ¿Se puede pedir mas?..
 
Buenos regalos de la organización.
 
Salud para tod@s

4 comentarios:

Club Atletismo Velilla dijo...

Genial, capitán de los naranjas. A sus pies cuando mande. Una vez más me descubro ante sus grandes dotes para todo. Juan

Unknown dijo...

Perfecta crónica, es la primera vez que tu bolsa de corredor coincide con la mía. Un abrazo.

yonhey dijo...

Menudos tiempazos os marcáis, enhorabuena a ti y a tus compis.
Yo de momento esta la tengo apartada, paso de ir a Aranjuez días antes.
Salu2

Anónimo dijo...

Piraña, enhorabuena por una crónica llena de detalles y esa ayuda a tu compañero; por allí estuve también por primera vez; si es rápida la carrera. Un abrazo Vicalvarock.