lunes, 26 de abril de 2010

MAPOMA 2010







Por primera vez en la noche previa a una maratón conseguí dormir durante al menos cuatro horas seguidas, en todas las citas anteriores, bien fuese porque mis hijos pequeños se despertaban en mitad de la noche, o bien por la cantidad de nervios que me lo impedían, nunca había conseguido dormir como en esta ocasión.

Me levanto a eso de las siete menos cuarto de la mañana, mejor dicho nos levantamos, ya que mi mujer y mis hijos también madrugan para ir a tomar posiciones a Nuevos Ministerios, lugar estratégico donde me verán pasar en dos ocasiones. En los primeros minutos, a los pequeños les cuesta levantarse de la cama, pero en seguida se espabilan y desayunamos todos juntos, en mi caso un tazón de leche con cereales y un plátano.

A las siete y media hemos quedado con mi cuñado, mi hermana y mis sobrinos en la boca del metro, donde puntualmente nos encontramos a la hora convenida y desde donde partimos cada uno hacia nuestro destino. Nada mas incorporarnos al vagón del metro, ya observamos a algunos corredores que se dirigen, al igual que nosotros a la gran cita. Mi cuñado Alejandro, como es habitual en él, no para de hablar, por lo que el trayecto se nos hace muy ameno y con una sonrisa en el rostro de mayores y pequeños. En Ventas nuestros caminos se separan, la familia continua y nosotros cambiamos de tren para ir a la salida, las chicas y los niños nos desean mucha suerte y ahí nos despedimos, ya la próxima vez que les veamos será corriendo.

Al salir del metro ya comprobamos que el día se presenta caluroso, nos dirigimos a la plaza de la Cibeles y mas concretamente a la sede del Ayuntamiento de Madrid, antigüo Palacio de Correos, donde hemos quedado con el resto de amigos. Allí comprobamos que está todo vallado por lo que decidimos no alejarnos del lugar donde mas o menos deberíamos vernos todos. Echo una ojeada intentando localizar al grupo de amigos del foto de www.carreraspopulares.com sin éxito, una pena porque me hubiera gustado saludarles.

A los pocos minutos llegan Carlos y Pedro, y unos minutos después lo hacen Javi y Enrique. Una vez todos juntos nos vamos a tomar posiciones para la salida, y justo cuando nos disponemos a cruzar el semáforo veo a lo lejos a Javi Sanz y algún otro forero de carreras, pero ya están inmersos en la gran maraña de corredores que pupulan por la zona y enseguida los pierdo de vista.

Me despido de mis amigos deseándoles mucha suerte y me voy hacia la zona delantera, donde al tener un dorsal comprendido entre los doscientos primeros puedo salir con mas holgura. Por allí puedo calentar junto con los primeros espadas de la competición, y también, (y esto es todo un lujo), hago algunos estiramientos a escasos cinco metros de Haile Gebrselassie, atleta invitado y actual recordman mundial en la distancia de maratón, quien en esta ocasión disputará la prueba de los diez kilómetros.

Observamos el tradicional descenso el paracaídas de algunos militares de la B.R.I.P.A.C. y poco a poco la organización nos va conduciendo hacia debajo del arco de salida. Estoy bastante nervioso, algo mas de lo que acostumbro, y noto que mis pulsaciones están algo aceleradas, debo intentar calmarme. Tras un minuto de silencio comienza la prueba. La salida es bastante rápida, lo hemos hecho por la parte izquierda de la calzada, dejando el lado derecho para la prueba de los diez kilómetros, aunque una vez rebasada la estatua de Colón nos juntamos ya todos.

El maratón ha comenzado y ahora somos una maraña de atletas con un objetivo, en principio, común, que es el de intentar completar los cuarenta y dos kilómetros y pico y llegar a la línea de meta en el Retiro. Me impongo un ritmo cómodo en busca de sensaciones, ya que no sé como me responderá la pierna. Una vez mas he decidido olvidarme del cronómetro y vuelvo a correr por sensaciones. Vamos subiendo Castellana arriba y así paso el kilómetro primero y pasado el segundo, sabiendo que mi familia estará encima del puente esperando mi paso, me separo un poco hacia la izquierda de la calzada para ir corriendo en solitario y que me puedan ver con total claridad, como así sucede, recibo sus ánimos y continuo hacia adelante.

Veo que por delante, a escasos cincuenta metros, se ha formado un numeroso grupo en el que van las atletas de élite femeninas y decido unirme a él, por lo que acelero el ritmo y pasado un kilómetro ya me uno al grupo. Seguimos subiendo buscando el paso por el estadio Santiago Bernabéu, donde llegamos en un grupo muy compacto compuesto por algunos atletas masculinos y por mas de siete atletas africanas, una cubana y alguna europea. Llegamos al punto en el que se separan los caminos de las dos competiciones que hasta este momento compartimos recorrido, los del diez mil giran a la derecha para irse ya directamente al Retiro, y los el Maratón lo hacemos a la izquierda en continua subida.

Hemos pasado el cuarto kilómetro y voy cómodo en el grupo, se han ido por delante algunas africanas y una europea, pero yo decido seguir con el ritmo que traemos y guardar fuerzas. En el kilómetro cinco aprovecho para beber agua y a la espera de que el recorrido se vuelva algo mas favorable al paso de Plaza Castilla. En este punto el recorrido gira a la derecha y después de un llano comienza una pequeña bajada, donde me pongo en cabeza del grupo y empiezo a marcar yo el ritmo. Así pasamos el kilómetro siete y en el ocho junto con un par de corredores mas, damos alcance al grupito que se habían marchado por delante.

Durante toda la Avenida de Pío XII sigo marcando el ritmo, uno de los atletas que me acompaña me pregunta la marca que tengo previsto hacer, y le contesto que no aspiro a ninguna, que corro por sensaciones y según me deje la pierna. Llevo a las primeras clasificadas pegadas a mi espalda y un par de corredores se van por delante, yo decido seguir con mi ritmo y no arriesgarme a irme con ellos y así pasamos el kilómetro diez en un tiempo de treinta y seis minutos y cinco segundos, es la primera referencia que tengo hasta ahora y creo que voy demasiado rápido, debo calmarme ya que estoy corriendo a ritmos de poco mas tres minutos, treinta y cinco segundos por kilómetro y esto puedo pagarlo luego.

Aun bajando un poquito el ritmo compruebo que nadie me adelanta, se conoce que van cómodos detrás de mi y es pronto para empezar con las hostilidades. Los dos kilómetros siguientes son de transición hasta el doce, donde una vez mas veo a toda mi familia animándome y con la euforia me voy un poquito hacia adelante destacándome unos pocos metros del grupo. Choco las palmas de las manos de los pequeños y sigo corriendo otra vez en cuesta arriba por toda la calle Raimundo Fernández Villaverde hasta llegar a una animadísima plaza de Cuatro Caminos, donde la gente nos transmite su apoyo de una forma espléndida.

Inconscientemente me he ido hacia adelante y mirando hacia atrás compruebo que me he distanciado unos veinticinco metros del grupo, pero me siento bien de piernas y decido seguir a mi ritmo, cosa que hago durante toda la Avenida de Filipinas pasando el kilómetro catorce, así como también al paso por el avituallamiento del kilómetro quince en la calle Guzmán el Bueno donde aprovecho para llevarme a la boca uno de los tres pedacitos de la barrita energética que guardo en mi pantalón para ir renovando fuerzas.

Antes del giro hacia la derecha buscando el kilómetro dieciséis doy alcance a uno de los corredores que me preceden, y juntos recibimos la gran cantidad de aplausos del numeroso público que se agolpa en este punto. Se nota la proximidad del paso por las calles del centro de Madrid, ya que cada vez el número de público va en aumento.

Giramos a la derecha buscando la calle Fuencarral y con ella el kilómetro diecisiete, por las sensaciones que llevo debo seguir a ritmo de tres treinta y cinco, sino mas rápido. El grupo de las chicas, al que me giro para echar un vistazo de vez en cuando, se separa de mi cada vez un poquito mas. La calle Fuencarral es una fiesta de público, al ser una calle estrecha y estar tan llena de gente los ánimos se perciben mas cercanos aún. Al cabo de ésta, nos recibe una centenaria Gran Vía que contrasta por su majestuosidad en cuanto a la amplitud de la calzada y la sensación de espacio que transmite, también con mucha gente animando. Sigo a buen ritmo y se vuelve a marchar por delante el corredor que codo con codo me acompañaba durante los últimos dos kilómetros.

El paso por Sol es indescriptible, desde la posición del corredor da la impresión de no quedar un solo centímetro cuadrado por cubrir de animación, es simplemente espectacular como anima en este punto la gente, y si además les devuelves los aplausos aquello es ya la locura, se le ponen a uno “los pelos como escarpias....”, sin comentarios, eso hay que vivirlo. La calle Mayor es igual de emocionante aunque a medida que nos vamos separando de la puerta del Sol la animación va en descenso, como también el perfil del recorrido, cosa que es de agradecer.

Llego en solitario a las puertas de la Catedral de la Almudena donde, pasada ésta y ya en los dominios del Palacio Real recibo los ánimos de Rober un compañero de carreras que no deja de asombrarme en sus cada vez mas valiosos resultados deportivos. Poco después paso el kilómetro veinte donde aprovecho para hidratarme con agua, me dirijo, por una desangelada calle Ferraz, hacia el veintiuno y corriendo todavía en solitario.

La subida por la calle Ferraz me ha mermado un poco las fuerzas y poco antes del paso por el kilómetro veintiuno empiezo a escuchar las pisadas del grupo de atletas que marchan detrás de mi por lo que decido dejar de correr en solitario y unirme nuevamente al grupo, aprovecho igualmente para llevarme a la boca el segundo de los pedazos de barrita energética que conservo en mi pantalón. Así paso todavía en solitario por la media maratón con un tiempo de una hora quince minutos y cincuenta y siete segundos, segunda referencia en cuanto a tiempos y bastante mas rápido de lo que había imaginado, reduzco un poco el ritmo en la pronunciada bajada que discurre entre los kilómetros veintidos y veintitrés y en ese tramo me alcanza el grupo de las primeras clasificadas y me uno a éste. Compruebo que va “tirando” del grupo un atleta etíope y en vista de que el ritmo puedo aguantarlo bien, decido entrar a relevos con él en las labores de “liebre”, así vamos alternándonos la primera posición del grupo entre el etíope y yo, tirando del cada vez menos numeroso grupo, deben quedar unas cinco africanas y solo una europea a la que cada vez se la ve que la cuesta mas seguir el ritmo.

Toda la Avenida de Valladolid la hacemos dándonos continuos relevos entre los dos y cuatro de las atletas “élite” parecen ir cómodas al ritmo que vamos marcando, no así una de las negritas y la europea que se las oye resoplar bastante.

Llegamos al kilómetro veinticinco justo en frente de la estación de Príncipe Pío, y en este punto recibo, una vez mas, los impagables ánimos de mi familia, allí están animando como cosacos, mi mujer, mi hermana, mis hijos y mis sobrinos, buff.. consiguen emocionarme, repongo líquidos nuevamente en el avituallamiento donde recojo algunas botellas mas que ofrezco a las chicas y que agradecen con un casi imperceptible “thank you” y giramos a la derecha para comenzar la parte mas árida de todo el recorrido, que no es otra que el gran pulmón verde que supone para Madrid la gran Casa de Campo, magnífica para correr en condiciones normales, pero con mucho desgaste para un maratón. Nada mas franquear la puerta de acceso al enorme parque, el etíope que va conmigo se dirige a las chicas comentándolas algo que no entiendo ya que no hablan en inglés, pero algo les ha dicho para que incrementen el ritmo y así lo hacen de una manera descarada. Pienso que están intentando descolgar a la atleta europea (luego me enteraría que de nacionalidad polaca) para jugarse la victoria entre las atletas de color, todas etíopes, y a buen seguro que lo están logrando. Así consiguen que yo también pierda contacto con ellos y me quedo rezagado por detrás.

El kilómetro veintiseis y el veintisiete lo hago únicamente en compañía de la alteta polaca quien va pegada a mi como una lapa, no así otra atleta africana que se va quedando paulatinamente mas descolgada. Hace bastante calor y después de haber estado entrenando la mayor parte del invierno y primavera con días de frío, lluvia, algunos incluso de nieve, se empieza hacer duro correr con estas temperaturas, se nota que el cuerpo no está aclimatado a ellas, no obstante vuelvo a recortar distancia con el grupo de delante y cerca del kilómetro veintiocho ya empiezo a tenerlo nuevamente al alcance, o ellas han bajado el ritmo o yo lo he incrementado, sea como fuere la polaca se ha vuelto a quedar y yo casi contacto con las primeras clasificadas otra vez.

Recibo ánimos de un compañero de trabajo, quien sobre su bici está siguiendo el recorrido y aprovecha para hacerme algunas fotos. Cerca del kilómetro veintinueve me pasan dos corredores vascos a quienes intento seguir, y lo consigo, y en su compañía terminamos de enlazar con las africanas en las cercanías del kilómetro veintinueve. Uno de los atletas vascos sigue en progresión y se marcha en solitario, yo no puedo seguirle y me quedo en el grupo. Sorprendentemente en este punto, el atleta etíope que iba marcándolas el ritmo se hace a un lado y se retira, no me lo explico, se supone que iba acompañándolas y las deja solas en la parte mas dura del recorrido, en fin, a mi personalmente me viene de maravilla porque el ritmo vuelve a ser mas asequible, tanto, que ahora me encuentro fuerte y vuelvo a ponerme en cabeza del grupo. Durante los kilómetros treinta (donde me hidrato nuevamente y donde aprovecho para tomar el último trozo de barrita energética que me queda) y treinta y uno sigo tirando de las africanas y antes de salir de la Casa de Campo todavía tendremos tiempo de remontar una nueva cuesta, aperitivo de todo lo que nos espera por delante, y que nos conduce a la Avenida de Portugal, donde durante un kilómetros obtenemos un respiro en forma de perfil en bajada, pasamos el cartel que marca el kilómetro treinta y dos y aquí es donde realmente empieza mi verdadero maratón.

Empiezo a notar las piernas ya cargadas del esfuerzo, y la cabeza empieza a mandarme señales inequívocas que estoy llegando a los límites. Al paso del kilómetro treinta y tres ya no soy yo quien marca el ritmo del grupo, sino otro atleta (que al final quedaría como primer madrileño en cruzar la meta) que con mejores piernas que yo decide tomar la iniciativa, ahora ya acuso todo el esfuerzo y me empieza a costar bastante el seguirles el ritmo a las etíopes, de las que ya solamente quedan dos. En el puente de San Isidro, al paso por el kilómetro treinta y cuatro empiezan a sacarme unos metros que cada vez veo mas difícil el poder recortarlos, los chavales que van en las bicicletas marcando la posición en carrera de las primeras clasificadas me animan constantemente a seguir con ellas, pero cuando el cuerpo dice basta es que ha llegado la hora de escucharle y sobre todo ahora que los kilómetros que quedan son todos en continua subida.

El inicio por el Paseo de la Virgen del Puerto ya lo hago en solitario y en el kilómetro treinta y cinco vuelvo a hidratarme, a medida que avanzan los kilómetros se incrementa mi torpeza para poder beber, creo que en este avituallamiento me he echado mas agua por encima que por dentro, pero con el calor que está haciendo casi hasta se agradece.

Me sorprende el comprobar que aun bajando el ritmo nadie me da alcance por detrás, incluso consigo adelantar a algún corredor que yendo delante de mí empieza a acusar el esfuerzo de forma notable. Paso por el kilómetro treinta y seis y ahora si que ya estoy fundido, veo a las negritas por delante y no me sacan tanta distancia, pero a mi me parece ya insalvable, las piernas ya las tengo como dos piedras y creo que estoy en plena crisis, fijo mis pensamientos únicamente en llegar a meta, imagino la cara de mis hijos viéndome llegar e intento apartar todos los pensamientos negativos que empiezan a pasarse por mi cabeza, mi objetivo en este momento es......simplemente llegar.

El discurrir por el Paseo Imperial se me hace I N T E R M I N A B L E..... parece no llegar nunca el kilómetro treinta y siete, voy sufriendo como un perro, pero los ánimos de la gente me hacen intentar recomponerme y seguir adelante, así me hidrato nuevamente y busco el treinta y ocho con mas pena que gloria. Desde aquí hasta el treinta y nueve es una larga recta cuesta arriba y donde el tiempo parece detenerse, menos mal que al llegar a Atocha recibo nuevamente los ánimos de Rober que me impulsan a seguir adelante, intento buscar un ritmo constante en la zancada, pero se hace realmente complicado. Al girar hacia la Avenida de Alfonso XII, ya buscando la valla que delimita el Parque del Retiro, la calle me da la bienvenida en forma de nueva cuesta, mas pronunciada que las anteriores, aunque también mas corta, que desemboca en el kilómetro cuarenta, ahora ya estoy seguro que llego a meta, aunque el perfil sigue picando hacia arriba intento acelerar la marcha, con escasos resultados y así sufro mucho durante el tránsito hasta el cuarenta y uno, ya a las faldas de la entrada al Retiro y habiendo dejado atrás la puerta de Alcalá. Los ánimos del público en esta parte final del maratón son exacerbados, ya no sé realmente que me gritan, es tal el bullicio que no consigo descifrar las palabras, solo noto un griterío enorme rodeado de aplausos y ruidos escandalosos, es increible.

Traspaso la entrada al parque del Retiro bajo un griterío constante que unido a que el perfil se torna en franca bajada, me hacen acelerar el ritmo, cada vez la zancada es mas amplia y cada vez voy mas rápido, ya huelo la meta. Recorto en parte la distancia que me separa de la segunda clasificada pero como no podía ser de otra forma, al llegar al kilómetro cuarenta y dos la emoción me llena por completo al ver nuevamente a toda mi familia, desde este kilómetro cuarenta y dos, mi hijo de seis años salta la valla y me acompaña de la mano durante los últimos metros, intento disfrutar cada centímetro de este sueño final recibiendo todo el calor del multitudinario público, al cruzar la meta me abrazo a mi hijo, quien muestra una cara radiante de ilusión y que solo por verla ha merecido la pena todo el esfuerzo.

Recibimos las atenciones de los organizadores, yo en forma de cerveza fresquita y mi hijo en forma de batido y nos vamos al encuentro con el resto de la familia.

Al final cruzo la meta en un tiempo de dos horas treinta y cinco minutos y veinte segundos, quedando en el puesto veintinueve de la clasificación general y siendo el tercer veterano en llegar a meta de mas de cuarenta años.

Ha sido un día de esos para recordar, mucho mejor de lo que podía esperar en base a las lesiones que he venido padeciendo últimamente. Mis hijos están emocionados y hace una mañana con un sol brillante para disfrutar del parque, un sol que ha decir verdad hará estragos entre los miles de atletas que se han enfrentado al maratón.

Ahora toca descanso y a pensar en próximas citas todavía sin concretar. De momento a intentar recuperarme y cruzando los dedos para que la pierna no se resienta del esfuerzo.

Como siempre, y como no podía ser de otra forma agradecerle a la mujer que mas quiero la ayuda y el apoyo que tiene conmigo y que sin ella nada de esto sería posible. MUCHAS GRACIAS LOURDES, sabes que sin tí estaría perdido.


Mucha salud para tod@s

18 comentarios:

Risco dijo...

Enhorabuena por ese pedazo de carrera.
Ayer el hombre del mazo no se dejo a casi nadie. Fueras bueno o del montón tenía para todos.

Un abrazo

mannarro dijo...

Joder pichita al final me has emocionado con tu crónica.
eressssss un montruo.
Bueno enhorabuena y lo dicho leyendo esto le dan ganas a uno de salir a correr ahora mismo.

un Abrazo campeón

Javi Sanz dijo...

Muchas felicitaciones. Eres un auténtico crack. Una pena no habernos visto, aunque faltó poco por lo que cuentas. Me gusta saludar a la élite, jejeje
Un abrazo
Javi Sanz

Anónimo dijo...

Enhorabuena Alex, grandísima carrera la tuya, ¡esta vez te has pasao! ;-)

Me han llamado mucho la atención tus zapatillas, parecen espaciales, es la primera vez que las veo, ¿tienen un motor dentro, no? :-)

Estuve en la puerta del Sol y en la de Alcalá pero no te ví pasar, a esa velocidad no nos da tiempo a llegar.

Enhorabuena de nuevo.

Santi Palillo dijo...

El anterior era yo pero le di al botón equivocado.

Unknown dijo...

Es un honor para mí el haber leido una crónica de una persona que corre tanto.
Es espectacular haber llegado el 29 de tantisimos corredores.
Dios sabe los entrenamientos y sacrificios que habrás hecho para culminar este día.
Hojala un día pudiera conseguir una pincelada de cuatro o cinco consejos del gran campeón que llevas dentro.

Enhorabuena, campeón !!!

G. Campello (Santa Pola)

Trapatroles dijo...

Enhorabuena por tan dura marathón , con el calor que cuentan.

¡FELICIDADES!

Juanjo Crespo dijo...

Impresionante narración e increible marca: Estuve esa mañana allí viendo la carrera y hacer 2h35´con el perfil de Madrid + el calorazo que hizo, sinceramente me parece espectacular. Pero es que con el peor perfil del final + el peor calor del final, ¡¡solo perdistes 3 minutos en la segunda media¡¡ ¡¡y sin llevar controlado el ritmo¡¡. Uf, me quedo sin calificativos; ENHORABUENA

Rafael dijo...

Alex, espero que ahora si estes contento,te has quedado a 2 minutos si no me equivoco de tu marca personal,eso teniendo en cuenta el duro recorrido de Madrid y el clima infernal te situa casi en tu mejor momento de forma y eso que no hace mucho estabas muy desanimado con la pierna,me alegro muchisimo que hayas hecho ese carreron solo al alcance de los elegidos para este deporte como es tu caso.FELICIDADES,todo apunta a que la mejor version de Alex el combativo ha vuelto o eso o ayer decidiste hacer magia.
Un abrazo y celebra esa gran carrera que has hecho al volver encima a estar adelante,muy adelante de nuevo.

yonhey dijo...

Pedazo tiempo, eres un monstruo. Enhorabuena campeón.
Salu2

Alex dijo...

RISCO: Gracias, efectivamente dia de los complicadillos para correr, no quiero imaginarme la gente de cuatro horas el calorazo que tuvieron que soportar, esos si que tienen mérito.

MIGUEL: Si tantas ganas te entran de salir a correr no lo dejes para mañana que ya es tarde, ja, ja... venga “pichita” que sé que te estás picando con esto del correr, ánimo y sigue entrenando y participando en carreritas, me gusta leer tu blog y saber que sigues en la brecha. Un abrazo muy fuerte para tí y todas tus mujeres....

JAVI: Las felicitaciones que sean también para tí, yo creo que se pueden contar con los dedos de una mano, y sobrarían unos cuantos, las personas que como tú han completado (y en carrera) tantos maratones, eres el maestro en este arte. Un abrazo compañero.

SANTI: Las zapas lo que tienen son mas años que matusalén, tengo dos pares iguales y son de hace por lo menos seis años, las compré en una oferta, me costaron 50€ (los dos pares) de los de entonces y solo me las pongo para correr las medias y los maratones, no me hacen ni una sola rozadura y amortiguan que da gusto. La gente que me conoce me dice que por qué no las jubilo ya, pero es que las tengo mucho cariño y que coño, que corro estupendamente con ellas. Ah!! y motor, lo que se dice motor no llevan, ja, ja...
Un abrazo.

FERNESTIC: Los honores y las formalidades déjalos para la élite de verdad, yo simplemente soy un corredor popular mas, a lo mejor de arriba del montón, pero uno mas, gracias por tu enhorabuena y aunque yo no soy nadie para dar consejos, si necesitas como dices tú “una pincelada de cuatro o cinco consejos” no te cortes en preguntarme, aquí en el blog o directamente en mi e-mail “yuncalp arroba hotmail punto com” estaré encantado de poder ayudarte. Un saludo.

TRAPATOLES: El calor no es que lo cuenten, es que lo hacía, ja, ja.... gracias por tu felicitación, Un saludo.

JUANJO: Me alegra que te gustase la narración, procuro hacerlas en caliente para no dejarme muchos detalles, aún así siempre hay cosas que luego se vienen a la mente y suelo dejar en el tintero, pero mas o menos el blog es reflejo fiel de las sensaciones vividas. Tienes razón en que el perfil es jodido, pero ya sabemos todos como es Madrid y en la salida ya conocemos a lo que nos enfrentamos, por eso hay que saber controlarse sobre todo al principio. Sigo tus pasos y estoy convencido que cualquier día nos sorprenderás con un sub 2:30, estoy seguro. Un saludo.

RAFA: Pues si, realmente me ha dejado muy buen sabor de boca este MAPOMA, sobre todo porque no me he resentido de mi lesión, hoy es Martes y (toco madera) la pierna no ha vuelto a molestarme, solo unos pequeños hormigueos pero no han pasado de ahí. Gracias por tus ánimos y espero que tu también vayas cumpliendo tus objetivos progresivamente, no me cansaré nunca de decirte que la clave está en la constancia. Un saludo.

JOSE LUIS: ¿Monstruo yo?... quita, quita....ja, ja.. simplemente pillé un buen día, también los he tenido malos y muy malos como en la Media de Lisboa, esto va por rachas, en MAPOMA estuvieron los Dioses de cara, pero soy consciente que en cualquier momento pueden volver de nuevo la espalda. Por ahora sigo en la nube y espero tardar unos días en bajar de nuevo a tierra, supongo que los mismos que tarden en irse las agujetas....
Un saludo.

Anónimo dijo...

Sin comentarios, de los poquitos corredores que ví enteros (más o menos) en el km39.

Plantéate un Berlín o Londres, en serio, no hay duda de que esta es tu prueba...

Carrerón Alex, ENHORABUENA!!!

Rober

MÁQUINA!!!

Landes dijo...

Alex, sacada del foro (por cortesia de Mohawk):
http://lh3.ggpht.com/_I317g-oQbqg/S9XT2cXAHOI/AAAAAAAADVg/TgyBGE5mqTs/s912/CIMG0280.JPG

En el tema de MAPOMA la tienes también.

Un saludo.

Alex dijo...

Rober: Gracias por tus ánimos, me hizo mucha ilusión verte en esos dos puntos del recorrido. Lo de Berlin o Londres lo tengo en mente, pero cuando ahorre.. je, je.. y aquí el MÁQUINA para mi está claro que eres tú. ENHORABUENA POR ESA PRIMERA POSICIÓN QUE MANTIENES EN EL CIRCUITO PROVINCIAL DE CARRERAS POPULARES DE GUADALAJARA !!!!!

Luis: Muchas gracias por la foto, me pasaré por el foro de el atleta para dárselas también a Mohawk. (a mi hijo le va a encantar).

Un saludo.
Alex.

Lourdes dijo...

Ya te dije que tuvieras paciencia con las lesiones, no te rallaras, etc, etc...He de decir que estoy muy orgullosa de ti, por la capacidad de sufrimiento y constancia que tienes.

Podría escribir un ladrillo ( no se si tan entretenido como los tuyos, Je,Je...), donde casi todo serían virtudes.

No te puedes imaginar lo que hemos disfrutado esta maratón, a sabiendas del año que hemos pasado con las dichosas lesiones, que ya son como de la familia ( hola, que tal cadera??, no abuses tanto que luego la Sra. pierna se queja,......) Bueno y esos 30 minutos de estiramientos diarios, madre mía, que posturas...ya te he dicho que tengas cuidado, que ya se va teniendo una edad.

Esta prueba, se ha convertido para la familia en fiesta nacional. Nos estas malacostumbrando, Je,Je....

Ya sabes que nosotros estaremos contigo siempre, para lo bueno y malo.

Sigue disfrutando de este deporte.

Te quiero.

P.D. Por supuesto, mis felicitaciones a todos,tanto a los que terminaron como a los que lo intentaron.

Anónimo dijo...

BUENO BUENO, LA PRIMERA VEZ QUE LEO UNA CRONICA TAN EXTENSA Y TAN BIEN EXPLICADA, EN MI VIDA, ME HAS LLEGADO A EMOCIONAR Y REVIVIR DE NUEVO TODAS LAS CALLES...QUE ""CORRI" JEJE...EN MAPOMA...
ENHORABUENA GRANDE ERES MUY GRANDE...
POR CIERTO, ENTRASTES DELANTE DEL VAQUERO DE VILLENA, JEJE, ANDRES MICO.

SALUDOS

ANGELIN DE VILLENA

Dragonkik55 dijo...

¡¡Menudo maratón que te marcaste¡¡¡

Alex dijo...

ANGELIN: Enhorabuena por haber completado el MAPOMA, sé que a pocos días de la gran cita ni siquiera tenías claro el poder estar en la línea de salida, con todo y con eso conseguiste terminarlo, eres un fenómeno.
Tengo que corregirte porque Andrés Mico entró unos cuantos minutos delante de mí, ese si que es un crack.
Un abrazo para Villena.

DRAGON: El tuyo tampoco estuvo nada mal teniendo en cuenta los meses anteriores que has tenido, a ver si las lesiones quieren, de una vez por todas, olvidarse ya de tí. Mucha, mucha suerte para tu gran objetivo en Islandia, menuda envidia que me das.
Un saludo para Moratalaz.