viernes, 30 de enero de 2015

16 MEDIA MARATON CIUDAD DE GETAFE



Un año mas realizamos la inscripción para una de las Medias Maratones mas rápidas de la Comunidad de Madrid, no en vano cuenta con un perfil casi llano en la mayoría de kilómetros de la prueba.

Cerca de las ocho de la mañana pasa a recogerme mi cuñado en una mañana gélida pero sin rastro de nubes en el cielo. Escasamente veinte minutos después ya hemos aparcado el coche junto al Supermercado Ahorramás y tras un corto paseo para ir estirando las piernas, a las ocho y media recogemos nuestros dorsales, en mi caso el número 188 y el 448 para mi cuñado. La salida de la carrera está fijada en las diez y media de la mañana, así que es muy pronto todavía y tenemos tiempo para buscar un sitio donde desayunar tranquilamente. En “El Rincón del Tío Eulogio” aprovechamos para tomar fuerzas relajadamente con unos cafés acompañados de zumos de naranja con sus correspondientes tostadas con aceite y tomate. Poco a poco el bar se va llenando de mas personas que por sus indumentarias es difícil no imaginar que se trata de corredores también.

Una vez hemos llenado nuestros depósitos de energía volvemos a la zona de entrega de dorsales donde nos encontramos con nuestros compañeros de entrenamientos. Hoy también serán de la partida Pedro, Carlos, Isra, Nico, Juanjo, Marga, David y Enrique. No tardamos mucho en localizarles y una vez todos saludados es hora de empezar a calentar. Después de quitarnos la ropa de abrigo comprobamos en nuestras propias carnes el frío de esta mañana dominical por lo que enseguida empezamos a trotar por el Parque colindante con la zona de salida. Cuando restan escasos minutos para las diez y media llega el momento de ir tomando posiciones entre los miles de corredores que vamos a participar en la carrera. Pedro, Carlos y yo nos situamos en una zona algo mas cercana al arco de salida y el resto, tras nosotros algo mas retrasados.

Los corredores en hand-bike (Sillas de ruedas modernas preparadas para la competición) dan comienzo a la carrera y escasos segundos después suena la detonación que nos pone en marcha al resto. La salida la hacemos por un terreno que pica ligeramente hacia abajo por la Avenida de Don Juan de Borbón, donde hay que ir con muchísimo cuidado de no tropezar no solamente con los incontables corredores que nos rodean, sino también con unos bolardos que separan la calzada con un carril bici adyacente.

Pasamos una primera rotonda e intento no perder de vista a  Pedro y Carlos que van a escasos diez metros por delante de mí. 
Tapado al paso por la primera rotonda

Voy intentando buscar pequeños huecos por donde poder conseguir ir progresando, a veces por la calzada, a veces por el carril bici y las menos por las aceras. Al paso por la segunda rotonda ya he conseguido situarme a la estela de ambos y cuando llegamos a la tercera glorieta, donde debemos realizar un giro de ciento ochenta grados para volver sobre nuestros pasos, me coloco delante de ellos y empiezo a marcar ritmo.

La Avenida de Martín Gato nos introduce en un túnel por donde desembocamos en la zona mas fea de todo el recorrido, hace un par de años que la organización modificó el trazado de la prueba con bastante desatino a mi juicio, ya que ahora nos meten por una zona nueva, muy fea, repleta de grandes avenidas totalmente áridas y despobladas de público donde no hay un solo metro en el que merezca la pena recrear la vista.

En cuanto a lo deportivo voy poco a poco remontando corredores e intentando buscar mi ritmo, aunque lo cierto es que el proceso gripal por el que he estado atravesando toda la semana me tiene muy mermado de fuerzas, además de que me cuesta mucho coger aire por la gran cantidad de mucosidad que invade mi aparato respiratorio, por lo que cada pocas zancadas voy haciéndome a un lado para expulsar toda la que puedo.

Pedro hace rato que se quedó atrás y Carlos poco a poco se ha descolgado también, aunque en algunos giros puedo comprobar que son pocos los metros que me separan de él. Me uno a un grupo con algunos corredores del Bikila y sobre el punto de avituallamiento colocado en el quinto kilómetro tomo la cabeza del mismo y sigo tirando para adelante.

Mas giros de noventa grados por amplias avenidas yermas y desiertas, donde intento irme entreteniendo con alguna had-bike a la que a ratos adelanto y otras veces me vuelve a superar. Sigo tirando del grupo que parece ir cómodo a mi estela, puesto que nadie parece querer darme un relevo, y poco a poco voy pudiendo respirar un poco mejor y encontrándome mas cómodo. Por delante llevo un par de grupos mas de corredores y en el que parece mas distante puedo distinguir a Ana Burgos, la excepcional corredora del Clínicas Menorca campeona de triatlón en varias ocasiones. Pienso que si me sigo encontrando mejor voy a hacer el intento de llegar hasta ella, y me pongo manos a la obra, empezando a tensar un poco la cuerda e incrementando el ritmo, por lo que algunos corredores del grupito empiezan a descolgarse.

Cercanos al segundo paso por el túnel que nos alejará de esta zona tan deslucida para una carrera, aprovecho para tomar un gel de los que estoy probando para el próximo Maratón de Sevilla, y el lugar no ha sido elegido a la ligera, sino que precisamente aprovecho a tomarlo ahora porque justo a la salida del túnel está situado el décimo kilómetro y con él otro de los avituallamientos donde cojo una botella de agua para pasar el pastoso gel.

Poco a poco sigo tirando hacia delante y, tras unos cuantos giros mas por las mismas rotondas de los primeros kilómetros de la competición, alcanzo al grupo que me precedía donde me sitúo a la zaga aprovechando para recuperar un poco el resuello. Así a la trasera del grupo completo casi un kilómetro y cuando creo que ya tengo el aliento suficiente progreso hasta la cabeza del mismo con la intención de incrementar el ritmo y llegar hasta el siguiente donde va Ana.

Mi cuñado inmerso en el grupo de los paracaidistas (es el de naranja)
 Poco a poco voy recortando distancia y eso me anima, no en vano consigo respirar cada vez un poco mejor así como también me siento bien de piernas. Unos cuantos giros mas y cuando llegamos a una nueva glorieta que desemboca en la carretera de Villaverde ya consigo unirme al grupo que perseguía. De nuevo aprovecho para recuperar fuerzas a la espalda de este nuevo grupito.  Por delante ya no hay mas grupos, o al menos yo no los veo, solo consigo atisbar algún que otro corredor disperso por lo que creo que lo mejor es quedarme ya donde estoy y buscar terminar la carrera con buenas sensaciones.

No sé si será un tema psicológico, pero lo cierto es que me da la sensación de que el gel empieza a hacer su efecto y noto como una pequeña inyección de energía que me proporciona un punto extra de confianza para progresar algún puesto en el grupo y situarme codo con codo con Ana. Así van pasando los siguientes kilómetros, también el avituallamiento que próximo al kilómetro quince nos presenta ante el Paseo de la Estación, una larguísima recta salpicada de rotondas y badenes donde hay que tener mucho cuidado de donde se pone el pie. Esta zona de carrera es bastante mas divertida que los primeros kilómetros, ya se nota mas el calor del público, sobre todo al paso por las puertas de la estación de Renfe, donde se agolpa gran cantidad. Todo este tramo lo hago super-cómodo y con ganas incluso de ir un poco mas rápido. Vamos recogiendo a algunos corredores que iban por delante y al final del Paseo llegamos a otra rotonda en la que completando casi un giro de ciento ochenta grados y aunque el pavimento pasa a ser de temidos adoquines que destrozan las piernas, nos encaminamos a la zona mas bonita de toda la carrera por el corazón de Getafe.



Noto que en el grupo se incrementa el ritmo y no me cuesta mucho esfuerzo el seguirlo, no así a algunos corredores que empiezo a ver que se quedan descolgados. A paso por el centro de Getafe el aumento del ritmo ha sido tal que ya el grupo ha dejado de serlo, se han quedado muchos corredores en este tramo y ahora corro en un trío compuesto por Ana, otro corredor del Clínicas Menorca que hace de liebre y yo mismo. Salimos de las calles mas céntricas y encaramos una larga calle Madrid que conduce a la Universidad Carlos III, voy estupendamente de piernas y respiración, e incluso voy pensando en incrementar un poco mas el ritmo e irme hacia delante en vista que el grupo ha dejado de ser tal. En el momento en el que comienzo a ampliar un poco la zancada noto como un pinchazito en la parte posterior de mi muslo derecho (zona de isquiotibiales) . La zona se me agarrota y por segundos el músculo se contrae… ohhhhhh!!!! Alarma, alarma…. esto no me ha pasado nunca, bajo un poco el pistón durante una decena de metros y lejos de calmarse el agarrotamiento se acentúa…bajo todavía mas el ritmo, y la sensación es de que el músculo fuera a romperse y se contrae por sí mismo, como si tuviese vida propia. 
Intentando volver a correr

Al trote siendo superado por corredores que había dejado atrás.

Me paro unos segundos a estirar esa zona y vuelvo a correr con mucha precaución con todos los sentidos puestos esos amagos de contractura. Apenas corro cien metros y vuelvo a tener la misma sensación de nuevo, no me queda otra que ponerme al trote e intentar a base de continuos estiramientos que la cosa no vaya a mas. Así a trancas y barrancas completo los escasos dos kilómetros que quedan para el final de la carrera donde me veo superado por muchos corredores. La última recta antes de entrar al Polideportivo se me hace insufrible, y si no fuese porque la meta está a escasos metros ya no me quedaría otra que pararme. 

Ultimo giro en la entrada al Polideportivo, la pierna derecha es un suplicio...

Termino la media maratón con la pierna medio agarrotada y con la preocupación de no saber que me ha podido pasar.

Recta de Meta. Objetivo llegar.

Recta de meta con le pierna totalmente agarrotada

Entrando en meta con malísimas sensaciones.


Recojo la bolsa del corredor y enseguida llega Carlos detrás de mi y al poco lo hace Pedro también.
Ultimo giro del gran Pedro.

Ultimo giro de Carlos, mas fuerte que el vinagre...

 Esperamos la llegada de la mayoría de compañeros y sin mas nos marchamos para casa con una nueva Media Maratón completada, aunque esta vez con un sabor de boca muy distinto al de otras ocasiones. En cuanto a marca ha sido la peor de todas las medias en las que he participado en mi vida con un tiempo de 01:19:06, aunque por momentos creí que no podría terminarla. Espero poder recuperarme en breve y no sufrir nuevamente este amago de lesión.

Salud para tod@s.

Bolsa del corredor

Clasificacion Alex



1 comentario:

yonhey dijo...

Lástima esos problemas finales, espero que no haya sido nada y te hayas recuperado bien, y por supuesto no vuelva a pasar. Habrá más carreras para desquitarse.
Un abrazo.