martes, 27 de noviembre de 2012

COMBI-2 SANSE 2012




El pasado domingo día 25 de noviembre de 2012 tuvo lugar la celebración de una de las competiciones, que para mi gusto personal, mas encanto tienen de las que se celebran en la Comunidad de Madrid. Se trata de la prueba combinada por parejas Combi-2 en la localidad de San Sebastián de los Reyes, y organizada con muy buen criterio por el club deportivo ñ-ultrafondo http://www.ultrafondo.com

¿Qué es una Combi-dos? Una Combi-dos es una competición por parejas, en la que dos deportistas, uno sobre bicicleta de montaña y otro a pie, deben de hacer un recorrido de entre 25 y 30 Km. siempre unidos, con una separación máxima entre ambos de 10 metros. Los deportistas deben de cambiar su posición obligatoriamente (cada 5- 7 Km. aproximadamente), en una zona señalizada, denominada “zona de relevo”, es decir el que iba a sobre la bicicleta pasa a correr y viceversa.. Estas parejas pueden ser masculinas, femeninas o mixtas, en mi caso y como es habitual formé pareja deportiva con mi cuñado Alejandro.

A las ocho y media de la mañana y con la bici ya cargada en su coche, me recoge mi cuñado y en poco mas de veinte minutos ya estamos aparcados frente al Polideportivo “Dehesa Boyal”, lugar donde tendrá lugar tanto la salida como la finalización de esta carrera. En un santiamén recogemos nuestros dorsales, ambos con el número 66 y con la única diferencia en el color de los números, ya que el dorsal de Alejandro los lleva en rojo, al ser quien corra la primera de las vueltas, y en el mío están impresos en negro.

Pues una vez retirados los dorsales, volvemos nuevamente al coche para montar la bici, hecho lo cual regresamos de nuevo a las pistas de atletismo del Polideportivo donde se encuentra el arco de salida, así como también la zona de relevos donde accedemos para dejar la bici una vez pasado el control de jueces. Al filo de las nueve y media de la mañana y como todavía tenemos tiempo de sobra, aprovechamos para tomar un café tranquilamente y estirar un poco las piernas por las instalaciones del Polideportivo.

A eso de las diez y cuarto de la mañana tiene lugar la tradicional charla técnica pre-competición, donde los organizadores y jueces de la carrera nos explican detalladamente los pormenores de la misma. Tras algunas consultas por parte de los corredores en poco menos de quince minutos los atletas que van a completar la primera vuelta se sitúan bajo el arco de salida. En esta primera vuelta, por motivos de seguridad, la media naranja de cada pareja, es decir, el corredor que debiera ir montado en la bici, no tomará parte en ella, es por ello por lo que una vez iniciada esta primera vuelta, los corredores que portamos el dorsal con números de color negro nos dirigimos a la zona de relevos a esperar que nuestro compañero complete los primeros seis kilómetros de la carrera. Como todavía quedan mas de veinte minutos hasta que aparezca Alejandro, todavía no me quito el chándal y empiezo a trotar suavemente para ir progresivamente entrando en calor.

Cabe destacar que la mañana ha amanecido fresquita y con un cielo totalmente cubierto de nubes, aunque las previsiones no son de lluvia afortunadamente. El entorno por donde discurre la carrera es espectacular, se trata de la Dehesa Boyal. Esta Dehesa está situada al norte de la zona urbana del municipio de San Sebastián de los Reyes, en el límite con el término municipal de Madrid y más concretamente con el Soto de Viñuelas y forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Se encuentra ubicada un enclave privilegiado repleto de una naturaleza que se muestra exuberante en esta época del año. En ella, y en su vegetación tanto de encinar como de ribera, habitan multitud de aves y pequeños mamíferos que serán testigos mudos de nuestro paso en esta mañana de domingo.

Volviendo de nuevo a la competición, en unos veintidós minutos después de haberse dado la salida, comienzan a llegar los primeros clasificados a las pistas de atletismo, donde todavía tendrán que completar un giro al tartán para llegar a la zona de relevos donde les esperan las respectivas parejas “deportivas”. Mi compañero completa una fantástica primera vuelta, e inesperadamente compruebo como llega situado dentro de los primeros treinta competidores en un tiempo de apenas veinticinco minutos. Después de haberse “cascado” hace apenas una semana en Canillejas un sub-40 en diez kilómetros hoy nuevamente vuelve a sorprenderme con un muy buen ritmo de competición. Está claro que a sus cuarenta y cinco años está viviendo una segunda juventud deportiva. Pues nada esto hay que aprovecharlo, así que espero a que llegue a la zona de relevos, coja la bici, se ponga el casco, y en seguida soy yo el que empieza a correr.

La salida del Polideportivo se hace por camino en una subida que para empezar ya pone el corazón a toda marcha, son mis primeros metros e intento ir poco a poco cogiendo ritmo. En el primer kilómetro ya hay que salvar un repecho donde los mas novatos sobre la bici ya tienen que poner pie a tierra. No es el caso de Alejandro, quien a lomos de su montura, empieza a contarme como está el trazado, donde están las subidas, donde las bajadas, cuales son los tramos mas técnicos y cuales los mejores para correr fuerte, es como llevar un GPS.



Compruebo de primera mano, el fantástico paisaje que nos ofrece el campo que nos rodea y que nos hace llegar su fresco aroma tan bien recibido por nuestros esforzados pulmones. Completo mi primer kilómetro donde he conseguido adelantar a unas pocas parejas.

Entre el primer y el segundo kilómetro el objetivo no es correr rápido, sino por el contrario tener mucho cuidado de donde se van colocando los pies y también los brazos, ya que se trata de uno de los tramos en bajada especialmente estrecho con arbustos y densos matorrales a ambos lados, y con un terreno jalonado de grietas producto del discurrir del agua. Este tramo termina con una curva cerrada hacia la izquierda, donde el camino se abre y se vuelve llano, permitiendo avivar el ritmo y con ello dar alcance a alguna pareja mas que nos precede.


Foto cortesía de Lolo Juan

Alejandro no para de animarme y darme detalles sobre todo lo que me espera por delante, por mi parte me encuentro cómodo, yendo a un ritmo vivo pero no asfixiante, que aunque no me permite mantener una conversación con él, al menos puedo contestarle con escuetos monosílabos.

Pasado el tercer kilómetro comienza la subida mas dura de todo el recorrido. Para nuestra sorpresa se encuentra en muchas mejores condiciones que en otras ocasiones en las que participamos en esta carrera. Así, han desaparecido las trialeras que la salpicaban, y el camino goza de buen firme, que aun manteniendo la misma pendiente, hace que los apoyos sean mucho mas cómodos. Tras unos primero metros realmente duros, la pendiente va poco a poco suavizándose hasta llegar al cuarto kilómetro y con él, al paso por la barrera que nos expulsa brevemente al exterior de la Dehesa. Nos encontramos en la zona mas rápida de todo el recorrido, formada por ochocientos metros de ancho y llano camino, que en comparación con el resto del trazado mas parece tratarse de una auténtica autopista, lugar idóneo para que los velocistas den rienda suelta a su potencial y liberen toda su adrenalina.

En seguida atravesamos una puerta que nos da paso nuevamente a los dominios de la Dehesa Boyal y tras un giro de noventa grados a la derecha afrontamos otro de los tramos técnicos del trazado. Ahora se trata de bajar por una pendiente de casi un kilómetro de distancia y repleta de trialeras, en la que hay que llevar los ojos bien puestos en el suelo para dirigir bien los pies hacia zonas estables. Hay algún tramo en el que el cuerpo se lanza hacia delante de manera vertiginosa y hay que ser muy cuidadoso con las zancadas para no acabar por los suelos. Igualmente Alejandro subido encima de la bici debe andarse con mucho cuidado para no meter la rueda en las innumerables grietas que se encuentra por delante.

Una vez negociada la bajada y tras un pequeño tramo llano y estrecho, con un piso blando y terroso, llegamos al punto mas difícil de todo el trazado. Se encuentra situado entre los kilómetros quinto y sexto y se trata de vadear el cauce seco de un arroyo, en cuyo lecho nos acecha una pequeña trampa de arena suelta, que a los corredores nos obliga a realizar un pequeño esfuerzo extra, y a la gran mayoría de los ciclistas a poner pie a tierra.

Salvada esta última dificultad, solo resta abordar algo menos de medio kilómetro llano para pisar nuevamente las pistas de atletismo del Polideportivo, hasta donde llegamos habiendo superado a algunas parejas hasta situarnos cerca de los diez primeros puestos. Recibimos avituallamiento en forma de agua e isotónicos y comenzamos nuestro siguiente relevo sin para de correr: Sujeta la bici, quítate el casco, toma la bici, sujeta el caso, trae la bici, toma el casco… hasta que pasamos por el arco que delimita el fin de la zona de relevos y Alejandro comienza a correr y a mi me toca “descansar entre comillas” subido en la bicicleta.

Al comienzo de esta tercera vuelta no vemos a nadie por delante de nosotros, así como tampoco parece que nos apriete en la zaga ninguna otra pareja, por lo que le comento a mi compañero que se lo tome con calma, que intente disfrutar de ésta su última vuelta como corredor y no se exija demasiado. Lejos de hacerme caso, Alejandro lleva un ritmo vivo y alegre que hace que hasta casi mediada esta tercera vuelta no sintamos la presencia por detrás de la pareja que nos persigue y que se acerca muy despacio hacia nosotros, ya que mi cuñado les está poniendo difícil el poder alcanzarnos. Poco a poco vamos superando las zonas ya descritas anteriormente y si corriendo se hace complicado afrontar algunos tramos, no lo es menos intentando mantener el equilibrio sobre dos ruedas. En algún punto del recorrido alguien nos canta que vamos situados en la novena posición, lo que nos alegra y nos da un puntito extra de motivación si cabe.

Estoy realmente sorprendido con el rendimiento de mi cuñado ya que únicamente, y a pocos metros de completar la vuelta, nos dan alcance, tanto la pareja que hace un par de kilómetros sabemos de su presencia, como otra mucho mas rápida que como un cohete nos rebasa a ambas.

Llegamos nuevamente a la zona de relevos, donde una vez superado el ceremonial de cambio de bici y casco volvemos a intercambiar nuestros papeles para afrontar la última y definitiva de las vueltas al circuito. A la salida de las pistas, la distancia que nos separa de las dos parejas que nos superaron en la vuelta anterior no es mucha, y conseguimos alcanzarlas y rebasarlas dentro del primer kilómetro. Volvemos a marchar en solitario y poco a poco vamos completando este último giro, absortos en el paisaje que nos rodea y recibiendo ánimos de deportistas y paseantes que paulatinamente se van dejando ver por la dehesa.

Foto cortesía de Lolo Juan

A mitad de vuelta vamos doblando a algunas de las parejas que conforman la parte trasera de la carrera, enviándoles nuestros ánimos y siendo correspondidos del mismo modo, y así entre ánimos, vamos finalizando la prueba.

Por mi parte mantengo un ritmo alegre pero sin excesos, que luego estos se pagan, voy muy cómodo y disfrutando de los pocos kilómetros que quedan para terminar. Todavía en la zona rápida del circuito daremos alcance a una pareja mas, a la que hemos llegado con cierta facilidad, tras lo cual y superados por última vez el delicado tramo en bajada y el vadeo del cauce seco del arroyo, nos presentamos en línea de meta con la satisfacción de haber completado una vez mas esta bonita carrera. Mi cuñado y yo nos felicitamos mutuamente y tras recoger la escueta bolsa del corredor, en la que también la crisis ha hecho mella, nos dirigimos a la zona de boxes para recoger nuestras prendas de abrigo.


Bolsa del Corredor Combi-2 SanSe 2012


Foto cortesía de Lolo Juan

Ha sido una carrera divertida, exigente y repleta de buena gente, empezando por los organizadores y terminando por el buen rollo que se respira entre todos los participantes, lo que nos deja con muy buen sabor de boca. Sabor que se ve endulzado mas todavía al comprobar en la clasificación que hemos conseguido terminar en el puesto octavo de la general, siendo subcampeones en la categoría de veteranos. La mañana no ha podido resultar mejor, así esperamos a la ceremonia de entrega de trofeos que supone la guinda a una maravillosa mañana deportiva.

Podium Veteranos (Foto Cortesía de Julio Castells)

 

Trofeo Sub-Campeones Veteranos

Luego ya en casa y repasando las clasificaciones de esta carrera en años anteriores, comprobé como, casualidades de la vida, tanto el puesto en la general como el obtenido en nuestra categoría han resultado un calco del obtenido en este mismo circuito en el año 2008 http://www.alexpirana.blogspot.com.es/2008_10_01_archive.html


Muchas salud para tod@s

Alex.

4 comentarios:

Trapatroles dijo...

Muchas felicidades campeón

Unknown dijo...

Lo primero felicitarte a ti y a tu cuñado por la gran carrera que hicisteis y luego comentar que no sabía nada de este tipo de carreras y me ha resultado cuanto menos curioso .
Como te he dicho al principio ,muchas Felicidades .

Antonio Perea dijo...

Sí que te lo montas bien! Nunca he practicado esta carrera pero lo principal parece descansar en bici y darlo todo corriendo jeje. Gracias por darnos a conocer este nuevo "deporte".

Saludoss

Alex dijo...

TRAPATOLES:
Muchas gracias por la felicitación, que sea también para tí por saber disfrutar igualmente de esta afición.

MANUEL:
Gracias, y nada, búsca un compañero y anímate a participar en alguna de ellas, os vais a divertir seguro.

ANTONIO:
Como bien dices hay que darlo todo corriendo, aunque lejos de lo que pueda parecer no te puedes relajar mucho en bici, hay tramos duros en subidas técnicas que el que corre va mas rápido que el de la bici, por lo que no se puede uno despistar.

Saludos.
Alex.